DE NORTE A SUR

Guillermo Correa Bárcenas

Luego de 23 años del TLCAN, y con las negociaciones que iniciarán en agosto para «modernizarlo», es valioso hacer un recuento de cómo lo ha vivido México, sobre todo en el sector campesino.

En 1994 se pretendía alentar la inversión y mejorar la gobernabilidad en el campo. Sin embargo, nada más lejano a eso porque el crecimiento del sector se estancó y fue quedando relegado dentro de la economía nacional, basta recordar que el presupuesto de este año fue de 70 mil 597 millones, 26 por ciento menos que el año pasado.

Con todo y que desde el año 2000 el presupuesto se ha triplicado al pasar de 24 mil 713 millones de pesos a más de 70 mil millones a este año, esto no se ve reflejado en un aumento en la producción de los alimentos básicos.

La «modernización» de la que hablan los máximos representantes de estas negociaciones es una mentira, pues tal como al principio, las pláticas sólo incluyen a empresarios. Recordemos, dice el especialista Pascasio Taboada con más de 40 años de conocer los pormenores del sector rural,  que cuando impusieron el TLCAN, solamente Luis Téllez Kuenzler estuvo presente y no fue precisamente para plantear soluciones a la situación de los campesinos, que al igual que hoy, estaban sumidos en la pobreza.

En esos días surgió el PROCAMPO con el fin de que los productores nacionales contaran con las herramientas para una competencia leal en un lapso de 15 años, y es que la diferencia con los países que competimos es enorme. Mientras los mexicanos producían 2 toneladas por hectárea, los norteamericanos conseguían 10 toneladas por hectárea.

Hoy los rendimientos promedio en México son del orden de 2.5 toneladas por hectárea, en tanto que en EE.UU. subieron hasta 15 toneladas por hectárea, esto es precisamente donde debe poner énfasis la delegación mexicana en las negociaciones del TLCAN, a ver si «moderniza» estas cifras y las iguala.

Y es que sólo unos cuantos se beneficiaron desde el comienzo. Como el  Presidente del Programa de Fomento a la Agricultura y ex titular de Agricultura, Ganadería y Pesca de Sinaloa, Jorge Kondo López.

En 1994, en el umbral del TLCAN, los sinaloenses eran los principales productores de soya, pero Kondo y la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), vieron la oportunidad de sembrar maíz blanco en condiciones de riego y, de un año para otro, se convirtieron en los principales productores, obteniendo entre 10 y 12 toneladas por unidad y, aunque el precio sea relativamente bajo, su principal ingreso lo obtienen por productividad, dejando fuera a otros productores.

En el padrón de beneficiarios de Subsidios al Campo en México, Jorge Kondo aparece 95 veces en la lista con un monto total de pagos por 2 millones 040,235 pesos de 1994 al 2008.

En una nota de Mónica Macías para el diario el Economista, destaca que: «En el 2010, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que se otorgaron apoyos a 220 servidores públicos de la SAGARPA, quienes no eran susceptibles de recibir los apoyos del PROCAMPO, ya que sus actividades están directamente vinculadas con la atención, tramitación, resolución y dictaminación de estos apoyos». Menciona que Kondo recibió recursos por 975,979 millones de pesos durante su periodo como titular de Agricultura en Sinaloa.

El Secretario de SAGARPA, José Eduardo Calzada Rovirosa, debe tener en cuenta que Estados Unidos le vende a México hasta 12 millones de toneladas de maíz amarillo transgénico, 4 millones de toneladas de sorgo, 2 millones de toneladas de soya, casi un millón de toneladas de trigo, 800 mil toneladas de arroz; 650 mil toneladas de carne de res; 350 mil de carne de pollo, 200 mil de huevo; 800 mil toneladas de carne de cerdo y 500 mil toneladas de leche en polvo descremada, que además llega a nuestro país «ordeñada».

Es necesario que a partir del 16 de agosto próximo, cuando se esté renegociando el TLCAN se tome en cuenta a los productores rurales y sus organizaciones, de lo contrario pasará lo mismo que con la negociación del azúcar, donde México cedió ante las imposiciones de los extranjeros.

El Presidente Nacional de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares, José Jacobo Femat, recordó que los norteamericanos sí cuentan con valiosos subsidios, mientras que nuestro gobierno mantiene en abandono al sector campesino mexicano. “Al interior del país, urge construir una política integral para el desarrollo agroalimentario nacional que hace 30 años no tenemos”, dijo.

Los titulares de Agricultura y Economía deben abandonar esa actitud sumisa y poner atención en las necesidades de la Nación. Recalquemos que seguimos importando más del 40 por ciento de los alimentos, a este ritmo, para el año 2030 dependeremos en 80 por ciento de productos agrícolas del exterior.

Además, México debe mirar a otros destinos, las necesidades del mercado mundial pueden ser satisfechas con muchos productos mexicanos.

Durante su reciente encuentro, los secretarios de Agricultura de México, José Calzada Rovirosa; de Canadá, Lawrence MacAulay y de Estados Unidos, Sonny Perdue, coincidieron en el compromiso de mantener en los tres países los mercados abiertos y transparentes para que el comercio continúe creciendo.

¿De qué manera nuestro Gobierno se pondrá a la altura de sus dos competidores? La actual administración no se da cuenta o pretende ignorar que sin proyecto nacional agropecuario no hay futuro para México.

Hay un abandono del sector agropecuario desde antes del TLCAN y al sumarse al acuerdo, Carlos Salinas de Gortari junto con Luis Téllez Kuenzler, entregaron la soberanía alimentaria del país, y lo poco rescatable de hoy está prácticamente pendiendo de un hilo.

DESDE EL CENTRO

El Frente Auténtico del Campo, -conformado por la UNTA, CIOAC, CODUC y MST- condenó el asesinato de J. Concepción Prieto Hernández, campesino de 57 años que se empleaba como jornalero en los campos de espárragos del Bajío y que fue emboscado al salir de su domicilio. Las centrales exigieron al gobierno de Guanajuato y al federal –PGR–, el esclarecimiento inmediato del crimen y castigo a los responsables, caiga quien caiga… El propósito de que la asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizada en Cancún, fue arrasar con el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en los hechos se convirtió en fracaso porque fortaleció a la nación bolivariana y exhibió a México como país anfitrión que dejó muy atrás su política diplomática de no intervención, basada en El Respeto Al Derecho Ajeno que enarboló Benito Juárez… Aunque no es de ahora, sino que es tan histórico como el PRI, la denuncia de que se espía en México a periodistas y luchadores sociales –publicada por The New York Times— sigue como escándalo en aumento y descrédito mundial –otro más– para la administración mexicana actual.

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