FOTO: SAÚL LÓPEZ / CUARTOSCURO.COM

Por: Eduardo González Silva

II Parte

En México, la fabricación de azúcar fue una de las primeras industria de transformación que se fundó en el siglo XVI, en la entonces Nueva España. Y así como enriqueció a los antiguos colonizadores, con el paso del tiempo se han sucedido expropiaciones, privatizaciones (por lo menos en dos ocasiones) y rescates fiscales.

Entre los principales beneficiarios se menciona a Grupo Escorpión, del desaparecido refresquero Enrique Molina, el Grupo México con nueve ingenios; siete del  Grupo San Miguel; cinco de Grupo Machado; otros más  para Grupo Sucarmex; cinco para Grupo Santos; seis para Grupo Saénz, y tres a Grupo PLAZA, entre otros.

Los productores han expresado su inconformidad, porque el precio del azúcar ha caído más de 40 por ciento en un año, con pérdidas calculadas en nueve mil millones de pesos.

Esperaban que el ex titular de la Sagarpa, Enrique Martínez y Martínez, anunciaría un programa de apoyo a los productores de caña, para resarcir la caída de precios, sin embargo, dicho funcionario ya no es el responsable de la Secretaria.

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Se calculaba que la dependencia podría haber destinado estímulos por tres mil millones de pesos, y como parte del programa, existía la posibilidad de llevar los excedentes de azúcar a plantas de Texas, Estados Unidos donde se produciría etanol y lograr sacar algo de la existencia, para que el precio volviera a alcanzar su nivel accesible; sin embargo no fue así.

Sector débil y con caída en el precio

Los productores de caña, aseguran que el problema no es sencillo de resolver, y lo que se pretende es que los cañeros tengan recursos al menos para lograr sus costos de producción.

Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros, ha insistido que en alguna ocasión hubo pláticas con Petróleos Mexicanos (Pemex), a fin de enviar el azúcar excedente para producir etanol, que vendría como aditivo en la gasolina.

Sin embargo, el tema quedó años atrás en todo un misterio, sobre todo luego de la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto. Incluso se llegó a mencionar que dos ingenios tenían la tecnología para producir etanol para el mercado nacional.

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Un sector débil cuyo bulto de 50 kilos en la Central de Abasto del Distrito Federal en el 2012 fue de 620 pesos y hoy es de 399 pesos, imposibilitado para competir con países como Australia, Brasil o Cuba, con alta producción a muy bajo costo, y con la competencia de la Alta Fructuosa, que de acuerdo, incluso, con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el dulce entra a las aduanas de México a 340 pesos.

El líder de los productores Blackaller Ayala, ha mencionado que existen contratos para la exportación por un millón 450 mil toneladas, debidamente programadas, por lo que hay confianza de colocar el total de los excedentes de la producción que ha sido superior a las seis millones de toneladas.

El pasado 31 de julio del año en curso, la Secretaría de Economía, informó que el monto del cupo máximo para exportar azúcar a Estados Unidos para el ciclo que va de octubre de 2015 a septiembre de 2016, será de 983 mil 247 toneladas métricas valor crudo.

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Lo anterior, luego de que México y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo final en diciembre del año pasado para terminar una disputa sobre el comercio de azúcar que amenazaba con convertirse en una guerra comercial extensa.

Y ya en abril pasado, el Departamento de Comercio estadunidense reanudó las investigaciones por posible dumping a importaciones de azúcar de México.

Más caramelos del gobierno para el sector privado

Después de la licitación del pasado 12 de junio de nueve ingenios administrados por el gobierno federal, de los que cinco no resultaron atractivos para los inversionistas, Carlos Rello Lara, hasta ahora director del Fideicomiso Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA), habló de la necesidad de “entusiasmar más a los inversionistas”, a fin de que las cinco fábricas que administra el gobierno federal finalmente se vendan.

Optimista, dijo que “se tiene no sólo la expectativa de que se puedan vender este  año, es nuestro deber y lo vamos a tener que hacer”, sostuvo que “son inversiones con estrategia, y que uno tiene que casarse no solamente para ganar en el primer año, sino son inversiones que llevan compromiso de todos: los productores, de los trabajadores, pero sobre todo de las regiones en que se encuentran”.

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Dio a conocer que la Secretaría de Hacienda y el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, son las que evalúan las condiciones generales de la economía, del sector y de los ingenios para determinar la manera en la que se realizará una nueva licitación.

“Están perfectamente localizadas las áreas productivas de la caña de azúcar y lo más importante es que podamos devolverlos al sector privado para que puedan ser objeto de inversiones, que los modernicen todavía más y sobre todo que se diversifique la producción, no sólo en azúcar y mieles, sino que también que vayan hacia la energía”.

De acuerdo al funcionario por los cinco ingenios: El Potrero, San Miguelito, La Providencia, El Modelo y Plan de San Luis, que en conjunto producen 596 mil toneladas de azúcar, representarían ingresos para la federación por cuatro mil 991 millones de pesos, según el precio base.

“Logramos, presumió, reducir los costos. Nosotros pensamos que estos ingenios podrán llegar a tener un retorno de 15 por ciento anual”, y dijo que el capital nacional puede ir de la mano con el extranjero, tal y como ocurre con los dos grupos que compraron cuatro ingenios azucareros, Zucarmex y Betaq San Miguel: tienen alianzas con empresas internacionales porque son exportadores de azúcar a Estados Unidos.

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“Son empresas mexicanas que trascienden ya las fronteras, entonces deben estar muy animados todos de que más inversionistas vengan a este gran sector de la caña de azúcar”, comentó.

Betaq San Miguel, es “casualmente” propietario del ingenio azucarero de Quintana Roo, donde las condiciones labores son deplorables, con ejemplos claros de exclusión social, bajo complacencia de las autoridades locales y federales, tal como lo detalla el estudio de la investigadora del Colegio de la Frontera Sur.

Para la académica el cultivo de la caña de azúcar “es un tema que viene a mostrar, con mucha pena, que vemos historias prácticamente referidas a la época colonial o al siglo XIX en las que las condiciones de estos trabajadores no han cambiado mucho”.

Este siete de septiembre el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), en su página de internet, publicó Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), publicó las bases de la licitación pública de los cinco ingenios en manos del gobierno.

Las bases fueron elaboradas por las secretarias de la Función Pública; de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN). Proceso que deberá concluir el 24 de noviembre con la apertura de las ofertas de compra y el fallo en el que se declarará a los ganadores.