11 noviembre, 2024

Ciudad de México a 26 de mayo de 2019.-“Tenemos la responsabilidad de sanear la Cuenca del Río Lerma, el panorama es alarmante, dado que la naturaleza nos habla de desastres que nos afectan a todos, y nos negamos a escucharla”, alertó la integrante de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados, María Guadalupe Edith Castañeda Ortiz.

Durante el foro “Unidos por el Xinantécatl y el Río Lerma”, subrayó la necesidad de sentar las bases para mitigar el deterioro de los recursos naturales, evitar la tala de bosques y la contaminación de ríos.

La Cuenca del Río Lerma, es de las zonas con mayor desarrollo económico y alrededor de 2,500 industrias vierten aguas residuales al cauce, estableció Castañeda Ortiz.

La representante popular por Morena, dijo que se tienen que aportar bases para proteger esa área, en favor de mejorar el medio ambiente en beneficio de la población.

Al foro asistieron investigadores y especialistas, donde expuso que se comparte la responsabilidad y el compromiso del cuidado del medio ambiente, al tiempo que refirió que la Organización de las Naciones Unidas, ha alertado desde 2008, del sobrecalentamiento global y la extinción de distintas especies.

Juan José Santibáñez Santiago, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), expuso que se necesita un marco jurídico que retome la formulación de la gran política de protección de los bosques y el medio ambiente.

Consideró que se requieren indicadores que notifiquen día a día, cuántos árboles se cortan, de qué edad son, cuáles son reemplazados y saber su tiempo de crecimiento. Asimismo, que la ciudadanía sepa clasificar la capacidad de contaminación.

Aclaró que “si invertimos el escurrimiento de las aguas industriales por potable hacia el Río Lerma, estaremos restaurando el ciclo natural del agua que de los bosques se envía a los ríos”.

Por su parte, la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Verónica Martínez Miranda, dijo que las comunidades que tienen su pozo cerca de alguna fuente de materia orgánica, como lo son los desechos, tienen una alteración directa de contaminación del agua.

Hizo notar, que algunas de las enfermedades que se generan en los lugares donde se tiene alta carga orgánica de contaminación, son: alergias, irritación en los ojos, asma, leucemia y púrpura.

Aludió a que el reto es eliminar la incorporación intermitente de tóxicos al agua de abastecimiento público, por infiltración de agua residual sin tratar.

Una solución a mediano plazo sería a través de la aplicación de barreras químicas de bajo costo que consiste en una mezcla de materiales inocuos, con elevada concentración de calcio y magnesio.

A su vez, la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Luz Emilia Aguilar Zínser, aludió que las personas deben ser conscientes de garantizar y asegurar a las generaciones futuras la viabilidad de su existencia, entregándoles en mejores condiciones los recursos recibidos.

Precisó que debe ser prioridad defender los bosques, el agua y la salud de los seres humanos. “Lo que está en juego, en verdad, es el futuro no sólo de la nación, sino del planeta”, por lo que se debe impulsar un nuevo modelo basado en el reconocimiento y que se convierta en una política superior.

“El ser humano lleva miles de años sobre la Tierra. Hemos necesitado de agua y la seguiremos necesitando; no podemos vivir sin agua y en cambio sí, sin petróleo. Hay muchas formas que podemos cambiar para poder tener otras fuentes de energía”, acotó.

 

About The Author