3 octubre, 2024

 En 21 días se han retirado 72 redes con peso de más de 10 toneladas.

En seguimiento a los compromisos adquiridos en julio pasado por los presidentes Enrique Peña Nieto y Barack Obama, y a las recomendaciones del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA), el 10 de octubre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) y la Secretaría de la Defensa (SEDENA), junto con pescadores y organizaciones de la sociedad civil comenzaron un programa para retirar redes fantasma en el Alto Golfo de California.

Las redes “fantasma” son aparejos de pesca abandonados o perdidos en el mar que pueden flotar durante meses o años y que continúan atrapando peces, cangrejos, langostas, tortugas, aves y mamíferos marinos en los océanos del mundo. Afectan también los ecosistemas, impactan el fondo marino y representan un riesgo para la navegación.

Según Naciones Unidas 640,000 toneladas de redes “fantasma” flotan en los océanos y constituyen la décima parte de toda la basura marina. Varias resoluciones de la Asamblea General de la ONU proporcionan el mandato para enfrentar este problema exigiendo acciones concretas para tal fin.

En el caso de México, el retiro de las redes es un componente fundamental de la estrategia de protección de la vaquita marina y de la totoaba, especies endémicas del Alto Golfo de California actualmente en riesgo de extinción.

A las tareas del gobierno mexicano para retirar redes abandonadas en el Alto Golfo de California realizadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), se han sumado Pesca ABC, organización de pescadores de San Felipe, Baja California, que aportó 20 embarcaciones menores (pangas) con 40 personas a bordo para llevar a cabo las tareas de ubicación de los aparejos.

Así mismo, en este esfuerzo participaron de manera destacada el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Sea Shepherd Conservation Society y el Museo de la Ballena de La Paz, Baja California Sur, organizaciones comprometidas con la conservación de la biodiversidad en la zona y que contribuyeron con apoyo financiero, técnico y logístico para la aplicación del programa.

 

Cabe señalar igualmente el apoyo de la Secretaría de Marina, que puso a disposición de las tareas cinco embarcaciones.

Durante 21 días, en un recorrido de 11,814 kilómetros, se localizaron 136 aparejos de pesca abandonados, de los cuales 103 pudieron ser extraídos.

Los resultados de la recuperación de las redes durante el 10 de octubre y el 7 de diciembre fueron los siguientes:

  • 36 redes agalleras para pescar totoaba, 28 de ellas aún en uso.
  • 36 redes agalleras para pescar camarón.
  • 24 cimbras para capturar totoaba, tiburones y otros peces. Medían entre 80 y 500 metros de longitud y todas se encontraban en malas condiciones.
  • 7 redes de arrastre y trampas.

La operación para el retiro de redes fantasma consta de tres fases:

  1. Localización y marcaje, a través de GPS, de las redes por parte de pescadores locales que remolcan un gancho o grampín en rutas definidas previamente.
  2. Extracción de redes por las autoridades (PROFEPA, CONANP, SEMAR) en colaboración con las organizaciones que prestan también embarcaciones y equipo especializado (Sea Shepherd Conservation Society y Museo de la Ballena).
  3. Transporte, acopio y destrucción de las redes y aparejos a cargo de la PROFEPA.

La meta de este ambicioso programa, que las autoridades planean continuar de manera ininterrumpida, es eliminar las redes de pesca abandonadas para prevenir el riesgo de que la vaquita marina quede atrapada incidentalmente en ellas, particularmente las que son utilizadas para capturar la totoaba, cuya vejiga natatoria se trafica principalmente a través de la frontera con Estados Unidos para su consumo en China.

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