13 diciembre, 2024
CENOTES

Por Marytere Narváez

Mérida, Yucatán.- Desde la década de los ochenta, investigadores de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) han estudiado la calidad de agua del acuífero del estado de Yucatán a partir de diferentes tipos de abastecimiento de agua, entre los que se encuentran los pozos someros, los pozos profundos y los cenotes.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Julia Guadalupe Pacheco Ávila, investigadora de la Facultad de Ingeniería Civil de la Uady, señaló que desde el inicio de su labor académica se integró a los proyectos de investigación de esta facultad, como la química del grupo de hidrología, formado en 1979 por el físico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Salvador Gaona Vizcaya.

“En 1985 iniciamos el estudio de cenotes de hasta 120 metros con el objetivo de medir a qué profundidad se presentaba la intrusión marina, con lo que definimos cuál es la posición de la interfaz salina en la parte sureste del estado”, apuntó la investigadora.

A partir de esto, el equipo se dedicó a evaluar la calidad del agua de los pozos someros de Yucatán, excavaciones entre ocho y 15 metros de profundidad que se encuentran usualmente en las poblaciones rurales. Asimismo, se enfocaron en el estudio de los pozos profundos, que sirven para el abastecimiento de agua potable y, en algunos casos, para irrigación. Finalmente, retomaron el trabajo en torno a los cenotes, que han sido estudiados a partir de sus tres funciones principales: abastecimiento para el consumo humano, fines recreativos y servicios ambientales.captura_de_pantalla_2016-11-15_a_las_12-02-10

Contaminación bacteriológica en pozos someros

Pacheco Ávila, quien es miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), participó a mediados de la década de los ochenta en un extenso estudio realizado en la zona norte de la ciudad de Mérida con el fin de analizar la calidad del agua de pozos someros en localidades como Xcanatún y Dzodzil, zonas rurales donde aún se empleaba esta agua para el consumo familiar.

“Los principales resultados que obtuvimos fueron que algunos de estos pozos estaban contaminados con un parámetro químico que se llama nitratos, que en algún momento puede afectar la salud tanto de humanos como de animales, y también la calidad bacteriológica”, apuntó la investigadora.

Ante esto, los investigadores recomendaron a los propietarios de los pozos hervir el agua de los pozos para matar las bacterias, entre otras medidas de prevención. De acuerdo con la investigadora, el número de casas que utilizan pozos someros ha ido disminuyendo, tanto en la periferia de la ciudad como en las zonas rurales, debido a contingencias ambientales que han coadyuvado a que las autoridades clausuren los pozos someros de abastecimiento, como fue la epidemia de cólera.

“El problema que existía y que aún existe en los pozos someros es la contaminación bacteriológica y, en algunos casos, nos enfrentamos a contaminaciones muy puntuales de algunos parámetros”, apuntó. 

Buena calidad de agua en pozos profundos

En colaboración con la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY), los investigadores de la Uady han estudiado la calidad de los pozos profundos que sirven para abastecimiento de la ciudad. De acuerdo con la investigadora, en esta profundidad de agua subterránea todavía se cuenta con una buena calidad y no se presenta una contaminación bacteriológica riesgosa. “La preocupación de momento sobre el agua potable es que es necesaria la cloración del agua subterránea que se extrae para evitar cualquier enfermedad de tipo gastrointestinal”, comentó.

Con respecto a otros parámetros de calidad, solo en algunos casos rebasan los límites que fija la Norma Mexicana Oficial NOM-127-SSA1-1994, sin llegar a ser perjudiciales para la salud. Para hablar del efecto en la salud por contaminantes presentes en el agua, señaló Pacheco Ávila, hay que hacer un balance entre lo que ingerimos en el agua y lo que ingerimos sin saberlo en nuestros alimentos, ya que productos como las conservas también contienen estos parámetros.

Como parte de los resultados de este proyecto, la investigadora participó en el artículo «Delineación de la zona de protección hidrogeológica para el campo de pozos de la planta Mérida I, en la ciudad de Mérida, Yucatán, México», publicado en la revista Ingeniería de la Uady en el año 2004, disponible en Redalyc.

Contaminación en anillo de cenotes

En 2005 se retomó con fuerza el estudio de cenotes a partir de la teoría del anillo de cenotes del cráter de Chicxulub —direcciones de flujo del agua—, con la finalidad de evaluar la calidad del líquido de los cuerpos de agua localizados en esta franja. Con el financiamiento de Investigación Básica del Conacyt, de 2005 a 2008 se realizó un estudio complejo para ubicar los cenotes con más de 11 metros de profundidad que fueran accesibles.

El primer trabajo derivó en una tesis doctoral y arrojó como principal resultado que a través de la química del agua se pudieron diferenciar tres áreas del anillo de cenotes: una de la mejor calidad hacia el área central, una de calidad mediana hacia el área noreste (municipio de Celestún) y otra de calidad menor hacia el noroeste (Dzilam de Bravo).

“Encontramos que del lado de Celestún el agua puede intrusarse en nuestro acuífero hasta 55 kilómetros, en tanto que en Dzilam de Bravo, como es mayor la descarga de agua dulce, la intrusión marina es menor”, apuntó.

De acuerdo con la investigadora, el cenote de Celestún, que funciona para abastecimiento humano, tiene una muy buena calidad aun cuando está a cielo abierto. En 2008, se amplió la perspectiva del proyecto para analizar metales pesados y nutrientes en el agua.

“En términos generales puedo decir que la calidad de los cenotes es buena, excepto en algunos muy localizados donde la contaminación es muy puntual, por ejemplo, por las descargas de excretas de ganado tanto porcino como bovino”, comentó Pacheco Ávila.

En algunos lugares hay presencia de elementos como potasio, que pueden provenir de productos para fertilización. Además de los casos específicos, la investigadora aseguró que la única contaminación de cuidado que existe en los cenotes es de tipo bacteriológico, por lo que se recomienda no ingerir el agua directamente.

“No es exclusivo de los cenotes, toda nuestra agua freática tiene una carga bacteriológica muy grave. En ese sentido, cualquier persona que beba agua de un pozo rural corre el riesgo de enfermarse, porque ese primer nivel de nuestra agua subterránea está muy contaminado”

Evaluación espacio temporal de la calidad de agua

Roger Benito Pacheco Castro, becario Conacyt para la realización de su doctorado en la Universidad Estatal de Florida, en Estados Unidos, colaboró en los estudios del anillo de cenotes durante la realización de su maestría con el objetivo de delimitar una zona de protección para garantizar agua de calidad en el futuro para la ciudad de Mérida y sus alrededores.mtro-roger-pacheco-castro

“Mi trabajo consistió en aplicar técnicas estadísticas para determinar las variaciones espaciales y temporales que existen en el agua y conocer qué factores explican estos cambios en el tiempo y el espacio. Esto lo hicimos a nivel superficial, donde ya no se recomienda el consumo humano, y a nivel de abastecimiento de aguas subterráneas, que es la más importante para saber cómo se encuentra el estado del agua”, apuntó.

Entre 2009 y 2011 se realizaron cuatro muestreos en pozos de abastecimiento de las ciudades que forman parte del anillo de cenotes, empleando métodos con iones mayoritarios y parámetros de campo como temperatura, salinidad y conectividad eléctrica.

Entre los resultados, comentó Pacheco Castro, se observó que la química del agua se controla de manera espacial por la intrusión marina. Tenemos un acuífero costero que está controlado de manera natural por la composición de la roca; no hay mucha presencia de calcio y bicarbonatos en el agua, que es característico por la región en la que estamos.

“Lo que es un poco preocupante es la presencia de nitratos que se pueden relacionar con la presencia del ser humano en el acuífero, estos no se encuentran de manera natural y en algunas zonas está sobre el límite establecido por la Norma Oficial Mexicana para aguas de consumo”, señaló.

Existen dos focos de presencia de nitratos localizados cerca del municipio de Mérida y del municipio de Tizimín. Sin embargo, en este último se presenta la mejor calidad de agua debido a que la lluvia se distribuye principalmente en la zona oriente del estado y se renueva continuamente.

“Tenemos algunos análisis que muestran que cuando hay situaciones extremas de lluvia, esta agua se mueve hacia la parte centro del estado y va ‘lavando’ los nitratos que se encuentran ahí, para luego regresar a su estado natural”, apuntó. 

Bacterias presentes en las primeras capas del acuífero

Captura de pantalla 2016 11 15 a las 12.02.10Las bacterias coliformes son las que imperan principalmente en los primeros centímetros del acuífero de Yucatán. Estas provienen del ser humano y de todos los animales de sangre caliente. Los investigadores de la Uady iniciaron un estudio para cualificar el tipo de bacterias conocidas como coliformes totales (entre las que no todas son patógenas) y las coliformes fecales (cuya importancia es que su presencia indica que la contaminación es reciente y entre estas existen algunas particularmente patógenas).

En 2008, se realizó una serie de pruebas bioquímicas en 22 cuerpos de agua del anillo de cenotes, donde predominó la presencia de Escherichia coli, seguida de Salmonella y Shigella. “Encontramos que para la época de secas la contaminación baja, para la de lluvias aumenta por el filtrado de las bacterias y en la época de nortes (que durante el estudio resultó muy húmeda) tuvimos un conteo de bacterias casi comparable con el de lluvias”, apuntó.

Otros resultados sobre este tema pueden encontrarse en el artículo «Diagnóstico de la calidad del agua subterránea en los sistemas municipales de abastecimiento en el estado de Yucatán, México», publicado en la revista Ingeniería de la Uady en el año 2004. (Agencia Informativa Conacyt)

 

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