Los jóvenes y la salud mental en un mundo cambiante
Día Mundial de la Salud Mental 2018
Es difícil imaginar volver a crecer y más cuando crecer implica lidiar con nuestro mundo hoy. Crecer en un mundo donde hay que lidiar con violaciones de derechos humanos, guerras y violencia en todos los ambientes. El mundo dividido, el acceso a Internet, los delitos informáticos, acoso cibernético, los videojuegos violentos, la socialización y la actividad física disminuidas. Todo esto entre tantas cosas ha dado como resultado el aumento en el número de suicidios y el abuso de sustancias, las poblaciones vulnerables, la población de jóvenes LGBTQ aún más.
Los adultos jóvenes y los adolescentes son las poblaciones de mayor riesgo para el desarrollo de enfermedades mentales, muchas veces graves y hasta el momento, pocas estrategias existen para educar sobre la salud mental.
La adolescencia y los primeros años de la edad adulta son una época de la vida en la que ocurren muchos cambios, por ejemplo, cambiar de escuela, dejar el hogar y comenzar la universidad o un nuevo trabajo. Pueden ser tiempos emocionantes o de ansiedad y estrés. La necesidad de crear una identidad, sentirse unido a un grupo tanto real como virtual puede ser un factor más de riesgo. El uso creciente de las tecnologías en línea, aunque con los beneficios que trae, puede traer presiones adicionales. La inminencia de los desastres, vivir en áreas afectadas por emergencias humanitarias como conflictos o epidemias complica aún más estos años de riesgo.
Dra. Silvia Morales Chainé
Las adicciones en la Juventud
En las últimas dos décadas, el consumo de alcohol y otras drogas en México ha mostrado una tendencia al incremento. Es necesario disponer de estrategias en consejo breve para la prevención efectiva de las adicciones, de fácil acceso a la mayor parte de la población.
Aun cuando, de acuerdo con la Oficina de la ONU contra las Drogas y la Delincuencia (UNODC 2010) el consumo de drogas en el mundo se ha estancado, 200 mil personas al año mueren debido a éstas y una de cada 200 personas es dependiente. Uno de los grandes problemas con respecto al tratamiento de personas con adicciones consiste en la poca disponibilidad de este servicio. De acuerdo con la misma fuente, menos de cinco personas que necesitan ayuda la recibe. Como referencia, durante 2010, 230 millones de personas (5% de la población mundial) tomaron drogas al menos una vez durante ese año, mientras que 27 millones desarrollaron el trastorno por consumo de drogas. A finales de siglo el número de usuarios dependientes se podría elevar a 300 millones. Anualmente, por consumo de alcohol mueren 2.3 millones y por consumo del tabaco 5.1 millones de personas.
En México, el consumo de drogas está aumentando principalmente entre los adolescentes. Por ejemplo, en el 2002 el .5% de la población adolescente consumía marihuana, mientras que en el 2008 lo hizo el 1.2% y en 2011 el 1.3% de los jóvenes. Sin embargo, los estudiantes de secundaria y preparatoria consumen principalmente drogas legales, tales como el alcohol (42.9%) y el tabaco (12.3%). Respecto a las drogas ilegales, la marihuana es la más popular (1.3%), seguida por la cocaína (0.4%), de acuerdo con los datos proporcionados por la ENA (2011).
Dr. Leonardo de Benito
Cyber Bullying (Acoso escolar)
Ciberbullying es un término que se utiliza para describir cuando un niño o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado, avergonzado o abusado por otro niño o adolescente, a través de Internet o cualquier medio de comunicación como teléfonos móviles o tablets.
Se caracteriza por que el acoso se da entre dos iguales, en este caso, menores. Es importante distinguirlo, ya que existen otras prácticas en la que se involucran adultos y que se denominan simplemente ciberacoso o acoso cibernético, con las consecuencias legales que tienen los actos de un mayor de edad en contra de un menor.
El ciberbullying no es algo que ocurra una sola vez y además se presenta de distintas formas, desde insultos, discriminación o burla sobre características físicas, forma de vestir, gustos, hacer pública información o fotografías que avergüenzan a la víctima, robo de identidad y suplantación, hasta amenazas de daño físico y otros cargos que pueden ser tipificados como delincuencia juvenil.
Algunas formas de ciberbullying son:
- Acoso por mensajería instantánea (Whatsapp, Messenger, Facebook, SMS);
- Robo de contraseñas;
- Publicaciones ofensivas en Blogs, foros, sitios web y redes sociales como Facebook, Twitter u otras;
- Encuestas de popularidad para humillar o amedrentar.
Dr. Hamid Vega
La salud mental de las minorías:
Algunas de las causas que incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad mental se deben a la variabilidad de la composición poblacional. Pertenecer a alguna minoría incrementa el riesgo de enfermedad mental. Aquí abordaremos las minorías sexuales.
Actualmente, la tolerancia hacia las minorías sexuales se ha convertido en una bandera de lucha política y es sinónimo de progresismo en otras sociedades. La hegemonía de lo heterosexual tiene un impacto permanente y directo sobre la vida de las personas homosexuales, en tanto las sitúa en una posición social desventajosa y estigmatizada. Sentirse parte de un grupo social devaluado socialmente no sólo influirá en el plano más íntimo, como es el reconocimiento ante sí mismo de sentimientos homoeróticos, sino también lo hará en la esfera pública, mediando en la calidad de las relaciones que se establecen con el entorno. Es posible constatar diferencias significativas entre hombres heterosexuales y hombres homosexuales en la dimensión integración social y esto es relevante como indicador de salud mental, en tanto se espera que una persona se sienta parte de la sociedad al punto de desarrollar sentimientos de pertenencia y lazos sociales.
El estudio de la salud mental de las minorías sexuales (MS) aparece, de manera inicial, con la clasificación de la homosexualidad como un trastorno mental durante los años 60’s e inicios de 70’s. Este abordaje buscaba principalmente descalificar a esta orientación sexual como un trastorno mental que requería de tratamiento médico para corregirlo y llevar a la persona a un “correcto estado” de heterosexualidad. Este debate termina aparentemente en 1973, cuando la Asociación Psiquiátrica Americana, elimina la homosexualidad como trastorno mental en la segunda edición de su Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, mejor conocido como DSM. Sin embargo, la herencia de esta época patologizante persiste hasta nuestros días.
Los resultados en la salud mental de las MS son variados y dependen del tipo de padecimiento mental que se trate. Sin embargo, todos coinciden en que las prevalencias de trastornos mentales de cualquier tipo son mayores en las MS. Los trastornos afectivos, de ansiedad, por uso de sustancias o la conducta suicida son más frecuentes en las MS, en comparación con la población general. Se ha demostrado que la depresión es el trastorno afectivo que más se presenta en las MS, ya sea de manera única, recurrente o crónica. Los trastornos por uso de sustancias, especialmente el consumo de etanol ha tenido resultados contradictorios. Por un lado, algunos estudios mencionan que la diferencia de consumo no es distinta entre las MS y la población general, pero otros afirman que sí existe diferencia cuando se consideran los diferentes patrones de consumo. Es decir, al parecer no hay diferencias cuando se evalúa como dependencia a etanol, pero cuando se trata de un consumo episódico y en grandes cantidades en periodos cortos de tiempo, por ejemplo, los fines de semana, las MS tienden a presentar más este patrón de consumo que la población general. En términos de riesgo a la salud esto es importante, considerando las conductas de riesgo que se asocian con estos patrones de consumo de etanol. Cabe destacar que, dentro de los grupos que conforman a las MS, todavía existen diferencias que son importantes destacar. Es decir, los adolescentes pertenecientes a las MS, tienen mayor probabilidad de presentar algún trastorno mental, además de mayor dificultad de afrontamiento, en comparación con los adultos. Igualmente, las personas bisexuales pueden tener un mayor impacto en su funcionalidad general, derivado de algún trastorno mental, en comparación con otras orientaciones o identidades sexuales. El resultado más lamentable y con mayor efecto demostrado, consecuencia de una mala salud mental es la conducta suicida. Tanto los intentos como los suicidios consumados no solo representan el mayor problema de salud mental para los integrantes de las MS, sino también es el de mayor impacto en términos individuales y sociales.
La salud mental de las MS es un problema de salud pública que debe atenderse para disminuir el impacto que ésta tiene en el pleno desarrollo de las personas, con el objetivo de alcanzar la igualdad en todos los integrantes de una sociedad. Sin importar la orientación o identidad sexual de una persona, los cambios estructurales e institucionales necesarios para alcanzar y acercar a las MS a los servicios de salud mental deben ser adaptados y dar respuesta a sus necesidades particulares.
A pesar de los avances de equidad en la salud, las disparidades en el cuidado de la salud mental persisten. Los grupos minoritarios tienen:
- menos posibilidad de tener acceso a servicios de salud mental,
- menos probabilidad de usar los servicios comunitarios de salud mental,
- más probabilidad de usar las salas de emergencia y
- más probabilidad de recibir atención médica de menor calidad.
La falta de cuidado de salud mental de calidad y el pobre acceso a los servicios contribuyen a resultados de salud mental negativos, como el suicidio, entre las poblaciones de minorías.