Por siglos la discriminación racial es un grave problema social, negada su existencia por el gobierno y la iglesia, sin embargo, resultados de la Encuesta Nacional de Discriminación (Enadi) 2017, revelan que en México se discrimina por el tono de piel, manera de hablar, peso, estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social, creencias religiosas, sexo, edad y orientación sexual, motivos indagados.

Una de cada 5 personas de 18 años y más declaró, haber sido discriminada en el último año, entre los motivos principales por la forma de vestir, peso, color de la piel, la encuesta proporciona información para conocer la prevalencia de la discriminación y sus manifestaciones en nuestro país.

Alexandra Haas, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Julio Santaella Castell y Édgar Vielma, presidente de la Junta de Gobierno, y el director de Estadísticas Sociodemográficas del INEGI, respectivamente; además Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH y Mónica González Contró, abogada General de la UNAM, comentaron que la Enadis hace posible reconocer la magnitud de la discriminación en el país, refleja brechas de desigualdad en el acceso y goce de derechos.

Los prejuicios y estereotipos persisten en la sociedad, con lo que se constituye como un parteaguas para encausar leyes y generar políticas públicas con perspectiva antidiscriminatoria.

Si se distingue entre sexos, el 56.5 por ciento de los hombres declararon ser discriminados por su apariencia, frente al 51.3 por ciento de las mujeres.

Entre los grupos históricamente discriminados que estudia la Enadis, están las mujeres, las niñas y niños, los adolescentes y jóvenes, las personas mayores, indígenas y afrodescendientes, con discapacidad, las personas trabajadoras del hogar, con religión distinta a la católica y aquellas nacidas en otro país. Y las personas de 18 años y más que no se identifican como heterosexuales.

Por geografía, los estados del país donde se registra mayor discriminación son Puebla, Colima, Guerrero, Oaxaca y Morelos. Mientras que se reporta menor prevalencia en: Nayarit, Zacatecas, Nuevo León, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Guanajuato, y Chihuahua.

La Ciudad de México casi entra al grupo de los lugares donde más se discrimina, pues tuvo un porcentaje de 23.7 por ciento. El rango de respuestas para definir a los que más discriminan está entre 24 y 28.4 por ciento de las respuestas de los encuestados.

Édgar Vielma, detalló que el 23.3 por ciento de la población de 18 años y más considera que en los últimos cinco años, se le negó injustificadamente algún derecho.

La encuesta capta actitudes, prejuicios y opiniones hacia distintos grupos de la población discriminados por motivos étnicos, de orientación sexual, entre otros.

En la Ciudad de México fue la entidad donde más se discriminó a las mujeres, en tanto que en Guerrero fue el estado donde los hombres declararon mayor discriminación.

Para el caso de las mujeres, los estados donde la población femenina declaró haber sido más discriminada (25 por ciento o más) son: Puebla, Ciudad de México, Jalisco, Morelos, Campeche y Colima. Para los hombres son: Puebla, Guerrero, Colima, Estado de México y Oaxaca.

Ser joven puede ser un motivo para ser discriminado, ya que esta población enfrenta que 60 por ciento de la población mayor de 18 años, está de acuerdo con que «la mayoría de los jóvenes son irresponsables», comentó la titular de la Conapred.

El 40.3 por ciento de la población indígena declaró que se le discriminó debido a su condición de persona indígena, el 58.3 por ciento de las personas con discapacidad, a causa de su condición de discapacidad y de las personas de la diversidad religiosa, el 41.7 por ciento señaló que fue por sus creencias religiosas.

La encuesta se realizó en coordinación con el Conapred y en sociedad con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

El presidente de la CNDH, Raúl González Pérez resaltó que discriminación es una distinción ilícita, una práctica qué al negar el principio absoluto de la dignidad humana, vulnera los cimientos mismos del sistema democrático y la institucionalidad propia del mismo.

“Cuando se discrimina, se niega el valor de las personas, se menosprecia el valor que les es inherente por el sólo hecho de ser personas, y en consecuencia, la validez y vigencia de sus derechos”, remarcó.

La discriminación tiene muchas caras, muchas formas de expresión, pero finalmente es una forma de violencia que bajo ningún supuesto o condición debe ser aceptada, y menos, promovida, recalcó.

La discriminación no se puede admitir o tolerar de ninguna forma, ni existe causa económica, política o social que la justifique, de ahí que insumos como la Enadi, resulten oportunos y pertinentes para abonar a la toma de decisiones para la construcción del México que deseamos y debemos concretar, apuntó. (Redacción MEXICAMPO).