Pese a que los pequeños y medianos productores recibirán un precio de garantía superior al que les pagan en el mercado, por su cosecha de maíz y frijol, que el que entreguen a SEGALMEX, los agricultores no están obligados a ser más productivos, porque el programa gubernamental les establece un tope de beneficio de sólo 20 toneladas.

El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas explicó que si el precio de garantía puesto, prevé un tope de beneficio de 20 toneladas a un productor con cinco hectáreas, este sólo deberá incrementar su rendimiento a un máximo de cuatro toneladas por hectárea, para quedar en el nivel máximo de 20 toneladas, ya que cualquier volumen excedente, no será elegible para el programa

Lo que sí, reconoce GCMA, es que si bien el esquema no incentiva a ser más productivos, a los productores les resulta en un mejor ingreso al que reciben actualmente.

Considera como buena noticia para los productores pequeños y medianos ya que se les pagará un precio por su cosecha por arriba de lo que paga el mercado con la certeza de que SEGALMEX les pagará de inmediato y sin intermediarios. Además, en el caso de frijol se aumentó la cobertura de 20 a 30 ha de temporal por productor.

El precio de garantía es el mejor fertilizante para aumentar la producción. Si bien la evidencia empírica ha demostrado que con precios artificiales como los de garantía se provoca un cambio en la siembra hacia los productos con un ingreso de fomento, ocasionará que los resultados en el largo plazo no se sostienen.

El diseño del programa de precios de garantía tiene una doble transferencia para el productor; por un lado ofrece un sobre precio por tonelada (ingreso) y por el otro lado recibe acceso a un producto de consumo básico a través de la red de tiendas Diconsa a precio menor a su costo de adquisición y distribución (gasto de los hogares).

Un hogar rural necesita de $1,005 para adquirir una canasta básica mensual (INEGI, 2018). El beneficio por precios de garantía genera en una tonelada de maíz un ingreso adicional para el productor de $1,355, que representa 34% más que el costo de la canasta básica.

LA INCÓGNITA ES: ¿EL PROGRAMA LOGRARÁ UN CAMBIO?

  • Este programa permitirá al productor con menos a 5 ha incrementar su ingreso y bienestar.
  • Sin embargo, la falta de acompañamiento del programa con asistencia técnica y uso de paquetes tecnológicos que aumenten su productividad e ingresos en el tiempo no tendrá impactos significativos en el incremento de la producción y la seguridad alimentaria.
  • Los productores estarán más enfocados en su inclusión en el padrón del programa, que en incrementar su productividad, lo que no repercutirá en la autosuficiencia de los productos incluidos.

SERÁ MUY IMPORTANTE CUIDAR:

  • Los padrones para evitar que los participantes alcancen los topes de volumen permitido con producción de terceros (el volumen de producción promedio de la población objetivo no alcanza las 20 tm por ha).
  • Fragmentación de las parcelas para acceder al programa.
  • El presupuesto del programa, considerando el costo de comprar arriba del mercado, almacenar, distribuir, administrar y posteriormente vender a un precio menor.
  • Desvíos de producto beneficiado por el programa que distorsione el mercado.
  • La transferencia que puede generar el programa, ya que podría llevar a un hogar que gana 9 mil pesos trimestrales a alcanzar el tercer decil de ingresos (según clasificación de INEGI) con 21 mil pesos, sin embargo, esto no es suficiente para romper con el ciclo de la pobreza transgeneracional.
  • Los productores que no tienen tierra y que perdieron subsidios condicionados como Prospera, se encuentran en desventaja frente a los que pueden participar en el programa de precios de garantía. El campo es un contexto mayor a la producción agrícola.

Los precios justos no existen, sino sólo aquellos que fija el mercado; por ello, es importante cuidar la metodología para definir los precios de garantía puesto que el subsidio puede crecer en el tiempo y por lo tanto las necesidades presupuestales para sostenerlo.