El último recital de Joan Manuel Serrat en la CDMX
Por Eduardo González Silva
Ciudad de México, 22 de octubre.- En noche húmeda de otoño salpicada por pertinaz lluvia al inicio de su recital, habitantes de la Ciudad de México, provenientes de diferentes rumbos de la capital, fueron testigos del último recital del cantautor y poeta Joan Manuel Serrat, en la ciudad más grande y poblada de Latinoamérica.
El catalán de cepa, ha realizado desde inicios de año, su gira del adiós en los escenarios, convocó en el corazón del colonial Zócalo de la CDMX, a alrededor de 50,000 capitalinos, en gran número abuelos o padres de la generación millennials.
El concierto del nacido en el barrio barcelonés de Pueblo Seco, fue motivo para que los asistentes a coro siguieran sus canciones, en añoranza sin duda, a la música de Serrat que se escuchó el siglo pasado en la década de los 70, 80 y 90.
La carrera de Serrat fue detonante de la música en Latinoamérica en los años en que las dictaduras proscribieron la democracia, incluido su propio país.
Serrat sorprendió a Hispanoamérica, con gran sentido musical, puso acordes a los poemas de Antonio Machado (Cantares) y Miguel Hernández (Para la libertad), entre otras, sus interpretaciones lograron ser escuchadas en países víctimas de las dictaduras militares para así hoy lograr trascender hasta nuestros días.
Un parco Serrat característico en él, desde que su juventud quedó atrás, que mientras ya al final de su recital, escuchaba de la concurrencia la petición de otra, otra, decía a su público: todo lo que empieza termina, y la desilusión del haaa.
Sorprendido por la insistencia y sin que nada mediara para negarse, cerró su presentación con la “Fiesta”, y “Esos locos bajitos”. Con los acordes de fondo y con un Serrat que caminaba hacia fuera del escenario, una parte de los mexicanos acompañaron en el adiós a Joan Manuel Serrat.
Su último concierto en tierras latinoamericanas, será la noche del próximo domingo 23, que tendrá como escenario la Alhóndiga de Granaditas, en la ciudad de Guanajuato, en la clausura del Festival Internacional Cervantino, que llega ya a medio siglo de existencia.
