​El secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, destacó que la conservación, mejoramiento y aprovechamiento de las plantas nativas del país, como el maíz, frijol, chile y el amaranto, ha permitido posicionar el trabajo de los agricultores de pequeña escala, así como su contribución al abasto de alimentos.

​México como centro de origen del amaranto ha compartido con el mundo este alimento, y se promueve su cultivo en Nigeria y Benín; en la India, se elaboran dulces (laddu) semejantes a las alegrías mexicanas, y en China, la harina se utiliza para hacer fideos y dulces.

​Con su domesticación en Mesoamérica, el huautli forma parte de la agricultura tradicional de México, asociado al Sistema Milpa, y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), lo ha considerado dentro de los 50 alimentos del futuro.

​​Ante la celebración mundial de este cereal, la Lotería Nacional realizó un sorteo, que constó de dos millones 400 mil cachitos, con un premio mayor de 27 millones de pesos en dos series, así como premios y reintegros.

El gobierno de México impulsa la producción de los cultivos estratégicos y emblemáticos, y promueve el consumo de alimentos sanos y nutritivos.

En la conmemoración (virtual) del Día del Amaranto, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, señaló que la celebración a estos cultivos, con la participación de la Coordinación General de la Memoria Histórica y Cultural de México de la Presidencia, ha permitido posicionar el trabajo de los pequeños productores y su contribución al abasto de alimentos.

A la fecha, destacó, en el país se han liberado 14 variedades de amaranto mejoradas y registradas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (Snics) -instancia sectorizada de la Secretaría de Agricultura-, que ya son sembradas por agricultores de pequeña escala.

Indicó que este avance contribuirá a duplicar el rendimiento del grano, que actualmente es de 1.7 toneladas por hectáreas, y acortará los ciclos de cultivo en al menos un mes, con lo que se logrará optimizar los costos de producción, mitigar los riesgos de pérdidas de cosechas y mejorar los ingresos de las familias de agricultores.

En la presente administración federal, apuntó, dio inicio el Programa Nacional de Semillas 2020-2024, orientado a desarrollar un conjunto de instrumentos de política pública para conservar, desarrollar y aprovechar el material genético de las plantas nativas del país y de otros recursos genéticos, con la participación de centros de investigación, universidades agrícolas y redes de productores.

Subrayó que desde el 2019 el amaranto forma parte de la canasta básica, que pasó de 23 a 40 productos, que son distribuidos en las comunidades rurales a través de las tiendas Diconsa, a cargo de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), lo que ha significado la comercialización en beneficio directo de los productores.

El coordinador general de la Memoria Histórica y Cultural de la Presidencia de la República, Eduardo Villegas Megías, mencionó que como elemento histórico y de identidad nacional, el amaranto tiene que ver en nuestra configuración como país y como producto emblemático.

Afirmó que el éxodo del campo a la ciudad pone en riesgo la autosuficiencia alimentaria, y es por ello que el Programa de Memoria Histórica promueve las riquezas naturales, con el propósito de colocarlos en el ojo de atención y proyectar alimentos sanos y nutricionales, además de reconocer a las productoras y productores que posibilitan la producción en el campo.

El director regional del Sureste del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Luis García Barrios, destacó al amaranto como un “súper alimento” y que forma parte de las acciones de Agricultura en el impulso de cultivos de los pueblos prehispánicos: selección genética y con mayor calidad alimenticia.

Este producto, dijo, aporta, en forraje, verdura y dulces, un número importante de vitaminas y nutrimientos, y uno de los retos es mejorar la producción de alimentos con el aprovechamiento de la diversidad y plantas endémicas del país, donde el Conacyt pone énfasis.

Para la arqueóloga del Museo Arqueológico de Xochimilco, María Teresa Herrera Ortiz, los vestigios arqueológicos que tienen más de cinco mil 400 años antes de nuestra era y de los procesos en ollas de barro que revela el códice Florentino, así como de usos medicinales que siguen siendo parte de nuestros pueblos.

El especialista del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Eduardo Espitia Rangel, expuso la innovación en amaranto, y resaltó la importancia del resguardo y uso de materiales genéticos, su cultivo en las diferentes regiones y la adaptación mecanizada, por monocultivo o a través del Sistema Milpa para el incremento de la producción del cereal.

De la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Hiram Morán Bañuelos, explicó las razones nutrimentales por las cuales el amaranto se considera un súper alimento, donde destaca sobre otros cultivos por su alto contenido en proteína, fibra y aceites grasos esenciales en la protección cardiovascular.

Este último solía obtenerse del hígado de tiburón, sin embargo, varios estudios demostraron que el grano reventado de amaranto tiene el mismo contenido y beneficio para quien lo consume, indicó.

También participó la productora de amaranto del Municipio de Tochimilco, Puebla, Yolanda Cacique Oliva, quien, al igual que otros productores del estado, sigue resguardando la especie, su variedad genética y los conocimientos ancestrales. (Redacción MEXICAMPO).