La sardina es una especie reconocida por ser nutritiva, con grandes beneficios para la salud, y con precios muy accesibles. Contienen omega 3, vitaminas B12, B1, A, y aporta grandes cantidades de calcio y hierro. Pero alguna vez nos hemos puesto a pensar ¿cuál es el origen de las sardinas que consumimos en la lata?
Comencemos por saber cómo son físicamente. Las sardinas son un pelágico menor, y adquieren ese nombre, debido a que pelágico, significa que nadan cerca de la superficie y menor porque su tamaño es de máximo 30 centímetros. Son pequeños peces plateados con una sola aleta dorsal que se encuentra sobre el centro del cuerpo, una aleta caudal partida en dos. Existen ciertas diferencias dependiendo de qué especie estemos hablando.
Existen 5 especies que son destinadas para el consumo humano directo, y cada una cuenta con características diferentes:
Charrito, cuenta con un color azul metálico a verde aceitunado, habita desde el Golfo de Alaska hasta Cabo San Lucas. En el caso de la Sardina Japonesa, tiene un dorso verde aceitunado y plateado, se puede encontrar en Baja California Sur y el Golfo de California.
Por su parte, la Sardina Monterrey se identifica por tener el dorso de color verde-azulado, flancos plateados y una serie de manchas oscuras a lo largo de la línea lateral del cuerpo, se encuentra en América, desde Alaska hasta el Golfo de California. La Sardina Crinuda se caracteriza por tener una extremidad en forma de aguijón en la aleta dorsal y se ubica desde Baja California Sur hasta Ecuador. Y por último la Macarela, que se reconoce por tener el dorso azulado con franjas oscuras «atigradas» y habitar en el Golfo de California.
Ahora que ya sabemos cómo son, te decimos cómo se reproducen. Las sardinas son especies ovíparos, es decir, nacen por medio de huevos que la hembra suelta en el mar, para luego ser fecundados por el macho. Logran soltar entre 50 mil y 60 mil huevos y durante todo el proceso, se integran al plancton que existe en el mar, hasta que los huevos eclosionan.
En general, las sardinas son costeras, y viajan en cardúmenes o banco de peces, los cuales, pueden llegar a contener miles de millones de individuos. Esta técnica de movimiento les sirve para adaptarse contra los depredadores. Y al ser especies migratorias, pueden llegar a viajar distancias de hasta mil kilómetros durante todo un año.