Busca INEGI justificar reformas estructurales: El Barzón
Con la intención de justificar las reformas estructurales, el INEGI modificó su último informe sobre la Encuesta Ingreso Gasto de los Hogares, ahora llamado Módulo de Condiciones Socioeconómicas y con ello hizo importantes cambios en las fuentes de ingresos del estrato más pobre de la población, aseguró el presidente del Barzón Nacional, Alfonso Ramírez Cuéllar.
De acuerdo con los datos del INEGI al tiempo que se observa una reducción en los ingresos de los mexicanos, proporcionados por el trabajo, crecieron sustancialmente los apoyos por becas, remesas, programas sociales y otros.
Ramírez Cuéllar señaló que con esta decisión de modificar el registro de los ingresos del estrato más pobre, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática introdujo cambios en la manera de evaluar la pobreza con la pretensión de justificar las “reformas estrucuturales”, impulsadas y aprobadas durante la actual administración de Enrique Peña Nieto.
Coincidió con otros expertos nacionales, que analizan este tema y con el INEGI mismo, quienes advierten que los nuevos datos, no son comparables con los que se tenían hasta ahora.
Por ello urgió al Instituto a proporcione la información consistente que permita comparar con la de la serie que se tenía con datos históricos.
Consideró que como norma debe quedar prohibido que las mejoras en la captura o muestras de datos de las dependencias públicas que generan estadísticas, sean justificación para no poder actualizar responsablemente las series históricas; si lo nuevo genera otra serie, así se debe considerar.
“Uno de los grandes rezagos de nuestro país, que demuestran la ineficacia y corrupción de las políticas públicas aplicadas en los últimos sexenios, es la persistencia de elevados porcentajes de la población en condiciones de pobreza, más del 50%. Esto ha propiciado confrontaciones entre las dependencias que miden la pobreza y aquéllas que reparten subsidios para paliarla y medir qué tan efectivos son sus esfuerzos para terminar con el problema”, subrayó
El líder nacional de El Barzón, reiteró que el problema de las dependencias como SEDESOL, es que sólo ofrece alivios superficiales, mientras que las Secretarías de Hacienda, Economía y Agricultura, son verdaderas fábricas de pobres.
Ramírez Cuéllar sostuvo que no es un problema exclusivo de la presente administración, sino de la política de los últimos sexenios que ha eliminado al sector público como factor de redistribución y de respaldo real a las actividades económicas, lo que ha propiciado una enorme concentración y control de mercados en unas cuantas manos.
Paralelamente, ha propiciado una pérdida o debilitamiento de la capacidad productiva de amplios sectores de la población, así como una gran la precariedad en las condiciones laborales y consecuentemente una gran inequidad social, abundó.
La situación se agrava debido a la corrupción que beneficia a los altos funcionarios y a las trasnacionales, mediante “reformas” que legitiman la apropiación privada de los bienes públicos. En el “combate” a la corrupción se persiguen los cartuchos quemados y se preservan los grandes negocios.
Por otra parte, dijo, no existe ni un solo elemento en el desempeño económico que permita suponer que mejoró el ingreso real de la población, con crecimientos del PIB inferiores a 2.5%, con entornos de incertidumbre económica e inseguridad pública, el aumento de ingresos de los sectores de menores ingresos sólo se podría explicar por las variaciones en el valor en pesos de las remesas que envían los migrantes a sus familias.
“Efectivamente, como dice el presidente del INEGI, somos un país con alta desigualdad, pero no podemos quedarnos con eso. Como integrantes de El Barzón demandamos que a la brevedad se genere la información que permita comparar con precisión la información histórica de los indicadores que miden las condiciones socioeconómicas de los hogares”, añadió.
Finalmente exigió que se analice el decil de ingresos más altos en una estratificación adicional a centiles, para poder evaluar la concentración del ingreso en unas pocas manos, para el rediseño de políticas públicas.
