7 septiembre, 2024

Para el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue la desigualdad social en México no es una situación desafortunada sino un problema estructural enraizado, que de manera inaplazable se debe erradicar.

Luego de una reunión con los integrantes del Sistema de Becas para Estudiantes de Pueblos Indígenas y Negros de México (SBEI), el rector de la UNAM sostuvo que la falta de oportunidades se traduce en una alarmante brecha educativa para los pueblos originarios, que tienen en promedio 3.7 años menos de escolaridad que el resto de la población y en consecuencia generan bajos ingresos, mayores tasas de natalidad, más pobreza y menos esperanza de vida.

El SBEI atiende a 36 pueblos originarios de 18 estados de la república, presentes en 42 planteles y más de cien licenciaturas y programas académicos de la UNAM.desigualdad

Asimismo Grauer consideró que la desigualdad lacerante debe considerarse para la creación de políticas públicas, la asignación de presupuesto y en todos los ámbitos de la educación pública.

“Educarnos, respetarnos, entendernos y desarrollarnos deben ser las aspiraciones de nuestra realidad  contemporánea”. Comentó

El rector de la máxima casa de estudios enfatizó que uno de los esfuerzos es el Sistema de Becas dirigido a estudiantes indígenas que apoya a 850 alumnos, entre médicos otomíes, músicos zapotecos, abogados triquis, psicólogas nahuas, filósofos chinantecos, quienes representan un abrevadero de optimismo para un mejor futuro.7031a-copia

Hizó notar que al notar que al terminar sus estudios y desde sus distintos quehaceres, harán de nuestro país un México más justo y equitativo y donde los ciclos de injusticia y “segregación se desvanezcan y nos permitan tener un proyecto de nación donde todos nos sintamos orgullosos de nuestra permanencia”.

El becario chocholteca Giovanni Mendoza Ojeda, de la licenciatura de la Facultad de Derecho indicó que la presencia de ellos en la UNAM muestra que sus culturas nunca murieron y están orgullosos de pertenecer a ellas.

Su papel como jóvenes originarios, agregó, es conservar y trasmitir su lengua como mecanismo de libertad, ahora exigen salud, educación, justicia, vivienda y paz, y aspiran a que los niños de sus comunidades no mueran antes de que puedan conocer un libro “ y luchan porque ya no se les despoje de sus tierras”.

Ana Griselda López Salvador, becaria otomí que cursa la licenciatura de Pedagogia en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón comentó que ante los despojos y políticas descontectualizadas que buscan imponer en sus comunidades “deben defender sus lenguas, cultura y dejar de lado el individualismo”.

Señaló que no se trata de volver a un pasado idealizado, sino de encarar los problemas de la sociedad contemporánea, aprendiendo de sus raíces, y remarco que estar en la UNAM los convierte en agentes de cambio para generar propuestas encaminadas al bien común.

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