Firmar o no TLCAN, afectará a productores de ambos países
El Secretario General de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, Federico Ovalle Vaquera, luego de reconocer que las medidas aplicadas por el presidente, Enrique Pea Nieto para atemperar la “guerra comercial” iniciada por Donald Trump, de aplicar aranceles al acero y aluminio mexicanos, advirtió que la firma o no del TLCAN impactará fundamentalmente al nuevo gobierno que será electo el próximo 1 de julio.
“En el futuro inmediato si no se logra concretar la renegociación del Tratado de Libre Comercio, seguramente habrá pérdidas para los empresarios de ambos países sobre todo los agro industriales y exportadores”, consideró.
En entrevista, el dirigente de la CIOAC, propuso poner en el debate nacional si se renegocia o no el Tratado de Libre Comercio en perspectiva de un nuevo gobierno.
A su juicio, esta crisis que implica la guerra comercial debería ser aprovechada con los acuerdos comerciales que se tienen con otros países, impulsar acuerdos con otras naciones para no depender solo de las importaciones de los Estados Unidos, particularmente de alimentos.
Detalló Federico Ovalle Vaquera, que lo que suceda con el Tratado de Libre Comercio o deje de hacerse va a impactar de manera fundamental al nuevo gobierno que surja de la elección el 1 de julio y se instale el 1 de diciembre de 2018.
Ante ello, dijo, deberá aprovechar, el nuevo gobierno, para poner en el centro los intereses de México y particularmente de la economía campesina pues se requiere rescatar a su campo y a sus productores con políticas de economía interna.
Esto sobre todo, expuso, por las circunstancias difíciles que atraviesa el país de más de 30 años de modelo neoliberal y modelos de desarrollo económico dependiente.
Ello implicaría también hacer planteamientos sobre el modelo económico “quienes están en la contienda electoral, por conquistar la mayoría de votos y asumir la presidencia, debieran tener muy claro que el modelo neoliberal que se instauró en 1982 ya se agotó y no hemos podido superar un crecimiento más allá del 2% que a todas luces es insuficiente para resolver los problemas internos del país”.
Se tiene que cambiar una serie de medidas legislativas, hacer reformas constitucionales, reformar leyes para poner en el centro el rescate del campo y la economía campesina de manera que, a diferencia de las declaraciones del Presidente Enrique Peña Nieto de que la soberanía alimentaria es un mito, vayamos a atacarlas con políticas adecuadas.
Dijo que el asistencialismo hay que cambiarlo, dejarlo atrás, hay que ir por una política de desarrollo social poniendo el acento educación, derecho a la salud, y por supuesto, plantearse la protección y preservación de los recursos naturales.
Hay que poner el acento en una política de fomento a la producción, de política económica que sea garantía de crecimiento a partir de empleos bien pagados para la expansión del consumo pues “no se puede seguir sosteniendo sólo para sacar votos, ya no hay que repartir dinero a los mexicanos a través de políticas asistenciales”.
En medio de una crisis en donde lo que creció de manera exorbitante es la desigualdad, la delincuencia y la economía criminal no se puede estar pensando en el futuro inmediato y de mediano plazo con el mismo modelo, destacó.
Hizo un llamado a quienes pretenden gobernar a México y que planteen está ruptura con el modelo caduco, atrasado y perjudicial para la mayor parte de los mexicanos.