17 abril, 2025
jovenes rurales

Ciudad de México, diciembre 2017.- En México los jóvenes rurales, aproximadamente unos 14 millones entre 12 y 29  años,  enfrentan un panorama complejo para integrarse a las actividades productivas e impulsar cualquier cambio que les permita salir de las condiciones de pobreza en que viven, lo anterior se desprende del Diagnóstico de la juventud rural y acciones para atenderles en México.

El Diagnóstico ofrece una revisión del perfil socio-demográfico de los jóvenes rurales y los problemas que enfrentan. Incluye nueve apartados: pobreza, situación civil, vida sexual de las mujeres, educación, condiciones de empleo, afiliación a regímenes de salud, migración, violencia y participación social y política.

Jorge Romero León, secretario técnico del Grupo de Dialogo Rural México expuso los resultados de este diagnóstico y enfatizó que la falta de articulación de los pocos programa públicos que existen y los limitados recursos que se destina para su atención, los mantienen en condiciones de desventaja frente a otros sectores de la población.

En conferencia de prensa, Romero León explicó que al igual que otros países de América Latina, en México los jóvenes rurales no tienen el mismo acceso a educación, trabajo, salud, migración, participación social y política, que los que habitan en las zonas urbanas.

La escolaridad en los jóvenes rurales es menor y las expectativas de desarrollo aumentan conforme su residencia es más urbana. El promedio de escolaridad es mayor en mujeres, y mientras más pequeñas son las localidades las expectativas de que terminen al menos la educación primaria también disminuyen.

Jorge Romero León, secretario técnico del Grupo de Dialogo Rural México

En el ámbito laboral los jóvenes que no estudian ni trabajan alcanza un 9.5 por ciento de las personas de 20 a 24 años, contra un 7 por ciento en el medio urbano; en el rango de 25 a 29 años de edad es 8.8% contra 6.7%, y de 15 a 19 años, 6.3% contra 4.7%.

El 2 por ciento de los hombres y el 1.5 por ciento de las mujeres son analfabetas, cifras que aumentan a 4.4 y 6.1 por ciento en la población indígena.

El diagnóstico reveló que en hechos de violencia, las estadísticas se acentuaron más en mujeres asesinadas en las localidades rurales de menos de 2500 personas.

Respecto al fenómeno migratorio el diagnóstico encontró que los jóvenes rurales migran más hacia el extranjero, mientras que en las áreas urbanas lo hacen más a ciudades del interior del país.

Se encontró que el Estado de México, Coahuila, Veracruz, Oaxaca y Puebla, son los tres estados donde la juventud rural tiene una mayor presencia respecto de la población en general, si se les compara con las otras entidades de la República.

Un hallazgo importante del Diagnóstico en la revisión de políticas públicas es que existen componentes aislados de programas (por ejemplo el denominado Arráigate, de la Secretaría de Agricultura) con baja cobertura y cuyos efectos no han sido evaluados.

Otros apoyos productivos (de PROSPERA, INAES, INADEM) prometen, pero tienen recursos limitados y no sabe si llegan a los jóvenes. Asimismo, falta coordinación entre los apoyos que requieren a lo largo de su vida (en educación, para incorporarse al mercado laboral, emprendimiento donde la inclusión laboral es limitada, entre otros).

Por último, la cobertura rural de programas laborales y de emprendimiento es casi nula.

El GDR México apuesta a que la conjunción de esfuerzos de la colectividad plural de actores de la sociedad convocada y que dialogará en su seno a lo largo de 2018 y 2019 avance en definir y poner en marcha esquemas que favorezcan a las y los jóvenes rurales.

Este Grupo es parte de una iniciativa mayor de Grupos de Diálogo Rural que es apoyada por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) desde 2010 y que hoy día está presente en Colombia, Ecuador, Perú y México, facilitada por Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.

El documento está disponible en días próximos en la página web de Rimisp, www.rimisp.org

 

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