Por Israel Pérez Valencia

Santiago de Querétaro, Querétaro. 11 de agosto de 2016.- Como parte del crecimiento del vivario de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN), la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) inauguró el aracnario, un espacio que promoverá el trabajo de docencia, investigación y divulgación científica respecto a los arácnidos, otros artrópodos y su papel en los ecosistemas.

Este aracnario, que alberga especies diferentes de arácnidos y artrópodos como escorpiones, vinagrillos, ciempiés y tendarapos, de México, la India y África, forma parte del vivario de la UAQ, conformado por un herpetario y un cocodrilario registrados desde el año 2000 ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).aracnario

En ese sentido, el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ, Juan Joel Mosqueda Gualito, señaló que el objetivo de este nuevo escenario es contribuir al conocimiento de estas especies en las áreas de la investigación científica, ecología, veterinaria y la salud, que no han sido abordadas hasta el momento.

“Los arácnidos y demás artrópodos generan sustancias que no han sido estudiadas del todo, sobre todo para protegerse contra agentes patógenos. Por ejemplo, la telaraña y el veneno de las tarántulas no se invade de bacterias u hongos porque contiene péptidos antimicrobianos que las protegen, de ahí que ni la tela ni la comida se les descomponen. Esos péptidos de muchas de las especies de tarántulas no están caracterizados y pueden ser la base de futuros tratamientos contra bacterias o antibióticos, que incluso podrían patentarse”, indicó.

Otro de los objetivos, de acuerdo con Mosqueda Gualito, es impulsar la investigación de las áreas biológica y veterinaria, en especial, en lo referente al entrenamiento de especialistas que puedan llevar a cabo procedimientos como son la anestesia y cirugía de estas especies.

“Las tarántulas ahora pueden anestesiarse o someterlas a algunas cirugías básicas, como la remoción de tumores, la curación de heridas cuando se les fractura una pata que pudiera generar la salida de hemolinfa, que es como la sangre de las tarántulas. También existen enfermedades y patógenos que afectan a las tarántulas pero de los que no hay mucha información al respecto, de ahí la importancia de capacitar a nuestros estudiantes, porque la estructura biológica de estas especies es muy diferente a la de los mamíferos”, destacó.

En ese sentido, el investigador y técnico del aracnario, Luis Cuéllar Balleza, destacó que otro de los objetivos del aracnario de la UAQ es congregar la investigación científica en lo que respecta al estudio del veneno de estas especies.

“Ya contamos con un par de estudios en la Facultad de Química de la UAQ que están trabajando con venenos de tarántulas, queremos involucrarnos con esos investigadores y ver en qué podemos apoyarlos, particularmente con la extracción del veneno. También se comenzó un estudio sobre biodiversidad, junto con el biólogo investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jorge Mendoza, para producir un artículo sobre una especie nueva de tarántula registrada aquí en Querétaro. Hay varias especies de tarántulas y arañas que tienen veneno, el detalle es que no todos los venenos son tan potentes o de importancia médica para el humano”, sostuvo.

Venenos y antídotos

Por su parte, la técnica responsable del vivario de la UAQ, Martha Sandra Cruz Pérez, informó que este centro apoya también el trabajo de investigación enfocado en el estudio de venenos para la producción de antídotos y fármacos.

“En el caso de las serpientes, sabemos que el veneno de algunos animales que tenemos en el vivario se utiliza para elaborar algunos fármacos importantes, como el Captopril, utilizado para atender la hipertensión arterial. Actualmente estamos apoyando estudios sobre la composición química de los venenos para la mejora de los antídotos en conjunto con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM)”, indicó.

Otra de las actividades que realizan los especialistas del vivario de la UAQ, de acuerdo con Cruz Pérez, es el apoyo a centros hospitalarios del estado cuando reciben a pacientes envenenados por arácnidos u ofidios, identificando las características del agresor y proponiendo el tratamiento de antídotos adecuados para la rápida recuperación de los pacientes a través de un trabajo multidisciplinario.

“En México contamos con los antídotos básicos que son Antivipmyn, que es para todas las serpientes de la familia de los vipéridos, como la nauyaca (Bothrops aspe) o la serpiente de cascabel (Crotalus); el Coralvim, para los elápidos, como las coralillo (Micruroides euryxanthus); el Alacramyn, que se utiliza en las picaduras de alacranes; el Aracmyn, que es el antídoto para la mordedura de la llamada viuda negra (Latrodectus mactans); y el Reclusmyn, para la araña violinista (Loxosceles laeta)”, abundó.

Respecto a esta última especie de arácnido, la técnica responsable del vivario de la UAQ aseguró que por desinformación, sobre todo en las redes sociales, se difundió el rumor de que se estaba generando una plaga de la araña violinista en el país con un aumento de víctimas mortales en la población.

“Ese rumor no solo fue en Querétaro, sino a nivel nacional. Por desgracia, nos estamos educando en el Internet donde empezaron a salir una infinidad de informaciones falsas alarmando a la población. Efectivamente la mordedura de esta araña es peligrosa pero han sido casos aislados, por lo que es muy importante la concienciación sobre estos ejemplares que, evidentemente, son venenosos pero no agresivos. Incluso los efectos de la mordedura de viuda negra son mucho más rápidos; en el caso de las violinistas, el paciente comienza a tener un ardor y va a apareciendo lo que llamamos la placa marmórea que puede llegar a ser necrotizante si no se le da la atención hospitalaria indicada”, finalizó.(Agencia Informativa Conacyt).