Para propiciar una mejor gestión del agua es indispensable el trabajo transdisciplinario, aseguró Rutgerd Boelens, profesor del Centro de Estudios y Documentación Latinoamericanos (Cedla), al dictar una conferencia en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) como parte de la Cátedra en Medio Ambiente “Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez”.

Al exponer el tema: «Territorios hidrosociales, conflictos y justicia hídrica: Gubernamentalidad y movilización por el agua en Latinoamérica», Rutgerd Boelens destacó la necesidad de generar políticas sustentables tomando en cuenta el poder de decisión político, pero sin dejar de lado la sabiduría de los indígenas, campesinos y población urbana, además de tomar en cuenta el entorno natural.

Durante la exposición señaló que para resolver el problema de la gestión del agua se requiere dejar atrás la visión anticuada de que los técnicos son los responsables de la construcción de sistemas de trasvase, de riego y de agua potable; se requiere, dijo, de la participación de ingenieros, antropólogos, sociólogos y profesionales de otras disciplinas, quienes en conjunto con la comunidad contribuyan a conformar estrategias sustentables.

Ante estudiantes y docentes reunidos en el auditorio Lenin de la Escuela Superior de Economía (ESE), el también profesor de Wageningen University and Research, de los Países Bajos (Holanda), agregó que los sistemas de gestión del agua son redes socionaturales complejas que tienen que ver con los controles técnico-biofísico, organizativo, sociolegal político, económico, cultural y metafísico.

“Estas redes tienen relación con las culturas, creencias y regiones del agua; por ello, es necesario combinar distintas disciplinas para una mejor gestión, porque estudiar el agua no se debe limitar a cuestiones hidráulicas, análisis de suelos, investigaciones antropológicas y estudios sociológicos por separado, sino tiene que haber colaboración interdisciplinaria y plataformas con la comunidad”, añadió el profesor de Ecología Política del Agua en Latinoamérica.

Rutgerd Boelens dijo que actualmente la gestión del agua difiere de la que se llevaba a cabo hace dos décadas cuando se podía construir un sistema de riego o buscar el caudal de un río, pues ahora toda área superficial está ocupada y se le tiene que reducir el agua a un área para dotar del líquido a otra zona, lo cual, apuntó, implica decisiones políticas y es motor de conflictos.

Mencionó que la gobernanza del agua se debe dar a través de una ecología política. No es la gestión del agua por el humano, sino la gestión de humanos mediante el agua, es como gobernar a la gente usando como medio el agua, tiene que ver con las ideologías y por detrás la gobernanza.

“La política del agua y su estudio lleva a formas de gobernar sobre la naturaleza y sobre grupos humanos. No solamente es gestión del agua, sino es gestión de gente, cómo guiar a la gente para producir un orden hidrosocial tan deseado por los grupos que toman las decisiones.

El catedrático del Cedla precisó que existen cuatro ámbitos de justicia que ayudan a tomar decisiones sobre la gestión del agua. Señaló que la justicia hídrica tiene que ver con las injusticias de la distribución, volúmenes y calidades del vital líquido; la de tipo socioeconómico se relaciona con el reclamo de redistribuir y con la lucha por el derecho a la igualdad.

En tanto que la justicia cultural está relacionada con el reconocimiento de las normas, reglas y derechos que tiene la gente en sus lugares de origen; mientras que la justicia de participación se refiere al derecho a la participación y a la toma de decisiones sobre la gestión”, precisó.

Rutgerd Boelens destacó que el derecho del agua constituye una relación sociotécnica que incorpora los aspectos hidráulicos, de la naturaleza y las relaciones humanas y todos ellos forman un eslabón que debe articularse con las diversas disciplinas en favor de una mejor gestión del líquido.