Productores de caña de azúcar iniciaron el cierre de las bodegas de los 50 ingenios ubicados en las 15 entidades productoras del dulce en el país, los que demandan la intervención del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para establecer un precio justo a la caña.
Los productores, hablan de un excedente de por lo menos dos millones de toneladas, por el incumplimiento en las exportaciones hacia Estados Unidos, por parte del anterior secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, lo que ha provocado al desplome del precio del endulzante en por lo menos 30 por ciento.
Hace un año, el bulto de 50 kilos de azúcar se pagaba en alrededor de 800 pesos y ahora el precio bajó a poco más de 500 pesos el bulto, dijo Jorge Alfredo Pacheco, director general de Zafranet.
A su vez, Carlos Blackaller, dirigente de la Unión Nacional de Cañeros, sostuvo que los ingenios azucareros, están vendiendo tres bultos de azúcar a precio de dos, lo que ocasiona pérdidas en el precio establecido en la caña, lo que se refleja en un precio más barato que ha motivado pérdidas por al menos 10 mil millones de pesos.
Al problema de los inventarios se presenta el tema del convenio para la exportación de los excedentes de azúcar a Estados Unidos.
En este renglón, se explicó que cada ingenio debe aportar cuotas, de acuerdo a la producción para la exportación al mercado mundial, “acuerdo que no se ha respetado y ha generado problemas para fijar los precios de la tonelada de caña, poniendo en riesgo la economía del sector azucarero del país”.
La caída en el precio del dulce, es significativa porque la cotización está ligada al precio que se paga a los productores de la caña, quienes ya se manifiestan inconformes porque no alcanzan a cubrir sus costos con la tarifa actual.
Manuel Enríquez Poy, director general del ingenio El Refugio, dijo que desde el sábado alrededor de 175 mil cañeros comenzaron a bloquear las bodegas de los 50 ingenios de azúcar que operan en 15 estados de la República, para exigir que los ingenios exporten los excedentes de azúcar y así intentar una compensación por la disminución de los precios y sus pérdidas.
Carlos Backaller, sostuvo que se pagan 200 pesos por tonelada de caña, lo que barre la rentabilidad de la caña, esa rentabilidad, es equiparable a medio salario mínimo anual en una hectárea.
La acción de tomar las bodegas, es para asegurar que el azúcar que salga se al mercado de exportación, para no afectar más la caída de los precios, y para que los industriales mantengan en compromiso “de movilizar más de un millón de azúcar fuera del país”.
México produce alrededor de 6 millones de toneladas al año y sólo se consumen entre 4.3 y 4.5 millones de toneladas, lo que significa un excedente de hasta 1.7 millones de toneladas cada año.
El país sólo puede enviar a Estados Unidos cerca de un millón de toneladas de azúcar al año, y el resto tiene que ser exportado al mercado mundial con precios que en promedio, llegan a ser hasta 50 por ciento menores de lo que se paga en Estados Unidos, explicó Enriquez Poy, también director técnico de la Asociación de Azucareros de México.
Por su parte, Enrique Bojórquez, presidente de Sucroliq, empresa dedicada a la elaboración y refinación de edulcorantes, atribuyó la caída en el precio del azúcar en el mercado interno y la reducción en el consumo del azúcar a las importaciones de jarabe de maíz de alta fructosa a precios dumping.
Dicha práctica perjudica a la agroindustria del azúcar y por esto, los representantes del sector hicieron un llamado al gobierno para que se frenen la competencia desleal.
Hasta antes de la importación de fructosa de maíz, el consumo per cápita de sacarosa en México era de 50 kilos al año, y ahora bajó a 34 kilos
Para evitar el colapso del sector, pidieron la intervención presidencial, y sostuvieron que el abasto del producto en el mercado interno está garantizado.
Los productores anunciaron, que los días 6 y 7 de febrero se llevará a cabo el III Congreso Internacional Zafranet 2019, los que precisaron que México no sólo puede “seguir produciendo azúcar, que no tiene mercado o que obligatoriamente se tiene que exportar con pérdidas.
Mientras tanto, Enrique Jasso, presidente ejecutivo de la Cámara de la Industria Azucarera y Alcoholera, externó que el cierre de las bodegas de los ingenios no debe afectar el suministro a las cadenas alimenticias de pan, dulces, galletas, cereales y refrescos.
Reconoció que hay un excedente de inventarios desde la zafra pasada, que los productores tienen que demostrar que cumplen con la normatividad en la materia de exportación, por lo que los cañeros “no deben tener ningún temor, ni tampoco se puede pensar en que el conflicto escale”. (Redacción MEXICAMPO).