Ciudad de México a 25 de mayo del 2016.- La falta de una política de estado que  incentive al pequeño productor y la «sordera gubernamental» hacia la  problemática que enfrenta el sector lácteo nacional,  mantienen al bordo del estallido social a más de 150 mil productores lecheros en todo el país, quienes durante la actual administración de Enrique Peña Nieto han perdido perdido más de  27 mil millones de pesos,  derivado de las importaciones del leche en polvo provenientes principalmente de Estados Unidos.

En conferencia de prensa Salvador Alvarez Morán, dirigente del  Gremio de Productores Lechero, acompañado de Carlos Braña de la  Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (ANGLAC), Alvaro González Muñoz del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche y Juan Carlos Pardo Bejarano, de la CANILEC; destacó la importancia que tiene la producción de leche y  su aportación a la economía nacional que representa un 6.2 del PIB, del sector agroalimentario y pesquero, y genera 635 mil empleos directos e indirectos al año porque dijo, de la cadena de la leche dependen miles de personas que forman parte de las familias de productores o de la plantilla de empleados, así como miles de proveedores de insumos.

Consideró que la falta de sensibilidad del gobierno para atender la emergencia que  viven los productores lecheros, al no tener un mercado donde colocar su  producción, así como la compra de leche del extranjero a bajo precio,  esta desplazando a los productores nacionales e inclusive a la industria, por la importación desmedida de productos como quesos. «En dos años hemos visto mermado nuestro patrimonio por la baja rentabilidad.

Por ello alertó al gobierno que de no aplicarse medidas inmediatas, muy pronto habrá manifestaciones de descontento y frustración por la falta de respuesta a sus demandas en la ciudad de México y en otras partes del país

Subrayó que a  pesar de las limitantes que han enfrentado como son; la falta de infraestructura y equipo, financiamieno, costos elevados de producción e insumos y  apoyos oportunos, el gobierno mexicano ha utilizado la leche como «moneda de cambio» en los tratados comerciales como el TLCAN  y recientemente el TPP, poniéndolos a los productores nacionales a competir con países como Estados Unidos , Autralia y Nueva Zelanda,  sin antes haber implementado estrategias o políticas de fortalecimiento a la cadena, a fin de que los productores nacionales puedan competir de manera exitosa con los excedentes de leche que se producen con esos países.

 

LECHEROS

Lo anterior, enfatizó, no ha permitido en todos estos años que el sector primario haya cerrado la brecha entre la producción de leche y la demanda de la población, ya que expresó: «Seguimos con la necesidad de importar el  30 por ciento de la leche y productos lácteos que se requieren en México»».

Alvarez Morán, tesorero de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, dijo que lo más preocupante es que con la situación actual, la brecha se ha ido abriendo aún mas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de México y creando un clima de inestabilidad social en el medio rural.

Con la apertura comercial que México ha experimentado en los últimos años, la lecheria nacional, se encuentra afectada por la inestabilidad social que se ha experimentado desde diciembre del 2013 con el precio de la leche en polvo que ha presentado una caída acumulada del 66% pasando de casi 5 mil a $1,658 dólares la tonelada. La principal razón ha sido la contra oferta generada por la contracción de la demanda de China y Rusia.

En México a pesar de no ser autosuficientes,  la situación internacional los ha afectado,  ya que esta llegando leche  y productos lácteos mas baratos de lo que cuesta producirlos en el país. «los precios bajos están desplazando la leche de los  productores nacionales  ya que el  36 por ciento la importación de leche es pagada a los productores integralmente.

Por su parte Alvaro González Muñoz del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche explicó que las políticas lecheras que se han aplicado en México han sido erróneas, y prueba de ello es que de septiembre del 2015 a marzo del 2016 México importó  más de 42 mil toneladas de leche en polvo, es decir 2,600 millones de litros de leche diarios, que «aparentemente» son más fácil adquirir a $3.50 el litro provocando con esta decisión «un daño considerable a la actividad económica que supera ampliamente lo que el país esta percibiendo».

Comentó que por cada litro de leche de $3.50 que importan, Mexico pierde $12.50 y por cada tonelada de leche en polvo se desplaza a más de 600 vacas y si se habla de empleo, estas 42 mil toneladas eliminan a 11 mil productores, 32 mil empleos,  150 mil vacas, que con todo e instalaciones rebasa los siete mil millones de pesos. «Eso es lo que pierde México por importar un litro de leche a $3.50. Tal parece que sólo hay algunos que se están haciendo ricos con la pobreza de los productores», remató.

Señaló que la desesperación de los pequeños productores a llegado a tal extremo que incluso han rebasado lo tolerable y esto dijo, porque todos los días están perdiendo pedazos de su patrimonio y lo que queda de el al terminar el año sino hay una respuesta del gobierno más de 150 mil productores van a desaparecer.

Urgió a las autoridades a dar una respuesta a sus demandas y decidir que es lo que quiere hacer con la actividad lechera que «al parecer no le interesa porque Liconsa compró 870 millones de litros en 2015 y en el 2016 sólo 600 millones, decisión que afecta ya a más de 3.500 familias en todo el país, dos mil de  Jalisco con el falso argumento de que no cuentan con los recursos suficientes.

Aseguró que Liconsa si tiene recursos suficientes para adquirir los excedentes de los productores nacionales y cuestionó la transparencia con que la paraestatal se ha manejado en los últimos años, al privilegiar la compra de leche del exterior a un precio menor en detrimento de los productores nacionales.

Finalmente Carlos   Braña de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (ANGLAC) señaló que en los últimos años los productores lecheros pese a la competencia desleal, han crecido en cuánto a la calidad y cantidad en su producción. Explicó que la leche que importa México son excedentes que se generan en otros países y como tal salen al mercado a precios más baratos y no hay puntos de comparación por la calidad de la leche mexicana.

Braña Ruiz destacó la  falta de interés del gobierno, en especial de la Secretaria de Economía, a quien los productores le propusieron crear un fondo común para impulsar campañas de promoción del consumo de leche y la revisión de la normatividad para crear un marco regulatorio que controle la entrada indiscriminada de productos sucedaneos de la leche de muy mala calidad y la demandas de regular el mercado.

Apuntó que la única ocasión en que la SE mostró interés hacia los productores fue a finales del año pasado, cuando necesito de su apoyo para la firma del TPP y una vez cerrada esa negociación los trabajos han sido muy lentos.

 

Propusieron el desarrollo de un programa integral para los pequeños productores de leche, así como para las micro y pequeñas empresas fabricantes de lácteos; una campaña permanente de promoción al consumo; ordenamiento del mercado; normas oficiales para la certificación de productos lácteos y obligar a los importadores a demostrar que los que traen cumplen con la normativa mexicana.