Yolanda Hernández Escorcia

La ausencia de una política pesquera de trazabilidad en México, provoca que un 99 por ciento de los productos que se comercializan en tiendas, supermercados, restaurantes y centrales de mariscos sean de dudosa procedencia, muchos ilegales, al no contar con sistema de rastreo que permita al consumidor conocer el origen y la calidad del producto por el que paga.

La Red de Organizaciones Impacto Colectivo por la Pesca y la Acuacultura Mexicanas (ICPMX), denunció que por la falta de trazabilidad en este sector existe un “huachicol del pescado” pues los sistemas fiscales, de sanidad e inocuidad no son suficientes para garantizar el control a lo largo de toda la cadena de custodia del producto y facilitar así su entrada a mercados internacionales y garantizar la legalidad del producto.

En conferencia de prensa esta red de colaboración multisectorial, conformada por actores de los diferentes eslabones de la cadena, consideró que si bien el gobierno federal, a través de la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA) de la Secretaria de Agricultura, incluyó este año en el Programa Nacional de Normalización para el desarrollo de la norma NOM038-SAG/PESC-2019, para regular la trazabilidad de los productos de origen pesquero y acuícola, se requiere también de la participación de todas las organizaciones que conforman al sector.

Para alcanzar la autosuficiencia y seguridad alimentaria, México necesita mantener y restaurar la capacidad que tienen sus litorales para producir alimentos, y eso sólo se logrará con la puesta en marcha de políticas públicas que conduzcan hacia la sustentabilidad de la pesca y la maricultura, subrayó.

La gran mayoría de los productos de pescados y mariscos no siguen un sistema de trazabilidad y los fiscales, de sanidad e inocuidad no son suficientes para garantizar este control a lo largo de toda la cadena de custodia del alimento y facilitar así su entrada a mercados internacionales, garantizar su legalidad y “asegurar el futuro de la pesca”.

José Luis Carrillo, representante de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (CONMECOOP) calificó a la pesca ilegal cómo el Talón de Aquiles de esta actividad, ya que aproximadamente un 30 por ciento la de producción a nivel nacional se realiza de manera ilegal, sin que exista un control sanitario que avale la calidad del producto.

Un ejemplo de ello, dijo, es el pescado de importación Basa que entra al mercado nacional procedente de China y cuya calidad es muy mala, pero que el consumidor adquiere a más bajo precio que el pescado nacional provocando una competencia desleal.

Invitó a los consumidores que acuden a los restaurantes a investigar que tipo de producto es el que les están ofreciendo en su menú, si verdaderamente es filete de pescado de calidad o es este producto chino. El problema es que se está engañando al consumidor, que cree que compra un filete de pescado que viene envasado en bolsa de plástico es mejor que el nacional.

En ese sentido Roberto Arosemena, representante del Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas, alertó a los consumidores de no comprar este pescado importado Basa, ya que explicó, se cultiva en uno de los ríos más contaminados del mundo y que llega a nuestro país y compite de manera desleal con el filete de Tilapia, pues su precio es más bajo, y donde entre el 30 y 40 por ciento es agua y el 70 por ciento pescado.

“Un pescado de importación seguramente lleva meses congelado, más si tomamos en cuenta que el origen normalmente es Asia y que tiene que venir en barco y éste tarda dos meses o 45 días por mucho tiempo en llegar”.

Benjamín Castro representante de la empresa Del Pacífico Seafoods, explicó que para ellos la trazabilidad de los productos pesqueros y acuícolas que comercializan les ha ayudado a reducir riesgos, pues les ha permitido identificar la procedencia y destino de sus lotes de producto; asó como las comunidades y pescadores que realizaron la captura. Esto ha permitido lograr una diferenciación de mercado que se traduce en el incremento de sus ventas.

Renata Terrazas, representante de Oceana México enumero las condiciones que debe de implementar el sistema de trazabilidad, entre las que destacan: La existencia de un registro actualizado y veraz sobre los involucrados en la cadena de producción y venta; un sistema electrónico para la recopilación estandarizada de elementos claves de información en cada punto de la cadena; la homologación de términos y códigos de los productos del mar

Asímismo un sistema de inspección en puntos estratégicos de la cadena de valor; la vinculación con el sistema de generación de facturas y supervisión de la autoridad correspondiente en la materia; interoperabilidad con otros sistemas de trazabilidad en México y países hacia los que exportamos para compartir datos de manera eficiente y segura, la asignación presupuestal suficiente y un esquema de aportaciones para el programa de seguimiento de información y trazabilidad; armonización de leyes, normas y reglamentos y establecimiento de un sistema de sanciones.

Gabriela Anaya Reyna, quien coordina el equipo que da soporte a ICPMX mencionó que un buen sistema de trazabilidad puede traer beneficios al sector pesquero. Mejorar la sanidad e inocuidad de los productores; reducir la comercialización de productos que no pueden demostrar su legal procedencia; minimizar el fraude en la denominación de pescados y mariscos; mejorar el etiquetado de los pescados y mariscos para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas.

Finalmente, Anaya Reyna, dijo que transparentar la comercialización de los productos pesqueros y acuícolas, permitirá un manejo de recursos más eficiente y responsable, que asegure las contribuciones del sector a lograr la seguridad alimentaria de todos los mexicanos