Alcanza dos mil millones de dólares valor de pesca deportiva
La Ley General de Pesca Acuacultura debe incluir los nombres científicos de las especies permitidas para la pesca deportiva, actividad que en el año alcanza los dos mil millones de dólares.
La importancia de la pesca deportiva para el país, se traduce en generador y efecto multiplicador en tres sectores de la economía que son: turístico, pesquero e industrial.
Ante este panorama se deben armonizar las disposiciones contenidas en la legislación de pesca y acuacultura sustentable, propuso el senador del PRI, Oscar Román Rosas González dijo que es pertinente que en la legislación se establezca la nomenclatura binominal en materia de pesca deportiva, ya que las especies que se señalan en el artículo 68 de la referida ley, no solamente cuenten con su nombre común si no que se especifique su nombre científico.
Rosas González, subrayó que es disposición permitirá que tanto autoridades como pescadores tengan la misma información y puedan tomar mejores decisiones en beneficio de éste sector y para el aprovechamiento sustentable de estos recursos.
Destacó que la iniciativa tiene la finalidad de evitar confusiones ya que en la actualidad el artículo 68 de la ley establece que “las especies denominadas marlín, pez vela, pez espada, sabálo o chiro, pez gallo y dorado, en todas sus variedades biológicas quedan destinadas de manera exclusiva para la pesca deportiva-recreativa, dentro de una franja de 50 millas náuticas, contadas a partir de la línea de base desde la cual se mide el mar territorial”.
El legislador consideró, en este sentido que dicho artículo ambiguo porque deja a la libre interpretación a las variedades biológicas lo que puede generar confusiones y a la postre de un manejo inadecuado del recurso pesquero.
Usar los nombres científicos tiene como objetivo precisó que todos los involucrados en el manejo de una especie, tengan la certeza de referir a la misma de manera inequívoca sin importar que sean investigadores, funcionarios de gobierno e incluso pescadores, ya que el nombre científico no excluye al nombre común.
Por último, estableció que la nomenclatura biológica es una herramienta exacta que trasmitir un significado preciso a las personas de todas las generaciones.
