Errónea la política hacia el campo, sólo generó pobreza
Yolanda Hernández Escorcia
La visión de que el campo es sólo agricultura y no recursos naturales, ecología, sustentabilidad y desarrollo, ha sido errónea porque lo único que ha provocado que en los últimos 40 años, es pobreza entre la población rural, que constituye el 38 por ciento de los 120 millones de mexicanos, aseguró Gustavo Gordillo de Anda, Secretario Técnico del Grupo Agenda Rural iniciativa del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp) con apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y de la Fundación Ford.
En entrevista Gordillo De Anda expuso qué para sacar del atraso y pobreza a los campesinos y pequeños productores del país, requiere dejar de tratar a los pobres como pobres y verlos como personas con alto potencial productivo, capaces de impulsar cambios con el acompañamiento del Gobierno y la capacitación técnica y organización necesarias.
Al hablar acerca del documento: La nueva sociedad rural, que generó el Grupo Agenda Rural, explicó que es una propuesta que se presentó a los asesores de los candidatos presidenciales sobre las políticas públicas, que podría aplicar el próximo gobierno para el medio rural, con un enfoque multidimensional.
El documento que fue elaborado por 14 expertos en materias agrícola, alimentaria, de medio ambiente, de cohesión territorial, de bienestar y pacificación, de equidad en la entrega de subsidios entre productores de pequeña, mediana y gran escala que propone impulsar el desarrollo territorial y regional del país, más allá del ámbito sectorial.
Gordillo de Anda quien ha sido activista y promotor de organizaciones rurales, académico y funcionario público, enfatizó que la política hacía el campo ha estado orientadas a compensar las carencias y no a eliminar la pobreza que permea y lo que se requiere ahora es enfrentar esas fallas y responder a la diversidad del campo.
Uno de los principales problemas de esta política es la falta de coordinación entre las dependencias al momento de aplicar los recursos y alcanzar los objetivos y metas de cada uno de los programas asistencialistas. En ese sentido consideró que es necesario eliminar la multiplicidad de programas que no buscan la inclusión productiva de los pequeños productores y si fomentan la corrupción.
Comentó que de acuerdo con las encuestas nacionales del INEGI, del impuesto al gasto, de ese 38 por ciento de las personas que viven en el campo no todas se dedican a la agricultura ha cambiado la estructura de ingreso de los hogares, creció el de salarios agrícolas y no agrícolas en los estratos más bajos, creció la transferencia pública a través de programas como Prospera.
En el documento arriba citado, los especialistas señalan que el Estado y los habitantes rurales han visto erosionada la gobernabilidad en algunas regiones del territorio nacional. A partir del recrudecimiento de la guerra contra las drogas (2007-2017), el crimen organizado ha logrado cooptar y/o someter a poblaciones rurales para la producción, tráfico de drogas u otras actividades ilícitas como el robo de combustible.
La propuesta en materia agroalimentaria, apoyar a los pequeños productores y aumentar la producción de granos y otros alimentos para dejar de ser dependientes de las exportaciones de arroz, trigo, soya, maíz. “Hoy la autosuficiencia alimentaria es un asunto estratégico y de seguridad nacional”.
Proponemos una política integral que impulse el potencial productivo de los campesinos, ofrezca capacitación, organización y créditos no solamente institucional, oficial y privado, sino redes de micro finanzas que se podrían invertir en infraestructura, obras de irrigación.
Un programa integrado con una bolsa presupuestal orientada a estos aspectos y con un esquema parecido al de Prospera en el que define la población que va a ser atendida (la más pobre) La Secretaria de Salud y la de Educación implementan esos servicios y ese fondo de recursos debería estar operado desde agricultura e instalado con criterios que establecen Prospera, porque lo que queremos es estar seguros que esos recursos lleguen a la gente más pobre en conjunto y les permiten aumentar su potencial productivo.
Participaron en la elaboración de este documento Kirsten Appendini, Julia Carabias, Alfonso Cebreros, Max Correa, Isabel Cruz, Jaime de la Mora, Enrique Del Val, Margarita Flores, Gustavo Gordillo, Sergio Madrid, Francisco Mayorga, Héctor Robles, José Sarukhan, John Scott y Antonio Yunes.