AMLO a Trump: “No soy cobarde ni timorato”, no a la confrontación
Con la frase “no soy cobarde ni timorato”, Andrés Manuel López Obrador, respondió al anuncio del presidente estadunidense Donald Trump, de aplicar un arancel del cinco por ciento a todas las mercancías provenientes de México, a partir del próximo 10 de junio, como sanción “por no endurecer las medidas migratorias”.
Donald Trump, anunció en redes sociales la entrada en vigor de un arancel de cinco por ciento, a todos los productos mexicanos que ingresen a su país.
«Los Estados Unidos impondrán un arancel cinco por cientoa todos los bienes que entran en nuestro país desde México, hasta el momento en que los migrantes ilegales que llegan a través de México paren. La tarifa aumentará gradualmente hasta que se solucione el problema de la inmigración ilegal”, indicó el mandatario norteamericano.
Precisó, “si la crisis persiste”, los aranceles se elevarán a 10 por ciento y después un cinco por ciento ciento adicional cada mes durante tres meses”, e indicó que los aranceles se mantendrán permanentemente al nivel de 25 por ciento “a menos y hasta que México frene sustancialmente el influjo ilegal de extranjeros entrando por su territorio”.
El anuncio de Trump, de inmediato movió la cotización vespertina del peso-dólar, que a lo largo del jueves fluctuó en la banda de 18.20 en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, y por la tarde-noche llegó a los 19.50 pesos por cada billete verde.
Por su parte, López Obrador mencionó “estoy enterado de su última postura con relación a México. De antemano, le expreso que no quiero la confrontación. Los pueblos y las naciones que representamos merecen que, ante cualquier conflicto en nuestras relaciones, por graves que sean, se recurra al diálogo y actuemos con prudencia y responsabilidad”.
El siguiente es el resto del texto de la respuesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador:
El mejor presidente de México, Benito Juárez, mantuvo excelentes relaciones con el prócer republicano Abraham Lincoln. Posteriormente, cuando la expropiación petrolera, el presidente demócrata Franklin D. Roosevelt entendió las profundas razones que llevaron al presidente patriota Lázaro Cárdenas a actuar en favor de nuestra soberanía. Por cierto, el presidente Roosevelt fue un titán de las libertades. Antes que nadie proclamó los cuatro derechos fundamentales del hombre: el derecho a la libertad de palabra; el derecho a la libertad de cultos; el derecho a vivir libres de temores; y el derecho a vivir libres de miserias.
En este pensamiento fincamos nuestra política sobre el asunto migratorio. Los seres humanos no abandonan sus pueblos por gusto sino por necesidad. Es por ello que, desde el principio de mi gobierno, le propuse optar por la cooperación para el desarrollo y ayudar a los países centroamericanos con inversiones productivas para crear empleos y resolver de fondo este penoso asunto.
Usted sabe también que nosotros estamos cumpliendo con nuestra responsabilidad de evitar, en la medida de lo posible y sin violentar los derechos humanos, el paso por nuestro país. No está de más recordarle que en poco tiempo, los mexicanos no tendrán necesidad de acudir a Estados Unidos y que la migración será opcional, no forzosa. Esto, porque estamos combatiendo la corrupción, el principal problema de México ¡como nunca! Y, de esta manera, nuestro país se convertirá en una potencia con dimensión social. Nuestros paisanos podrán trabajar y ser felices donde nacieron, donde están sus familiares, sus costumbres y sus culturas. Presidente Trump: los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas. ¿Cómo convertir de la noche a la mañana al país de la fraternidad para con los migrantes del mundo en un gueto, en un espacio cerrado, donde se estigmatiza, se maltrata, se persigue, se expulsa y se le cancela el derecho a la justicia a quienes buscan con esfuerzo y trabajo vivir libres de miseria? La Estatua de la Libertad no es un símbolo vacío.
Con todo respeto, aunque tiene el derecho soberano de expresarlo, el lema “Estados Unidos primero” es una falacia porque hasta el fin de los tiempos, incluso, por encima de las fronteras nacionales, prevalecerán la justicia y la fraternidad universales.
De manera específica, ciudadano Presidente: le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio y, por favor, recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios: creo en la política que entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación y la guerra. No creo en la Ley del Talión, en el “diente por diente” ni en el “ojo por ojo” porque, si a ésas vamos, todos nos quedaríamos chimuelos o tuertos. Creo que los hombres de Estado y aún más los de Nación, estamos obligados a buscar soluciones pacíficas a las controversias y a llevar a la práctica, por siempre, el bello ideal de la no-violencia.
Por último, le propongo que instruya a sus funcionarios, si para ello no tiene inconveniente, que atiendan a representantes de nuestro gobierno, encabezados por el secretario de Relaciones Exteriores de México, quienes a partir de mañana se trasladarán a Washington. (Redacción MEXICAMPO).