12 diciembre, 2024

Reinició alza de precios de canasta básica: El Barzón

CANASTA

Sin reconocer que las bajas tasas de interés e inflación internacionales fueron determinantes, para el alza de precios de los productos de primer necesidad en México, a finales de 2015 la Secretaria de Hacienda se jactaba que el país  mantenía una estabilidad económica que no se observaba en por lo menos 14 años, señaló Alfonso Ramírez Cuellar, dirigente del Barzón Nacional.

En conferencia de prensa, Ramírez Cuellar señaló que no obstante a que en el mercado mundial las tasas de interés y la inflación siguen bajas,  en México la ineficiencia de la actual política económica provocó un alza significativa  en los precios de la canasta básica de alimentos.

Dijo que en lo que va del año se han observado significativos aumentos  en los precios de la canasta básica no sólo derivados de la estacionalidad. Así productos como el jitomate, cebolla, chile verde, limón, plátano y tomate verde hoy se encuentran al alza.

Ejemplificó que en el caso del aguacate Hass el aumento que se registró fue de hasta un cien por ciento,  ya que su precio llegó hasta los 85 pesos por kilo, esto derivado al desbasto que provocó por el aumento de las exportaciones.

precios

En lo que se refiere a los precios de la carne de res, que no han disminuido desde 2014, esta proteína animal pasó de $92.00 pesos a $135.00 pesos el kilo ese año y hoy su precio alcanza los 167.00 pesos el kilo en mercados locales. Lo mismo sucedió con la carne de cerdo, que hace dos años mantenía precios de $50.00 pesos por kilo y en este año rebasó los 74 pesos hasta aumentar progresivamente 89 pesos el kilo.

Afectaciones a productores y consumidores

Acompañado por Manuel Ortega y Erick Morales, el líder barzonista  subrayó que de abril de 2013 a junio de 2016, el peso acumuló una devaluación de 55 por ciento,  seis veces más que el 9 por ciento acumulado en la inflación, hecho que ha tenido graves consecuencias para los productores.

Ramírez Cuellar puntualizó que la devaluación del peso, ha propiciado un fuerte incremento en los precios de los insumos agrícolas importados, como semilla mejorada, fertilizantes, agroquímicos, así como materiales como cintillas para riego por goteo, a los que se suma la reciente alza del precio de la gasolina y el diesel, que aumenta los costos de producción de granos básicos y hortalizas. “Esto es consecuencia del deterioro provocado por las políticas aplicadas por los últimos gobiernos, orientadas a destruir la capacidad productiva del país”, enfatizó.

Así, por ejemplo, en el caso del maíz tenemos que en estados como Guanajuato, Sinaloa, Zacatecas y Chihuahua, los costos de producción, que en 2015 se encontraban en 25 mil pesos por hectárea y crecieron a 30 mil  pesos  y en el caso del estado de Chihuahua hasta 32 mil pesos con rendimientos de 10 a 12 tonelada por hectárea

“Ahora que están por iniciar las cosechas, se ha anticipado que aumentarán los precios de transporte hasta los centros de acopio, así como las almacenadoras y los cuartos de frío, lo que inevitablemente impactará en los consumidores finales. A eso hay que agregar que debido a la falta de regulación, persisten los altos márgenes de intermediación, impactando en los ingresos de los productores y el poder adquisitivo de los consumidores”, remarcó.

Denunció que eso se agrava por el apoyo preferencial que proporciona el Gobierno a las grandes empresas empacadoras, comercializadoras y exportadoras, sin voltear la cara a los pequeños productores, quienes dependen del temporal.

“El gobierno federal no sabe qué hacer, pues mientras por un lado busca controlar la inflación mediante una política monetaria restrictiva instaurada por el Banco de México, por el otro su necesidad de captación fiscal lo obliga a incrementar sus ingresos vía el incremento del combustible, y esto provoca inflación. En oposición a tener deuda opta, otra vez, por exigirle a los mexicanos que rellene las arcas del presupuesto que el Ejecutivo no ha podido aplicar de una manera eficiente”.

Advirtió que en caso de presentarse un incremento general de los precios, éste tendría un doble efecto. Por una parte, aumentaría la recaudación fiscal por el incremento en el precio en la gasolina y el diesel; por la otra, mejoraría el ingreso aportado por el impuesto al valor agregado, aunque se mantenga la tasa del 16 por ciento.

Es decir,  sin importar el castigo a productores y consumidores, el gobierno busca recaudar 300 mil millones de pesos por el IEPS de gasolina, en lugar de hacer recortes en el gasto, decide aumentar el precio a la gasolina.

“Lo más grave es que se ha perdido el objetivo de atender la demanda de empleo. Al mismo tiempo que el gobierno demuestra que no cuenta con una estrategia para proporcionar bienes básicos en beneficio de los productores nacionales y a precios accesibles para los consumidores, crecen las cifras de desempleo, como lo confirma los más de 2.5 millones de jóvenes desempleados registrados por la encuesta nacional de empleo, lo que disminuye los ingresos familiares”, concluyó.

About The Author