Mantiene Producción para el Bienestar entrega de apoyos
-
El Programa tiene la expectativa firme de cumplir sus compromisos del 2020, con apoyo a productores de maíz, frijol, trigo, arroz, amaranto, chía y demás granos, así como de café y caña.
-
La operación del programa y de su estrategia de acompañamiento técnico la realiza la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural con la colaboración de la Coordinación General de Programas Integrales de Desarrollo, el INPI y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
El Programa Producción para el Bienestar reportó que hasta el 31 de marzo ha entregado apoyos a 511 mil 567 productores, quienes tienen predios con una superficie total de un millón 533 mil 392 hectáreas. El recurso pagado asciende a dos mil 120 millones nueve mil 752 pesos.
El Programa se mantiene en marcha y con la expectativa firme de cumplir sus compromisos de entrega de apoyos a lo largo de este año a productores de maíz, frijol, trigo, arroz, amaranto, chía y demás granos, así como de café y caña, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Detalló que, no obstante la contingencia del COVID-19, la operación de este programa prioritario del Gobierno de México continúa y en su operación se aplican protocolos sanitarios, incluido el de la sana distancia.
Agricultura ha contado en todo momento con la colaboración y el apoyo de la Coordinación General de Programas Integrales de Desarrollo de la Secretaría de Bienestar. Servidores públicos de Agricultura y servidores de la nación actúan conjuntamente en la tarea de registro de los beneficiarios, subrayó.
“El programa es parte fundamental del compromiso gubernamental de sostener continuo el abasto alimentario; los apoyos sirven para que los productores trabajen sus tierras y que coman ellos y sus familias, además de alimentar a la población en general, atendiendo las necesidades de los centros urbanos por supuesto”, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera.Resaltó el hecho de que Producción para el Bienestar, al estar orientado a productores de pequeña y mediana escala, concentra al 60 por ciento de sus beneficiarios en el Sur Sureste, región donde se observan los mayores índices de pobreza y marginación. La pequeña escala implica predios de hasta cinco hectáreas de temporal y 0.2 de riego, y la mediana escala, hasta 20 hectáreas de temporal y hasta cinco hectáreas de riego.
La expectativa del programa para abril-junio es tener al cierre de ese periodo un acumulado de dispersión de apoyos a favor de un millón 900 mil productores, con un recurso aplicado de poco más de nueve mil millones de pesos, esto es, 82 por ciento de avance respecto del presupuesto total del programa para 2020, que es de 11 mil millones de pesos.
Entre los apoyos que se estarán dispersando en abril-junio están los dirigidos a 240 mil productores de pueblos originarios, para lo cual la Secretaría de Agricultura contará con el acompañamiento y apoyo del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) en las tareas de registro y conformación de expedientes de los beneficiarios.
La estrategia de Acompañamiento técnico y fórmulas organizativas en regiones productivas del país, con base en el padrón de Producción para el Bienestar, también se mantiene en marcha. Parte de la labor fundamental de esta estrategia, de capacitar a técnicos agroecológicos y sociales y a promotores comunitarios (estos últimos becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro), está vigente por medio de una plataforma digital compartida entre todo este equipo, y luego, respetando los protocolos sanitarios que impone el COVID-19, los técnicos y los jóvenes transfieren el conocimiento a las y los productores.
Al igual que ocurre con la Coordinación General de Programas Integrales de Desarrollo y con el INPI, la relación de la Secretaría de Agricultura con la Secretaría del Trabajo y el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro es fluida y participativa, en aras de cumplir adecuadamente con los compromisos gubernamentales de Producción para el Bienestar.
“La prioridad es el bienestar de las y los productores y sus familias y la garantía de un abasto alimentario saludable, accesible y suficiente para el medio rural y el urbano”, refirió el subsecretario Víctor Suárez.
“El gran valor social que significan los campesinos, los pueblos originarios y, en general, los productores del campo, se evidencia una vez más ahora, en medio de esta crisis global, donde las y los productores responden: trabajan sin tregua para brindarnos algo que es básico: los alimentos. Así es y así ha sido siempre que se ha requerido el esfuerzo y compromiso de ellas y de ellos”, subrayó.