Insensibilidad gubernamental a las demandas de los productores

Ciudad de México, 15 de noviembre.- Para el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos, pese a la movilización de productores agrícolas del pasado lunes de octubre 27 no hubo respuesta favorable por parte de las secretarías de Gobernación y Agricultura, para establecer precio de garantía de 7,200 por tonelada de maíz.
“El paro nacional no fue suficiente para sensibilizar al actual gobierno federal para que rectificara y otorgara precio de garantía por tonelada de maíz, tampoco para tomar en cuenta la exclusión de los granos básicos: maíz, frijol, trigo y sorgo del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Los gobiernos de la 4t son igual o peores que sus antecesores neoliberales, pues redujeron el presupuesto rural, desmantelaron programas sociales ganados por el movimiento campesino organizado y liquidaron instituciones como la Financiera Rural que ayudaba al crédito el sector rural.
“En la administración federal de Andrés Manuel López Obrador, así como en la de Claudia Sheinbaum, se presume la autosuficiencia y soberanía alimentaria, pero en realidad somos un país importador de alimentos como maíz, frijol, trigo y oleaginosas”.
México produce menos del 50 por ciento del maíz que consume, 20 por ciento del trigo y del arroz, 80 por ciento del frijol, y 5 por ciento de las oleaginosas, así de clara y dramática es la realidad.
En 37 años de gobiernos priistas, panistas y de morenistas, el campo se colocó en condiciones de desastre y ruina ya que en este período el índice de autosuficiencia alimentaria pasó de 72 a 42 por ciento, aseguró.
“Desdé qué se negoció el TLC con América del Norte y se reformó el Artículo 27 Constitucional, en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, la UNTA se opuso tras advertir que sería la ruina del campo, así como la destrucción de la propiedad social, ejidal y comunal”.
Prueba de lo anterior, dijo, es que la superficie agrícola no sembrada actualmente disminuyó en más de 4.0 millones hectáreas, mientras que en los últimos 15 años el acceso al crédito y al seguro para las unidades de producción agropecuaria es nulo, tras la desaparición de la Financiera Rural.
Los costos de producción se han incrementado desproporcionalmente con respecto al ingreso del productor ya que preparar la tierra barbecho, rastreo, surcar, nivelación y hacer canales cuesta aproximadamente 9,000 pesos.
Además, la siembra, renta de tractor exige invertir 1,500 pesos; mientras que la compra de semilla, bulto y medio, genera gasto promedio de 9.000 pesos.
Ni hablar del fertilizante porque 500 kilos valen 7,000 pesos y la sellada para que no salga maleza, reclama meterle otros 2,500 pesos más.
Para la segunda fertilizada, otros 500 kilos, van 7,000 pesos más y en la fumigación con insecticida se gasta uno cerca de 3,000 pesos, pero la fumigación es con fungicida por enfermedad de la planta, debemos desembolsar 3,000 pesos más.
Esta actividad en el campo incluye la fumigación para control de maleza que son 3,500 pesos en tanto que foliar para el llenado del grano son 1,500 pesos más un solo riego por hectárea de 1,500 pesos; trilla y flete, pago de máquina y camión se van 3,000 pesos; jornales o días de trabajo, 10 días, unos 5,000 pesos.
El punto es que aproximadamente son 55,500 pesos de inversión por hectárea para garantizar un rendimiento de 10 toneladas por hectárea, con un precio actual de maíz de 4,800 pesos por tonelada, lo que demuestra que no salen las cuentas.
Por eso, aseguró reclamamos nueva política de desarrollo productivo que garantice la autosuficiencia y soberanía alimentaria o estamos listos para generar una gran revuelta nacional pacífica, concluyó Álvaro López Ríos. (Redacción MEXICAMPO).





