11 octubre, 2024

Irracional manejo e intereses en torno al agua en México

*Los 10 decretos firmados por Peña Nieto, para uso discrecional del agua

*La herencia del conquistador: secar el lago del Valle de México

Eduardo González Silva

Después de la firma por el priísta Enrique Peña Nieto de 10 decretos, el pasado cinco de junio, para levantar la veda en 295 cuencas hidrológicas, se confirma a lo largo de la historia, del uso faccioso que se ha hecho del vital líquido en el país.

Penosamente, México es la única nación que por más de medio siglo, realiza demencial transferencia de agua en la historia de la humanidad, para abastecer del recurso a la capital, al bombear el recurso -19,000 litros por segundo-, del lado del Océano Pacífico, de una altura de 1,600 metros sobre el nivel del mar en su punto más bajo, y a los 2,702 metros en su parte más alta, para luego sacarla a los afluentes del río Pánuco, y tirarla ya contaminada al Golfo de México.

Fiel a su costumbre, Peña Nieto firmó decretos con un lenguaje jurídicamente amañado (como la reforma energética, fundamentalmente), para levantar una veda que a la letra indica, que, “áreas específicas de las regiones hidrológicas, cuencas hidrológicas o acuíferos, en las cuales no se autorizan aprovechamientos de agua adicionales a los establecidos legalmente y éstos se controlan mediante reglamentos específicos, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad, por la afectación a la sustentabilidad hidrológica, o por el daño a cuerpos de agua superficiales o subterráneos”.

Con evidente complejidad legal, los decretos, dan pie a que titulares de Sagarpa y Conagua, pero sobre todo los gobernadores, tengan amplia facultad para decidir con base a “reglamentos específicos”, quién o quiénes, podrán tener el control discrecional de la cantidad y  calidad del líquido.

Podrán ser particulares, representantes de compañías refresqueras, mineras, explotación de hidrocarburos (fracking), siderúrgicas, inmobiliarias, etcétera, las que podrán acceder al vital líquido que se encuentra en la superficie pero sobre todo en el subsuelo, agua que se concentra en 97 por ciento del total de la que hay en el país.

Así y sin problema alguno, para la contención social, en el caso del centro de la República, se mantendrá el abasto de agua para una parte del Estado y la Ciudad de México, -aún y con todo el desperdicio por fugas de 40 por ciento-, con el suministro de 30 por ciento, tanto para la población como para todo tipo de industria a través del Sistema Cutzamala.

ABASTO DE AGUA A CAPRICHO

La cobertura de agua potable, por el Sistema Cutzamala, considerada una obra de ingeniería, estrategia ideada por uno de los políticos del país más acaudalados y corruptos, que de modesto profesor pasó a prominente empresario: Carlos Hank González.

Por el aumento desproporcionado de la población en la zona nororiental del Estado y Ciudad de México, se requiere día a día del aumento del abasto en caudal de agua potable, para lo cual se ha planeado encausar los afluentes del río Temazcaltepec, lo que aportaría 5 metros cúbicos por segundo de agua, para lo cual se debe construir una nueva presa llamada El Tule, y un nuevo túnel, además de sistemas de bombeo, trabajos que han iniciado en nivel de anteproyecto pero se han encontrado con una fuerte oposición social. ​

Las características del Sistema Cutzamala son impresionantes, opera con siete presas, seis plantas de bombeo, que en su conjunto consumen sorprendentemente 2,280 millones de kilowatts cada hora, el equivalente al consumo de energía eléctrica de la ciudad de Puebla.

Además, tiene 334.4 kilómetros de canalizaciones primarias para el agua, distribuidas en 218 kilómetros de acueductos por tubería metálica y de concreto, 43.9 kilómetros de túneles y 72.5 kilómetros de canales abiertos.

Existe también una planta potabilizadora, con capacidad para 19 metros cúbicos por segundo, de esa cantidad  seis metros cúbicos por segundo de agua provienen del río Lerma (31.5%), mientras 13 son del Cutzamala (68.5%), una aportación que representa poco más del 30  por ciento del agua que se consume en la CDMX.

Se privilegia así a los habitantes del Valle de México, ante la permanente inconformidad de miles de pobladores de las comunidades rurales que se encuentran en torno al Sistema Cutzamala, al no tener éstas, garantizado el uso del agua para el regadío de sus cultivos.

EN EL SURESTE TAMBIÉN HACE AIRE

Por décadas, en el sureste del territorio nacional, la cuenca hidrológica del río Grijalva se utilizó para la generación de electricidad, por medio de sus cuatro presas (Angostura, Chicoasen, Malpaso y Peñitas), con lo que se abasteció de energía gran parte del centro y sur-sureste del país.

Antes de la reforma energética, se permitió la intromisión para el manejo del agua a la compañía española Iberdrola, a finales del sexenio del panista Vicente Fox, con lo que la capacidad de generación de electricidad en esa cuenca, se redujo bajo múltiples argumentos, aunque ya con la reforma energética, es completamente legal la venta de electricidad que “genera” esa empresa, casualmente para la Comisión Federal de Electricidad, y que ésta ridículamente la revende al gobierno y particulares.

El manejo de intereses para el aprovechamiento del agua, alcanzan cifras multimillonarias para empresas trasnacionales, que con los 10 decretos presidenciales firmados por Peña Nieto, tienen el poder de decidir el uso del agua, con sus las consecuentes ganancias, en perjuicio de la población.

Con la caída de la Gran Tenochtitlán, el conquistador español fruto de su barbarie, dio inicio el caprichoso manejo del vital líquido a lo largo y ancho del país.

Hombres barbados que se dieron a la tarea de sacar el agua del gran lago y secarlo, su profunda estulticia les impidió convivir en medio de canales y grandes avenidas, que con sorprendente inteligencia aplicaron los naturales, que además de ser su forma de vida cotidiana, se convirtió en fuente de inspiración para cultivar la poesía.

El gigantismo de la capital del país, hoy llamada  ridículamente “megalópolis”, propiciado por la falta de planeación, con crecimiento urbano anárquico, junto al desorden y corrupción en la mancha urbana por todos los puntos de la ciudad, aparece el improvisado manejo del agua, que debe encender la alerta para la población y autoridades.

Irónicamente de la falta del recurso se pasa al exceso, En la carencia del vital líquido se argumenta la temporada de estiaje, aunque ocasionalmente hay exceso, debido a fuertes lluvias “atípicas” (febrero y marzo), y luego a la temporada normal, que ocasionan inundaciones por todos los rumbos de la megalópolis.

Problema que se agranda cada vez más por la ausencia de una política en el manejo del agua, toda vez que las precipitaciones son enviadas al drenaje profundo, caudal  que en lugar de ser aprovechado para dotar a municipios y delegaciones que carecen de agua, el caudal se desfoga y envía principalmente hacia el estado de Hidalgo.

Ninguna ciudad en el país, tiene un sistema de captación de agua de lluvia en grandes estanques y vasos reguladores para el uso urbano (riego de parques y jardines, oficinas públicas, uso industrial, instalaciones deportivas, estaciones de policía y bomberos, aeropuertos, etcétera).

COMPLACENCIA OFICIAL EN LA CONTAMINACIÓN DE RIOS

Un capítulo más que recorre la historia del agua en México, es el abuso discrecional del recurso y la contaminación, que toca al poder político y a los intereses económicos, para llegar a sus límites.

Recientemente fue el estado de Sonora, que sobresalió por la impunidad de la que hizo gala el ex gobernador panista Guillermo Padrés Elías (descendiente de Plutarco Elías Calles, inventor del corrupto régimen priista posrrevolucionario), que se atrevió a desviar el curso del río que lleva el nombre de la entidad, sin importar dejar de abasto del vital líquido a los pobladores de siete municipios sonorenses.

Político que despidió a los delegados de dependencias federales (Sagarpa, Conagua y Profepa), y con dinero público construyó una presa con 120 metros de largo y una cortina sobre el cauce del río Manzanal (afluente del río Sonora, con un cauce de cuatro millones de metros cúbicos), con capacidad de almacenamiento en pozos por tres millones de metros cúbicos, para sus plantaciones de nogal, superficie valuada en más de 432 millones de pesos.

Del manejo a capricho del agua, se presentó lamentablemente la contaminación por desechos tóxicos en 2014 a los ríos Sonora y Bacanuchi, tras el derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico con 700 toneladas de metales pesados, por una falla en la infraestructura de la mina de Buenavista del Cobre, a cargo de Grupo México.

Consorcio minero concesionado a uno de los misteriosos personajes más acaudalados del país, Germán Larrea Mota-Velasco, accionista también de Grupo Financiero Banamex, Grupo Televisa e integrante del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.

El asunto llegó incluso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la atracción del caso por el que resultaron afectadas 24 mil personas. Caso que finalmente quedó en el incumplimiento de resarcir el daño ocasionado.

ALTO AL DESPERDICIO Y AL DESPOJO DEL AGUA

Al mal manejo del agua y los intereses que rondan al recurso, se presentan distintas propuestas, entre ellas sobresale el de la organización Agua Para Todos, que encabeza Pablo Moctezuma Barragán, candidato a ocupar la dirección de Conagua o del Sacmex en la próxima administración morenista de Andrés Manuel López Obrador.

La organización se ha pronunciado contra la concesión para el manejo del agua a empresas inmobiliarias e industrias que operan en todo el Valle de México.

 

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