• En la Cuarta Transformación los cuantiosos subsidios a la comercialización, infraestructura, equipamiento y promoción para pocos productores del campo se han convertido en apoyos directos a quienes más lo necesitan y en bienes públicos, afirmó el secretario Víctor Villalobos Arámbula.

  • ​Producción para el Bienestar, en la recta final de entrega de apoyos directos, con avance de 95.2% de meta de beneficiarios; los recursos han llegado oportunamente para la inversión en labores agrícolas, destacó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera.​

Ciudad de México; a 08 de agosto de 2020.-La inversión en bienes públicos para el sector agropecuario, pesquero y acuícola, orientados a la innovación, investigación, desarrollo tecnológico y la sanidad, así como la vinculación de productores de menor escala, que son la gran mayoría, significa aportar a la autosuficiencia y seguridad alimentaria del país.

Así lo señaló el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, quien indicó que en la Cuarta Transformación los cuantiosos subsidios a la comercialización, infraestructura, equipamiento y promoción para pocos productores del campo se han convertido en apoyos directos a quienes más lo necesitan, a través de los programas prioritarios que contribuyen a impulsar la productividad y erradicar la pobreza en el medio rural.

Indicó que a partir de los programas Producción para el Bienestar (PpB), Precios de Garantía, Fertilizantes para el Bienestar y Bienpesca se destinan alrededor de 23 mil millones de pesos a los productores más necesitados.

Durante su participación en la conferencia de prensa sobre los Programas de Bienestar, el titular de Agricultura afirmó que el Gobierno de México impulsa una agricultura inclusiva: la de subsistencia o autoconsumo; la comercial o mediana escala que abastece prioritariamente al mercado nacional, y la de exportación, con un importante dinamismo que atrae divisas al país y fortalece la innovación tecnológica.

Precisó que en estas tareas las alianzas público-privadas son esenciales para impulsar la producción, la tecnología y el bienestar en el campo, y como referencia destacó la reciente firma del convenio entre el sector privado y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), enfocado a elevar la productividad y rendimiento de parcelas de campesinos que siembran maíz blanco, mediante la evaluación de semillas en 256 hectáreas en 22 estados.

Subrayó también el acuerdo con la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) para establecer el Laboratorio de Inmunología y Biología Celular y Molecular, cuyo fin es reforzar la atención a emergencias sanitarias en el sector pecuario.

Además, dijo, se dio la alianza con el Consejo Nacional Agropecuario, la Alianza Hortofrutícola Internacional para el Fomento de la Responsabilidad Social, A.C (AHIFORES) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, orientada a mejorar las condiciones de las y los jornaleros y atender las causas del trabajo infantil y forzado en el campo. Este trabajo conjunto, añadió, permitirá a las empresas agrícolas cumplir con las disposiciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Producción para el Bienestar en recta final de entrega de apoyos

El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, informó que el programa Producción para el Bienestar está en la recta final de la entrega de apoyos directos de 2020.

También, dio a conocer la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) de PpB y la participación en ella de más de ocho mil becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF).

Respecto de los avances de los pagos de apoyos directos de PpB, comentó que, al 31 de julio, el programa registra la dispersión de nueve mil 466 millones de pesos (86.1 por ciento de la meta anual) en favor de dos millones 42 mil 540 productores (95.2 por ciento de la meta 2020).Los apoyos son para productoras y productores de pequeña y mediana escala de maíz, milpa, frijol, trigo, arroz, amaranto y chía, otros granos, caña de azúcar y café. La entrega de los recursos ha sido oportuna, con la mayoría registrada en abril, mayo y junio, meses de siembra del ciclo Primavera-Verano 2020, lo cual ha dado liquidez a los productores para la compra de insumos y contratación de mano de obra, expuso.

En cuanto a la EAT detalló que ésta difunde o refuerza prácticas agroecológicas, principalmente entre los beneficiarios de PpB, implicando con ello mejora de productividad y promoción de sistemas locales de producción y consumo de alimentos sanos, nutritivos, resilientes, competitivos y socialmente responsables; sistemas éstos que aprovechan el conocimiento milenario de los campesinos, acotó.

La Estrategia de Acompañamiento Técnico, dijo, se desarrolla en 23 regiones de la República, desde la península de Yucatán hasta la Sierra Tarahumara, y se apoya en el trabajo de técnicos agroecológicos y sociales.

Un punto nodal de la EAT es el diálogo de saberes pues integra en el trabajo en la parcela los conocimientos, recursos y prácticas de los productores junto con desarrollos científicos y tecnológicos, refirió el subsecretario.Apuntó que transitar a sistemas agroecológicos, como plantea la EAT, deriva en varios factores críticos: en incremento de los rendimientos por hectárea y de la producción; en una alimentación sana para los productores y sus familias, así como para la población de los mercados que abastecen; en un cuidado y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales (suelo, agua), y en un bienestar para las comunidades y las familias campesinas.

De esta forma, subrayó, se atienden claramente compromisos que ha hecho la Cuarta Transformación: la autosuficiencia alimentaria y una alimentación sana.

estacó que las regiones que atiende la EAT son las que el Gobierno de México ha catalogado como prioritarias: incluyen municipios de alta y muy alta marginación, zonas indígenas y áreas con violencia. La Estrategia se enfoca prioritariamente en productores de pequeña escala de granos, caña de azúcar y café.

El papel de Jóvenes Construyendo el Futuro

Precisó que, en coordinación entre las secretarías de Agricultura y del Trabajo, se cuenta con ocho mil 363 JCF que participan en una parte de las regiones de la EAT, en 11 estados de la República del sur sureste, fundamentalmente en territorios indígenas de Guerrero, Chiapas, Oaxaca e Hidalgo.

Son jóvenes aprendices, abundó, que trabajan de la mano con sus tutores; esto es, su papá, mamá, abuelo, tíos o vecinos de su comunidad y reciben asesoría permanente de los técnicos de PpB, además de contar con el acceso a una plataforma de capacitación, la cual involucra 22 módulos de aprendizaje divididos en temas agroecológicos, sociales y de política pública.

Tienen en promedio 22 años de edad, cuentan en su mayoría con educación primaria y secundaria y viven en 230 municipios rurales; 82 por ciento son indígenas y 65 por ciento son mujeres. Todos ellos muestran gran disposición y compromiso para trabajar en favor de sus tutores y del bienestar de sus comunidades, añadió.

Estamos muy contentos, expuso, con el aporte que hacen la Secretaría del Trabajo y JCF al programa Producción para el Bienestar. Estos jóvenes son un gran capital humano, pues el aprendizaje que están obteniendo en la Estrategia de Acompañamiento Técnico los habilita para convertirse en promotores agroecológicos en los predios de sus tutores y en general en sus comunidades, fortalece su autoestima y los arraiga al campo.

Además, las becas que reciben les dan oportunidad de generar emprendimientos como la producción de huevo, el establecimiento de traspatios con hortalizas, becerros y gallinas, o de pequeños invernaderos. Sus capacitaciones y prácticas les llevan al conocimiento del suelo y las plantas, les permiten conocer también las fórmulas para transitar a sistemas agroecológicos y les induce el amor a la tierra y al campo, afirmó el subsecretario Víctor Suárez.

Comentó que el trabajo que realiza la EAT cuenta con el apoyo y la concurrencia de diversas instituciones de gobierno, adicional del aporte de la Secretaría del Trabajo.

Valoramos la coordinación interinstitucional que tenemos en la EAT; además de la participación de los becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro, contamos con un convenio de colaboración administrativa y técnica con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), con la colaboración de la Secretaría de Educación Pública, con sistemas de educación a distancia, con el apoyo del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en organización de asambleas en territorios indígenas, observó.

Asimismo, las secretarías de Medio Ambiente y Bienestar tienen una corresponsabilidad con nosotros en la transición agroecológica; la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) nos aporta especialistas en biodiversidad; tenemos coordinación con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) para el pago de precios de garantía de los productores insertos en la Estrategia. Esta colaboración de múltiples instituciones fortalece el trabajo de los productores del bienestar y da expectativas de futuro en el campo a los jóvenes, expresó.