Sabotean consulta sobre siembra de soya transgénica
Comunidades mayas de los municipos de Hopechén y Tenabo en el estado de Campeche, denunciaron que autoridades federales y empresas vendedoras de transgénicos, sabotearon la consulta indígena, sobre el permiso para siembra de soya transgénica, al transportar al recinto a decenas de menonitas y productores que se oponen a la consulta y promover el enfrentamiento entre las partes
Los menonitas principalmente de los campos de Yalnón, Chavi, Nueva Trinidad, Las Palmas, Nuevo Progreso, Nuevo Durango, de Hopelchén y Hecelchakán; así como otros productores de soya de Iturbide, San Luciano y Carlos Cano Cruz, de Campeche, fueron transportados en dos autobuses y varias camionetas, estas últimas con los logotipos de las empresas productoras de agroquímicos y placas foráneas.
En un comunicado el Colectivo Apícola de los Chenes Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos AC y Ma OGM, Colectivo México sin Transgénicos, responsabiliza al Estado Mexicano por lo que pueda suceder al delegado de SAGARPA, Alberto Uc Hernández y Marco Antonio Ramírez Velázquez, Subdirector de Desarrollo e Innovación Científica y Tecnológica de la CIBIOGEM al propiciar con sus comentarios el enojo de los productores contra las comunidades mayas.
Detallaron que el pasado 30 de junio ambos personajes expresaron en varias ocasiones, antes de comenzar la consulta, que por la demanda de sólo seis comunidades que se oponen al cultivo del transgénico, se está afectando a muchísimos agricultores de soya; situación que provocó un ambiente de enfrentamiento, que habría descarrilado el proceso y que obligó a los representantes de más de 30 comunidades mayas a retirarse e instar a las autoridades a encontrarse en un salón cercano.
Destacaron que con esta posición y pese a la actitud deliberada de las autoridades y empresas, las comunidades mostraron una actitud prudente al rechazar el conflicto y privilegiar el diálogo a pesar de las condiciones adversas que se encargaron de crear para que no se realizará dicha consulta.
Recordaron a las autoridades de SAGARPA y CIBIOGEM, que es al revés: la demanda que ha dado origen a la consulta actual, no fue sometida por 6 comunidades, como dijeron, sino por miles de apicultores y milperos, hombres y mujeres de 6 organizaciones apícolas, todos mayas, de casi todas las comunidades indígenas de los municipios de Hopelchén, Hecelchakán, Tenabo, Calkiní y Campeche.
Adicionalmente, desde hace dos años, en 2013, más de dos mil apicultores mayas de Campeche, de esos y otros municipios, firmaron una solicitud para que su territorio sea reconocido como una zona libre de transgénicos. Estas y otras manifestaciones mayoritarias, como la carta que en 2015 las autoridades ejidales y comunitarias de 18 de las comunidades ahora en consulta, dirigieron a la Suprema Corte de Justicia expresando su rechazo a la siembra de soya transgénica, fueron entregadas a los Jueces federales encargados del caso.
Al atribuir la prohibición de la siembra de soya transgénica, irresponsablemente, a seis comunidades, se fomenta un conflicto interno en Campeche, entre soyeros (sobre todo menonitas) y mayas: conflicto que hasta ahora no existía, pero que puede ser un riesgo a la seguridad y la tranquilidad en la zona.
Uno de los representantes comentó varias veces en la reunión que; “los mayas siempre hemos cuidado no afectar a nuestros vecinos”. Los soyeros de Campeche puede sembrar otras semillas de soya que reciben los mismos apoyos del gobierno y tienen los mismos rendimientos (o incluso un poco mayores); este conflicto ampliado por el delegado de SAGARPA, solo beneficiaría a un actor: la empresa MONSANTO que vende la semilla transgénica y el herbicida Glifosato.
El derecho a la consulta del pueblo maya de Campeche es inherente por ser habitantes originarios de estas tierras. Ese derecho les fue negado en el 2012 por la SAGARPA y el SENASICA, pero ahora la Suprema Corte de Justicia se los ha reconocido. Libremente podrán decir si están de acuerdo o no con la siembra de la soya transgénica.
Gracias a la actitud prudente de las 31 comunidades mayas organizadas, el jueves 30 de junio se comprobó que se puede llegar a acuerdos con las autoridades y, después de recibir la propuesta de Protocolo o Plan de Trabajo para la Consulta, los representantes de las comunidades mayas de Hopelchén se retiraron a seguir sus trabajos de consulta, quedando en analizarlo y regresar el 15 de octubre próximo.
Incluso las comunidades lograron que la titular nacional de la CIBIOGEM, Dra. Sol Ortiz, pidiera públicamente una disculpa por haber omitido hacer esta misma consulta antes de otorgar el permiso en el año 2012. Nunca es tarde para enmendar errores.
Ante la declaración pública en esa reunión de un productor de soya de la comunidad de Iturbide,
municipio de Hopelchén, reconoció que ya había sembrado soya en esta temporada 2016 a lo que las comunidades pidieron una reacción rápida a las autoridades presentes.
Ante esto, la CIBIOGEM y el SENASICA se comprometieron (según el acta) a “iniciar de oficio las investigaciones por la posible siembra de soya genéticamente modificada en la comunidad de Iturbide, Hopelchén, Campeche”. Las comunidades mayas recordaron que suspenderán los trabajos de la Consulta Indígena en caso de que se siembre esta soya.
Desgraciadamente, el ambiente que rodea esta consulta se ha enrarecido por las actuaciones del delegado de SAGARPA en Campeche, quien alentó a los soyeros inconformes y les convocó en sus oficinas el viernes 1º de julio, junto con otras autoridades agropecuarias estatales y federales.
En presencia del subsecretario de la SDR Adolfo Aizpuru Verdugo, Miguel Ángel Reyes Chávez subdelegado agropecuario, y el jefe del área de participación y consulta de la CDI México, David Mendoza Gaitán, y poco menos de 20 productores de soya, Uc Hernández, consiguió que los funcionarios que están a cargo de realizar la consulta ofrezcan a los soyeros respaldo institucional y legal para conseguir autorización para sembrar soya transgénica en el estado en esta temporada, a sabiendas de que la Suprema Corte de Justicia dejó suspendido el permiso en este año, tres precisamente mientras se realiza la consulta.
El acta de dicha reunión dice: “Las comunidades hoy presentes asistirán a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, para recibir asesoramiento legal en la defensa de sus derechos como productores, y estar en condiciones de gestionar un amparo ante quien corresponda a fin de que les permita la siembra de soya transgénica”.
Este acuerdo generó ya el viernes 1º por la tarde, que 6 de las comunidades mayas de Tenabo decidieran no participar en la reunión de la consulta indígena, sino solo recibir la propuesta de Protocolo que les entregaban las autoridades federales, quedando al igual que las comunidades mayas de Hopelchén, de regresear a las pláticas el 15 de octubre, habiendo analizado dicho protocolo.
¿No afecta esto el corazón mismo del proceso de consulta, al ser los mismos funcionarios que organizan la consulta quienes pretendan asesorar a los productores de soya para intentar continuar con el problema que causó las quejas de las comunidades mayas? ¿No se crea un ambiente de conflicto al señalar en qué comunidades viven los demandantes mayas?