Por Norma Hernández Escorcia

Ricos en nutrientes y vitaminas A, C, E y B (B1, B2, B6, B12), los espárragos son una fuente natural de fibra que ayuda a mantener saludable al cuerpo. Poseen cromo, oligoelemento que mejora la circulación de la sangre; glutatión, un excelente antioxidante que previene el cáncer; ácido fólico, que fortalece el cerebro; y hierro, calcio, fósforo, sodio y zinc, que neutralizan las células radicales que dañan y envejecen el cuerpo.

Los espárragos tienen un mínimo de aporte calórico, debido a su contenido bajo en hidratos de carbono; poseen también potasio, que favorece la eliminación de líquidos, por lo que tienen propiedades diuréticas y, junto al hierro, el ácido fólico contribuye a la formación de glóbulos rojos. La vitamina A es buena para la vista, las uñas y el pelo, y actúa como depurativo; la vitamina B ayuda al sistema nervioso central, entre otras muchas virtudes. Y, por si fuera poco, previene malformaciones, porque el ácido fólico ayuda a regular la formación de células nerviosas embrionarias y fetales.ESPARRAGOS

Los espárragos ya se usaban como comida en el Valle del Nilo, Egipto, hace 20 mil años. Por sus cualidades medicinales y gastronómicas, fueron muy valorados en la antigua Grecia. Hipócrates, en el siglo V a.C., los usó para combatir la diarrea, el dolor dental, la disentería, el lumbago y las enfermedades urinarias. Y fueron los griegos quienes dieron al espárrago su nombre, retomándolo del persa sparag, que significa brote o retoño.

Los espárragos se pueden comer solos, fríos o acompañando carnes o pescados.

En México, los estados productores son: Sonora (Caborca y San Luis Río Colorado) Baja California y Guanajuato, siendo sus destinos de exportación principales: Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido y Alemania. Pero el mercado nacional reporta un consumo menor al cinco por ciento, pese a que esta verdura posee enormes cualidades nutricionales.