La decisión de Estados Unidos de imponer una cuota del 17.5 por ciento al tomate mexicano, que representa más de 350 millones de dólares anuales, busca frenar las exportaciones de México hacia el vecino país del norte las cuales pasaron del 32 al 54 por ciento.
La decisión del gobierno de EU de terminar este día con el Acuerdo de Suspensión a la Investigación Antidumping del Tomate Mexicano, que existía desde 1996, entre el Departamento de Comercio y los productores y exportadores mexicanos, ya se había anunciado hace tres meses, cuando se notificó a los firmantes de dicho acuerdo la intención de retirarse en un plazo de 90 días.
Y es que las cifras revelan el incremento que tuvieron las exportaciones de tomate mexicano en 2018, las cuales estuvieron cerca de los 2 mil millones de dólares, y donde el mercado estadounidense absorbió cerca de 95% de las exportaciones totales de tomate de México, ese año.
Un año antes en 2017, alrededor del 99 por ciento de las exportaciones de tomates tuvieron como destino el país vecino del norte, aunque también se envió el producto a Canadá y Japón, entre otras naciones.
Estadísticas del Departamento de Agricultura (USDA por sus siglas en inglés) indican que en 2017 se enviaron hacia Estados Unidos 24 mil 568 millones en productos agroalimentarios, de los cuales 3 mil 316 millones de dólares correspondieron a cervezas; 2 mil 335 millones, a aguacates; mil 842 millones de dólares, a tomates (mil 941 millones, según datos de la Secretaría de Economía), que es el tercer producto de exportación hacia esa nación.
Las ventas de tomate al vecino del norte crecieron monetariamente 506 por ciento, de 304 millones de dólares en 1993 a mil 842 millones de dólares en 2017; físicamente 303 por ciento, de más 400 mil toneladas en 1993 a un millón 612 mil toneladas en 2017.
Por el contrario los datos señalan que la actividad participativa de Estados Unidos en su propio mercado cayó de 65 a 40 por ciento, de ahí la urgencia de reactivar la petición de investigar el presunto dumping del tomate.
En el documento “La producción y el comercio del tomate en México”, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), de la Cámara de Diputados, destaca que en el acuerdo preliminar que firmaron Estados Unidos y México, se estableció que el comercio bilateral continuaría reciprocamente, sin aranceles y sin tiempos para el envío de ciertos productos agroalimentarios; sin embargo no se incluyó el tema del Acuerdo sobre el Tomate.
Por ello, el CEDRSSA sugiere establecer las condiciones para que los productores de tomates puedan competir en el mercado del norte, promoviendo la renovación del acuerdo sobre este producto, lo cual nos permitirá seguir enviando el producto, aún con las limitaciones que se fijan en los precios.
El tomate es el tercer producto agrícola de exportación de México después de la cerveza y el aguacate; 1 de cada 2 tomates que se consumen en ese país, son de origen mexicano.
La industria de tomate ha realizado inversiones significativas desde la implementación del TLCAN para convertirse en un sector altamente competitivo; en 2018, sus exportaciones a Estados Unidos estuvieron cerca de 2 mil millones de dólares, donde el mercado estadounidense absorbió cerca de 95% de las exportaciones totales de tomate de México en ese año.
La imposición de este arancel preliminar de 17.5% podría resultar también en la desviación del comercio de México hacia otros mercados que cuenta con acceso preferencial a los Estados Unidos.
De acuerdo con datos de la Universidad de Arizona, los consumidores de tomate de los Estados Unidos resultarán afectados con esta decisión, pues tendrán que enfrentar un incremento de precios de entre 38 y 70%, como resultado de la terminación del Acuerdo y de la aplicación de derechos compensatorios provisionales.
La producción y exportación de tomate apoya el empleo directo de más de 400 mil trabajadores agrícolas, que en su mayoría son migrantes quienes van acompañados de sus familias. En las zonas de cultivo de tomate se ofrecen oportunidades de educación para los hijos de los jornaleros y también acceso a la salud para sus familias.
Asimismo, la producción de tomate también genera, en al menos 17 entidades federativas, un millón de empleos adicionales en industrias relacionadas con la cadena de soporte, logística, servicios, entre otras.
CONSUMO DE TOMATE EN ESTADOS UNIDOS
El consumo per cápita en el mercado estadounidense ha pasado de 12 libras a principios de los años 1980, a un promedio de casi 21 libras entre 2010-2017.
El Acuerdo de Suspensión, durante más de dos décadas, permitió regular el acceso del tomate mexicano, en un mercado con una creciente demanda y ofreció a los consumidores estadounidenses y a las industrias que utilizan al tomate como insumo, allegarse a una mayor variedad de tomates, de mejor calidad y a menores precios.