FAO - Centra de Abasto

Ciudad de México, 4 de octubre.- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA), trabajan por reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria, promover la sostenibilidad y enfrentar la crisis climática.

El reto es convertir en más oportunidades la seguridad alimentaria, una vez que la CEDA ha puesto en marcha iniciativas como el Centro Itacate, que desde 2020, ha recuperado más de 400 toneladas de frutas y verduras, beneficiando a 1.8 millones de personas.

“La CEDA es fundamental para la alimentación de millones de familias en la capital. Cada alimento que rescatamos y nos facilitan los locatarios es más comida en la mesa de quienes más lo necesitan. El programa Itacate demuestra que sí hay soluciones”, refiere Mónica Pacheco, Coordinadora General de CEDA.

En el marco del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, se subrayó que el gobierno tiene que ser multiactor junto con el sector privado, organismos internacionales y sociedad civil para reflexionar sobre la magnitud del problema y compartir soluciones.

La Central de Abasto de la Ciudad de México, el mercado mayorista más grande de América Latina, refleja con claridad tanto el reto como la oportunidad.

Cada día moviliza más de 120,000 toneladas de alimentos y genera cerca de 438 toneladas de residuos sólidos, de los cuales casi el 60 por ciento son restos orgánicos.

Se estima que alrededor de 100 toneladas de alimentos aprovechables se pierden diariamente. Frente a este desafío, la personas a través de comedores comunitarios y refugios, los aprovechan.

La oficina de la FAO en México, ha expresado que “Reducir pérdidas y desperdicios no es opcional: es clave para garantizar el derecho a la alimentación y avanzar hacia un futuro sostenible. No podemos aceptar la paradoja de que, mientras millones padecen hambre, toneladas de comida se tiren cada día”.

Se reconoce a comerciantes, bodegueros, cargadores, productores y trabajadoras de servicios, verdaderos héroes y heroínas de la alimentación. Ellos sostienen día a día la seguridad alimentaria de la ciudad y son actores clave para construir cadenas de suministro más sostenibles.

La Asamblea General de la ONU, visibiliza un desafío urgente una vez que a nivel mundial, cerca del 13 por ciento de los alimentos se pierde en las primeras etapas de la cadena y alrededor del 19 por ciento se desperdicia en hogares, restaurantes y comercios.

En conjunto, esto equivale a miles de millones de comidas y genera entre 8 y 10 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

En México, el panorama es igualmente crítico. Cada año se pierden aproximadamente 20.4 millones de toneladas de alimentos, equivalentes al 34 por ciento de la producción nacional. Este fenómeno representa un costo económico superior a 400,000 millones de pesos, genera 36.0 millones de toneladas de CO₂ equivalente, y consume el 40 por ciento del agua destinada a la agricultura, en un país que enfrenta severo estrés hídrico. Al tiempo que 27.5 millones de personas viven en inseguridad alimentaria.

Cabe mencionar que la FAO celebrará 80 años en México, y el Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre), con el reconocimiento del papel estratégico de la Central de Abasto, como nodo esencial del abastecimiento nacional y laboratorio vivo de soluciones replicables en el mundo. (Redacción MEXICAMPO).

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