Raúl Pérez Bedolla, Secretario General de la Alianza Campesina del Noroeste, consideró urgente un programa nacional de desarrollo productivo de granos básicos y contar con insumos baratos y precios competitivos de cosechas, como una estrategia para encarar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En entrevista, se pronunció por crear las condiciones para que los pequeños y medianos agricultores tengan acceso a financiamiento en forma más accesible.

El dirigente de ALCANO dijo que hay que perder esta oportunidad de reacomodar la estructura económica regional, para generar oportunidades de desarrollo y también con ello la generación de empleos de más calidad para los campesinos mexicanos, este es el camino hacia el bienestar.

Agregó que a la par de la renegociación comercial, México tiene que trabajar en una estrategia interna para fortalecer a México, con el objeto de diversificar mercados y reducir la alta dependencia hacia Estados Unidos.

Por ello, demandó al Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo como cabeza de las negociaciones del Gobierno mexicano en el Tratado de Libre Comercio con estados Unidos y Canadá, una reunión con las organizaciones de productores de granos básicos a fin de que éstas presenten sus propuestas a fin de que no sean afectados nuevamente los pequeños agricultores.

Mencionó que ha sido insuficiente los programas e incentivos otorgados por el Gobierno Federal al sector agrícolas de granos básicos y le ha sido imposible competir con los grandes productores de maíz, frijol y trigo estadounidenses.

Además los precios han ido a la baja. Por mencionar los del maíz hace cuatro años a los productores les pagaron 4,500 pesos la tonelada, hace tres años lo pagaron a 4,200, hace dos años lo pagaron 3,850 pesos la tonelada, y el año pasado los están pagando a 3,800.

Con estos precios y los altos costos de producción que oscila en 4,500 pesos por hectárea además para este año planea la Secretaría de Agricultura pagar la tonelada de maíz a 3,600 pesos no es rentable para el productor.

México acude a las importaciones de unas 13 millones de toneladas, dominantemente maíz amarillo, esto significa un déficit de 55%. Esta política de importaciones debe repensarse, si bien es cierto que los bajos precios de los productos agrícolas son un atractivo para los consumidores, como es el caso de los países importadores como México desalienta la producción nacional de granos básicos.

Por otra parte, el fríjol también ha disminuido la producción, aseguró Raúl Pérez Bedolla.

En México el cultivo de frijol del año 2000 a 2015, alcanza una superficie sembrada de 1818,000 hectáreas, se cosechan 1,568.450 hectáreas, significa que alrededor del 14% se siniestra. El rendimiento medio en México es de 710 kilos/ha.

El consumo nacional es mayor a la producción de frijol, ello explica que se acudan a las importaciones de frijol para complementar la demanda que existe en el país. Las importaciones de frijol son provenientes de Estados Unidos, México es primordialmente un país deficitario en frijol.

Con la entrada en vigor del TLCAN en 1994, a partir del 1 de enero de 2008 las importaciones de frijol procedentes de Estados Unidos y Canadá tienen acceso libre de arancel en el mercado mexicano, al cumplirse el periodo para su desgravación de 15 años.