Acuacultura regenerativa para seguridad alimentaria y salud de los océanos
La Paz, B.C.S., 29 de noviembre.- Es posible equilibrar la producción acuícola con la conservación de los ecosistemas marinos, garantizando tanto la seguridad alimentaria como el desarrollo sustentable de las regiones costeras.
En el marco del Día Mundial de la Acuacultura, a celebrar este 30 de noviembre de cada año, la empresa líder en acuacultura regenerativa en México, Santomar reafirma el compromiso con la salud de los océanos y el bienestar de las comunidades costeras.
La acuacultura regenerativa ha sido adoptada por Santomar, como solución innovadora para restaurar hábitats marinos, proteger la biodiversidad y fomentar la producción responsable de alimentos. Este enfoque genera impacto positivo en el medio ambiente, ya que se centra en prácticas sustentables como la instalación de infraestructuras avanzadas en mar abierto, la creación de ambientes propicios para la crianza de especies, y el establecimiento de estrictos controles de calidad para asegurar condiciones óptimas de crecimiento para los organismos acuáticos.
Entre los pilares de la labor de Santomar, es la conservación de la Totoaba (Totoaba macdonaldi), especie endémica del Golfo de California, gracias al uso de tecnologías avanzadas en mar abierto, la empresa ha logrado llevar a cabo el cultivo de esta especie de manera responsable, contribuyendo a su preservación.
Su modelo de producción no solo proporciona recurso sustentable para el consumo humano, sino que también asegura bajo impacto ecológico. Los viveros marinos sumergibles de Santomar, pioneros en la industria, operan bajo el enfoque de mínima alteración ambiental, lo que garantiza la conservación de los ecosistemas circundantes.
“La conservación de los océanos y la protección de especies como la Totoaba, son fundamentales para el futuro saludable de nuestros océanos. Esta empresa se ha comprometido a utilizar la tecnología más avanzada para producir alimentos de alta calidad, “mientras trabajamos para regenerar nuestros mares y proteger la biodiversidad que dependen de ellos», destacó Pablo Konietzko, director general de Santomar.
La Totoaba, especie mexicana endémica originaria del Golfo de California, es conocida por su exquisitez y está regulada bajo estrictas pautas de calidad para evitar su sobreexplotación. La citada empresa es la única en México que tiene los permisos y los procesos necesarios para cultivar, operar y distribuir Totoaba de manera legal y responsable.
Para asegurar el mejor ambiente de desarrollo para esta especie, ha creado una granja de cultivo y criaderos en mar abierto, aprovechando las condiciones naturales excepcionales de agua y clima de la región.
El proceso de cultivo de Totoaba, se divide en varias etapas: Laboratorio, Criadero, Crecimiento, Cosecha, Proceso y Comercialización. En cada fase, equipo de biólogos y técnicos especializados trabaja para garantizar la reproducción y crianza de las especies bajo condiciones óptimas.
Las crías de Totoaba pasan 60 días en tanques que replican las condiciones naturales del mar, y posteriormente se trasladan a estructuras de alta tecnología diseñadas para resistir predadores y condiciones climáticas extremas, asegurando así su crecimiento y desarrollo seguro.
Gracias a rigurosos procesos de calidad, trazabilidad y compromiso con el cuidado del medio ambiente, Santomar se ha convertido en la primera Unidad de Manejo Ambiental (UMA) en México en obtener el respaldo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), consolidándose como líder en prácticas acuícolas responsables y sustentables.
La ubicación y las condiciones excepcionales para el cultivo de la Totoaba son cruciales para el éxito del proyecto. Se han adoptado buenas prácticas que no solo reducen la presión sobre los ecosistemas naturales, sino que también alcanzan equilibrio entre el desarrollo económico de la región y la conservación de esta especie.
Como parte del compromiso con la sustentabilidad, la empresa realiza liberaciones periódicas de Totoaba, cerca de Loreto, Baja California. Esta iniciativa de repoblamiento apoya no solo la conservación de la Totoaba, sino también de otras especies marinas en peligro, contribuyendo de manera significativa a la recuperación de los ecosistemas marinos de la región.
A través de estos esfuerzos, se está contribuyendo activamente a la protección de la biodiversidad marina y al desarrollo de una industria acuícola más responsable y respetuosa con el medio ambiente, demostrando que es posible producir alimentos de manera sustentable mientras se preserva el equilibrio natural de los océanos. (Redacción MEXICAMPO).