Con el compromiso de no permitir la siembra de cultivos transgénicos en los campos de México y el uso del fracking, como método de extracción de petróleo; así como sembrar un millón de árboles maderables y frutales para impulsar el desarrollo y combatir la pobreza y marginación que viven millones de mexicanos,  Andrés Manuel López Obrador asumió hoy el cargo como Presidente Constitucional de México.

Ante diputados, senadores, funcionarios de su nuevo gobierno, invitados especiales, procedentes de varios partes del mundo, y la prensa nacional e internacional,  López Obrador afirmó durante su primer discurso como mandatario de México, que este día comienza un cambio de régimen político, una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical que acabará con la corrupción, la impunidad y dejará atrás el modelos neoliberal aplicado durante los últimos cinco sexenios.

Con energía y claridad, aseguró que el combate a la corrupción y la austeridad permitirá liberar fondos suficientes para impulsar el desarrollo de México y afirmó:»Con esta fórmula sencilla de acabar con la corrupción y de llevar a la práctica la austeridad republicana, no habrá necesidad de incrementar impuestos en términos reales, y ese es un compromiso que estoy haciendo, ni aumentarán los precios de los combustibles más allá de la inflación».

Al referirse a los más pobres, la gente del campo y las zonas semirurales de México, AMLO enfatizó que apoyará a los  pequeños productores del campo con subsidios y precios de garantía, y a la población más pobre se le venderá a precio justo una canasta de alimentos básicos para combatir la desnutrición y el hambre.

Reiteró que los destinatarios de estos programas recibirán lo que les corresponde de manera directa, personalizada, sin intermediarios, con el propósito de que no haya manipulación de los apoyos con fines electorales, y que lleguen a sus beneficiarios completos estos apoyos, sin moches ni comisiones indebidas.

López Obrador expuso que con los proyectos productivos que se impulsarán,  en la región  sur-sureste del país, se crearan cortinas de desarrollo, con la creación de fuentes de empleo  que retengan a los mexicanos en sus lugares de origen y no tengan que migrar a Estados Unidos por falta de trabajo y sean felices donde nacieron al lado de sus familias, sus costumbres y su cultura.

Por ello subrayó, se construirá el tren maya, se sembrarán un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables en el Sur-Sureste. Se rehabilitarán  las refinerías existentes y se construirá una nueva en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, para dejar de comprar la gasolina en el extranjero.

En el Istmo de Tehuantepec se promoverá la creación de una vía férrea para un tren de contenedores de carga y se ampliarán los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, para comunicar en menos tiempo a los países de Asia con la costa este de Estados Unidos.

En este corredor habrá energía eléctrica y gas a precios bajos, así como subsidios fiscales para la instalación de fábricas y la creación de empleos.

El Ejecutivo se comprometió también a evitar afectaciones al medio ambiente, como lo han demandando organizaciones sociales, civiles, ambientalistas y académicas, y reiteró que su gobierno no permitirá el uso del fracking ni de los transgénicos.