Provoca la roya pérdidas del 40% en producción de café
Por Yolanda Hernández Escorcia.
Ciudad de México a 8 de enero de 2016 .- La crisis que vive la cafeticultura nacional no sólo se refleja en su producción, la cual pasó de los tres últimos años de 4.5 millones de sacos a 2.7 millones de sacos. Los estragos ocasionados por la plaga de la roya «naranja» y la destrucción, casi total, de cafetales, generó más pobreza y la emigración de pequeños productores y trabajadores agrícolas.
Tan sólo en el ciclo 2014-2015, la producción del grano pasó de 3.5 a 2.7 millones de sacos de café. Resolver la crisis de este importante sector de la economía nacional, es una de las prioridades del gobierno federal, señala Jorge Narváez Narváez, subsecretario de Agricultura de la SAGARPA, quien plantea como meta el 2018 para la renovación de 200 de las 600 mil hectáreas afectadas.
Entrevistado por Mexicampo, Narváez reconoció que el problema es grave, sin embargo pidió no sobredimensionarlo, pues se está atendiendo a través del Programa Integral de Atención al Café, que para este año contempla recursos por mil 100 millones de pesos para la renovación de cafetales, viveros, asistencia técnica y paquetes tecnológicos.
Son 13 estados los afectados con la plaga de la roya, pero la atención en estos momentos ésta focalizada en los cinco estados productores Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Puebla, quienes producen el 90 por ciento del café mexicano y son principales abastecedores de las exportaciones que realiza México, precisó.
Cuestionado en torno al problema social que generó con la caída en la producción que obligo a muchos productores y recolectores a migrar, señaló que la estrategia para integrarlos nuevamente a la actividad es generar volúmenes de calidad y estandarizarlos con mecanismos y con los métodos culturales en campo, mediante cursos de asistencia técnica, capacitación e instrumentos de trabajo.
Descartó que la pérdida de sus cosechas o la falta de empleo, hayan derivado en situaciones trágicas, como suicidios o depresiones profundas de los pequeños productores o trabajadores agrícolas, al menos “no tenemos hasta ahora conocimiento de ello”. Lo que sí reconoció, es que muchos salieron de sus estados en la búsqueda de un sustento para sus familias.
El subsecretario de Agricultura sostuvo que el problema que enfrenta la cafeticultura fue generado por cuestiones ambientales que tienen que ver con el cambio climático que incrementó los niveles de humedad que favorecen la aparición de hongos y que influyeron para que esta plaga de la roya anaranjada se diseminará.
Ejemplificó a Brasil país que en los años 70-80 vivió una crisis similar a la nuestra y gracias a la estructura que monto el Instituto Brasileiro do Café (IBC) que funcionó hasta 1990 y contó con 15 centros regionales de investigación, un equipo de asistencia de más de 600 técnicos y con el crédito del Plan de Renovación y Revigoramiento de Cafetales, se pudo hacer frente y contrarrestar los problemas generados por la roya dando como resultado la renovación, de 1.4 millones de hectáreas de nuevos cafetales, de 1970 a 1979.
Pero sentenció que el problema se agudizó por la falta de un programa serio, de parte de las administraciones anteriores quienes no contemplaron la renovación de cafetales, viveros, plantas e innovación tecnológica, para no perder el mercado de manera sistemática.
El funcionario federal enfatizó que tampoco hubo proyectos de transferencia de tecnología para el mejoramiento genético, apenas se constituyó un grupo técnico interinstitucional para crear los protocolos para la certificación de viveros y el establecimiento de bancos de germoplasma que permitan almacenar semilla y generen al mismo tiempo plantaciones para abastecer los viveros.
Por ahora dijo, uno de los inconvenientes es que México no cuenta con la suficientes plantas para realizar esa renovación y se ésta trayendo material genético de Costa Rica y Nicaragua, baja estricto cuidado de garantizar que estén certificados.
“Ese es un tema complicado, porque queremos sembrar plantas certificadas que realmente funcionen, ya que antes había distorsionen tanto en planta como en aplicación de productos y paquetes tecnológicos”, agregó.
En ese sentido no se pueden precisar con exactitud, los tiempos de recuperación de las superficies afectadas, porque es un proceso se irá aplicando por partes para ir renovando parcelas.
Estimó que se requieren 200 millones de plantas, de las cuales se esperan producir 20 millones por año para renovar esas 600 mil hectáreas afectadas en los 13 estados cafetaleros, por ahora se están entregando incentivos orientados a la productividad a través de un control de calidad.
La estrategia de apoyos para 2016 se basa en cuatro componentes: a) Infraestructura, equipamiento e insumos para producción de plantas, b). Adquisición y establecimiento de planta de café producidas en viveros acreditados por la autoridad (Grupo interinstitucional conformado por: INIFAP, SENASICA, SNICS y Coordinado por Subsecretaría de Alimentación a través de la nueva Coordinación creada del PIAC) con material genético certificado. c) Paquete tecnológico ad hoc con insumos para la nutrición y sanidad d). Capacitación y Asistencia técnica especializada.
Se está actualizando el padrón renovar al menos 200 mil hectáreas y tener el cuidado de que en la renovación de cafetales se respetes estos sistemas de producción orgánicos que cuentan ya con las certificaciones, concluyó