Por Ignacio García

Pachuca, Hidalgo. 17 de julio de 2018.- Una de las culturas menos conocidas a nivel nacional es la civilización prehispánica hñähñu que se distribuyó por cuatro estados del país antes de la conquista española, afirma el investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Raúl Rodarte García.

Desde la costa de Veracruz, la cultura hñähñu se comenzó a propagar por entidades como Querétaro, Estado de México y Guanajuato desde el año tres mil a. C.; sin embargo, durante el Imperio azteca fueron utilizados como guerreros de los mexicas para extender su dominio territorial por Mesoamérica.

De acuerdo con el también integrante nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la cultura hñähñu se expandió en Hidalgo por el corredor del valle de Metztitlán, por lo que se dispersó por 40 municipios de la entidad, aunque en la actualidad los principales asentamientos se ubican en Ixmiquilpan y la región conocida como el Valle del Mezquital.

Agregó que no existe un mapa geográfico que revele la presencia de la cultura hñähñu en el país, razón por la cual decidió contribuir a reforzar el conocimiento de esta civilización que históricamente ha sido relegada socialmente, por lo que en el proyecto también participan los investigadores Emmanuel Escamilla, Georgina Fernández y María Félix.

Raul Rodarte es experto en temas politicos

Por el fenómeno urbano, hay ciudades en las que han desaparecido los hñähñus, quienes culturalmente preservan la lengua otomí, razón por la cual buscan definir la región exacta en que se localizó esta civilización que migró por valles intermontañosos, y el siguiente año se enfocarán en determinar las variables culturales del mismo.

Conforme a las primeras investigaciones, la cultura hñähñu no fue un grupo disperso como se había estimado anteriormente, sino que realmente se propagó de manera uniforme en la migración, e incluso refirió que podría existir presencia de esta civilización en San Luis Potosí, debido a que el expansionismo ocurrió por la zona colindante entre Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo.

Empleando un esquema geográfico, el investigador dijo que está estableciendo el flujo de dispersión de esta civilización a partir de condiciones naturales, y la única herramienta con que cuentan para definir la presencia de esta cultura es por medio del idioma, es decir, de personas que aún hablen otomí.

Hidalgo fue el estado en donde hubo mayor concentración de la cultura hñähñu; sin embargo, aún no pueden definir el aproximado real de población, la cual fue estigmatizada durante la época del Virreinato, periodo en el que durante 300 años se negó la indianidad, hasta el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994, cuando se revalorizó a las comunidades indígenas.

El especialista explicó que históricamente los hñähñus han sido controlados y dominados por otros grupos invasores; no obstante, en la época virreinal recibieron un mayor reconocimiento a diferencia del dominio azteca.

Asimismo, la cultura hñähñu no edificó grandes monumentos como otras civilizaciones, debido a que sus viviendas regularmente eran de adobes y por las distintas regiones del país también modificaron sus hábitos o costumbres, así como su alimentación o vestimenta.

Debido a que los hñähñus fueron oprimidos durante varios años, no fueron reconocidos históricamente, pero forman parte, dijo, del mosaico cultural indígena de México.

En un lapso de tres años, el investigador indicó que publicarán los avances de la investigación en un libro, el cual podrían someter ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). (Agencia Informativa Conacyt)