Por: Yashim Victoria Reyes Castañón

 

  • Debido al monocultivo muchos suelos agrícolas de los Valles Centrales de Oaxaca tienen cada vez menos rendimientos. Las leguminosas ayudan a mejorar los suelos, por eso es importante buscar las que mejor se adapten a la región.

 

Zimatlán de Álvarez, Oaxaca.- El monocultivo consiste en destinar el suelo agrícola a la producción de una sola especie vegetal durante un largo periodo de tiempo. Derivado de esta práctica, los suelos agrícolas de la región Valles Centrales del estado de Oaxaca presentan rendimientos bajos cada ciclo a pesar de utilizar semillas mejoradas y cantidades considerables de fertilizantes químicos.

Para brindar alternativas que permitan romper con la práctica del monocultivo en esa zona (apoyando la regeneración de los suelos y la producción de alimentos sanos y nutritivos en una población que cada día se inclina más por el consumo de comida rápida), se han instalado vitrinas (parcelas o porciones de ellas dedicadas a la observación de cultivos particulares) para la evaluación de leguminosas en la localidad de Valdeflores, municipio de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca.

Las leguminosas no solo son nutritivas, también ayudan a controlar malezas, romper ciclos de plagas, reciclar nutrientes y mejorar las condiciones del suelo debido a que son fijadoras de nitrógeno. Esta función la realizan mediante la simbiosis de sus raíces con los rizobios (Rhizobium spp.), bacterias que forman nódulos en las raíces de las plantas y están presentes de manera natural en el suelo, pero que se “activan” cuando se siembran las leguminosas.

La respuesta de las diferentes especies de rizobios dependerá de la leguminosa que se establezca. Para saber cuándo se tiene presencia de los nódulos es necesario revisar las raíces. Por esta razón se instalaron tres repeticiones de las vitrinas en diferentes ciclos.

La primera repetición fue en el ciclo primavera-verano 2019 (se sembró el 22 de julio y se cosechó el 18 de octubre de 2019), estableciéndose soya, lenteja, caupí, chícharo y frijol. Sobresalió el caupí (Vigna unguiculata), el cual presentó los mejores resultados de desarrollo de planta, desarrollo de raíces y rendimiento en ejote (es una especie que comienza a dar ejotes 45 días después de la siembra y, por su capacidad de carga de vainas, es una buena opción comercial. Además, cubre el suelo rápidamente, reduce la erosión y controla malezas). El 2 de octubre, cuando se realizó una revisión de las raíces, se encontró un buen desarrollo de nódulos.

La segunda vitrina se sembró el 2 de octubre de 2019 y en ella se consideraron los siguientes cultivos: lenteja, soya y caupí, el cual tuvo un desarrollo sobresaliente, aunque no se obtuvo ningún rendimiento debido a las condiciones climatológicas adversas que se presentaron.

Finalmente, el 19 de julio de 2020 se estableció la tercera repetición con caupí, frijol ayocote, lenteja, soya y crotalaria (estos dos últimos debido a la necesidad que hay en la localidad de contar con cultivos forrajeros para ganado vacuno). La revisión de raíces se realizará a mediados de octubre y se espera que con estas leguminosas se contribuya a romper los ciclos de monocultivo de los sistemas basados en cereales que prevalece en los Valles Centrales de Oaxaca.

Estas vitrinas son parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―que impulsan Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)―. Si quieres conocer los resultados de este y otros ensayos, o conocer más sobre diversificación de cultivos, suscríbete al boletín EnlACe y búscanos en redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula.