Ejido San Felipe, N.L., 27 de julio.- Frente a la severa sequía que afecta a la entidad especialmente la ciudad de Monterrey, habitantes de esta población con infraestructura hídrica como seis trampas de agua y un techo cuenca con capacidad de captación anual de más de 3.5 millones de litros de agua pluvial podrán captar al menos 149 litros del vital líquido.

Gracias a un Modelo de Gestión Territorial de infraestructura rehabilitada, conservada y al menos en 6 represas, lograron fortalecer la gestión del agua en el ejido, además de implementar 14 sistemas integrales de agricultura familiar para huertos de traspatio con macro túneles, con captación y almacenamiento de agua de lluvia en los techos de los hogares, así como sistemas de riego por goteo.

Con esta iniciativa, los pobladores podrán aprovechar mejor la leche de cabra, elaboraron dulces de leche, quesos suaves y cajeta, entre otros.

De esta forma las 15 familias del lugar con el agua captada tendrán por igual, disponibilidad para el cultivo de 500 metros cuadrados de hortalizas y con ello reducir en 30 por ciento el gasto familiar en alimentos.

El proyecto INNOVA AF apoyó a familias que viven en zonas semiáridas a mejorar prácticas de producción agroalimentaria frente al cambio climático, a sembrar hortalizas y desarrollar

Para el logro del objetivo se conjuntaron los esfuerzos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Comisión Nacional Forestal (Conafor), el Proyecto de Desarrollo Sustentable para las Comunidades Rurales de Zonas Semiáridas (PRODEZSA), y el proyecto Gestión del Conocimiento para la Adaptación de la Agricultura Familiar al Cambio Climático (INNOVA AF).

El IICA entregó a las 15 familias de la comunidad el proyecto que integra la sistematización de la Experiencia de Gestión Territorial para el Desarrollo Sostenible, como el Plan Estratégico del Ejido, el expediente del diagnóstico, plan estratégico y las relatorías de los talleres y otros productos generados durante la instrumentación del Proyecto INNOVA AF.

Los pobladores expresaron su compromiso con el fortalecimiento de la gobernanza del ejido, con el cuidado de la infraestructura que se instaló hace 25 años, de captación de agua de lluvia y en la conservación y aprovechamiento de los recursos naturales, así como su determinación de continuar con la construcción de fuentes de empleo para mejorar sus ingresos mediante el aprovechamiento sustentable de los recursos físicos y naturales.

Las familias expresaron que los resultados obtenidos les permitirán fortalecer las acciones para que más comunidades rurales mejoren sus condiciones de adaptación al cambio climático, impulsen la diversificación productiva y logren mayor inclusión de mujeres y jóvenes.

La experiencia en el ejido San Felipe y el modelo implementado contribuirán a que en otros ejidos y comunidades indígenas de México y América Latina, se apoyen proyectos territoriales de desarrollo para afrontar el cambio climático y lograr territorios y paisajes más resilientes. (Redacción MEXICAMPO).