Urge mejorar 150 millones de hectáreas erosionadas: Chapingo
Alrededor de 150 millones de hectárea en México se encuentran erosionadas y han perdido su capa más fértil, por lo que requieren de mejoradores para elevar la productividad del campo, señaló el profesor e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano.
El académico afirmó que se carece de un programa nacional de restauración de suelos por lo que los productores tendrán que ir incorporando poco a poco mejoradores. En ese sentido propuso a los candidatos a la Presidencia de la República un programa para incrementar la fertilidad de 140 millones de hectáreas, equivalentes al 70% de los suelos que poseen niveles de muy bajos a medios de materia orgánica lo que redunda en poca productividad en los cultivos.
Consideró que antes de los candidatos prometan subsidios a los campesinos urge revertir la crisis antes citada y para ello se requiere asignar recursos a fin de restaurar la fertilidad de los suelos, abrir el marco jurídico para fortalecer a la industria nacional que elabore insumos para restaurar y mantener la productividad, además de dar facilidades para que los campesinos elaboren sus propios insumos.
Con la elaboración propia de insumos, por parte de los pequeños agricultores, no sólo aumentará el volumen de producción de alimentos, también los costos de producción se reducirán un 60% y, con ello, los precios de alimentos agrícolas disminuirán a fin de que un mayor número de población tenga acceso a una canasta básica digna, precisó el investigador de la UACh.
Entrevistado respecto a las propuestas de los 4 candidatos sobre política agroalimentaria, el especialista, les hizo un llamado para que contribuyan al diseño de una política pública en el contexto del Desarrollo Sustentable de los Suelos Mexicanos y a que reconozcan al recurso suelo como un patrimonio nacional, transitar a la restauración de la fertilidad física, química y biológica, atendiendo a los factores formadores del suelo para la reparación de los ciclos biogeoquímicos, promoviendo líneas de acción en mejoradores.
Las líneas de acción en mejoradores, explicó son la incorporación al suelo de minerales ricos en silicio y elementos que son nutrimentos; incorporación de materia orgánica humificada e inoculación de la microbiología del suelo.
“El Desarrollo Sustentable de los Suelos de México debe ser política de Estado, ello exige una visión de sustentabilidad y de reconocimiento del patrimonio suelo”, señaló el especialista de la Universidad Autónoma Chapingo.
Por otra parte, el mantener el uso de fertilizantes y agroquímicos para la producción de alimentos es una advertencia al Gobierno y a los consumidores pues es la antesala para el incremento de los costos de producción de los productos agroalimentarios, en consecuencia, es el alza a los precios de los alimentos.
En el caso de Desarrollo Sustentable de los Suelos, los costos de producción se reducen hasta en un 60% porque los abonos son elaborados por los propios campesinos con recursos que se encuentran en sus localidades, al no aplicar venenos, no se pone en riesgo la salud de los trabajadores del campo ni tampoco de los consumidores y sí redunda en la reducción de los precios de productos alimenticios.
De ahí que la importancia de la restauración de la fertilidad de los suelos agrícolas radica en el reto de producir más alimentos y de alta calidad, ello requiere suelos agrícolas que confieran mayor resistencia a las plantas cultivadas, a los insectos, plaga y enfermedades, lo que se relaciona con las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, ello justifica la elaboración e incorporación de mejoradores al suelo.
Advirtió que el que los agricultores mexicanos solo utilicen insumos agrícolas de patente, significa incremento a los costos de producción pero además permite que los corporativos internacionales mantengan asegurado un mercado de 8.2 millones de hectáreas en la agricultura convencional.
Por ello, insistió, el patrimonio suelo exige atención, demanda minerales, materia orgánica, nutrientes, microorganismosy otros metabolitos para garantizar el desarrollo de los cultivos agrícolas que permitan la producción de alimentos y ganar terreno a la inseguridad alimentaria.