Ciudad de México a 18 de febrero de 2016.- Los anuncios de la Secretaria de Hacienda de reducir el gasto público planeado para el presente año, buscan seguir manteniendo la estabilidad macroeconómica del país, sin embargo los choques que hoy enfrentan PEMEX y el sector petrolero están poniéndola en riesgo, advierte un análisis  del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

 Afirma que la determinación coordinada, de las autoridades fiscales y monetarias, de aumentar las tasas de interés, cuando se había dicho que no subirían,  y poner fin momentáneo a la provisión de dólares en el mercado mediante subasta, por parte del Banco de México y la Comisión de Cambios son decisiones que se tomaron ante la posibilidad que existe de contaminar las expectativas de inflación derivada de la depreciación acelerada del peso.

El análisis señala que los cambios en la reducción del presupuesto, han sido la habitual respuesta del gobierno federal ante la disminución de  sus ingresos petroleros, por la tendencia a la baja que ha presentado el crudo desde hace más de un año.

Asegura que ahora esa dependencia le pega a la estabilidad macroeconómica, ya que la depreciación del peso y por ende el cambio en las expectativas de inflación, se deben en parte a que las pérdidas de PEMEX deberán ser cubiertas por el gobierno federal, lo que explica la contundencia de la respuesta de la SHCP y de Banxico; en particular, para que el grueso de la reducción del gasto se haga en PEMEX.

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El CEEY subraya que las decisiones que tomo el gobierno federal sobre PEMEX, el sector petrolero y energético del país, fueron en su conjunto negativas para el crecimiento de la economía mexicana, que desde hace décadas dependía del financiamiento de los ingresos petroleros.

Reconoce que si bien  la reforma energética de la actual administración fue en la dirección correcta para reducir el impacto negativo del sector energético sobre el crecimiento económico, ahora se aprecia que su implementación fue muy lenta.

Recuerda que desde hace varios años el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) ha insistido en la necesidad de una reforma integral de la Hacienda Pública basada en eliminar del financiamiento del gasto público permanente aquellas fuentes que sean temporales, como los ingresos petroleros.

“Los ingresos petroleros deberían haberse utilizado, y deben utilizarse a partir de ahora para financiar inversiones públicas que tengan un impacto positivo y duradero en el patrimonio nacional, especialmente el que contribuye al crecimiento económico”, añade.

 El CEEY apunta que el financiamiento de la Hacienda Pública debe basarse principalmente en el ISR y en el IVA a toda la población; para ello será necesario que se eliminen los incentivos para la informalidad mediante una reforma también integral del sistema de seguridad social y de los mercados laborales.

“Si se avanza en la reforma integral de la Hacienda Pública y de la Seguridad Social de manera que se elimine la informalidad en los mercados laborales y en el sector productivo, se aumente la base para la recaudación del ISR y el IVA y se dirija el gasto hacia el financiamiento sostenible de un sistema de seguridad social universal que funcione correctamente, aseguraremos para las futuras generaciones un desempeño de la economía mexicana más sólido”, afirma.

Por último el análisis considera que las medidas anunciadas ayer por el titular de Hacienda, Luis Videgaray hoy se ubican dentro del comportamiento esperado de las autoridades económicas para mantener la estabilidad macroeconómica que todos los mexicanos deben valorar.