Reto para México valorar en 2025 la importancia de la pesca: Oceana

Parte (I)
Ciudad de México, 6 de enero.- La pesca en México es vital para el sustento de cientos de miles de familias. Contribuye a la seguridad alimentaria y la economía nacional, el sector emplea directamente a 240,000 personas según registros oficiales, no obstante, tanto los ecosistemas marinos como quienes dependen de ellos enfrentan graves amenazas como la pesca ilegal, la sobrepesca y la degradación ambiental.
La organización sin fines no lucrativos, Oceana observa que el presenta año será clave para transformar la pesca hacia el modelo social y ambientalmente justo, por lo que se ha dado a la tarea de presentar un decálogo de acciones encabezado por combatir la pesca ilegal.
En este tema, la organización apunta que el 40 por ciento de la pesca en el país es ilegal, el doble del promedio mundial. Esta práctica que amenaza los ecosistemas marinos, la disponibilidad de recursos y el sustento, se debe emprender con objetivos e indicadores claro.
De esta actividad dependen cientos de miles de pescadores y sus familias. Por lo que se requiere Identificar zonas y pesquerías prioritarias para realizar actividades de inspección y vigilancia.
Fortalecer la coordinación entre instituciones federales con responsabilidad en el combate a la pesca ilegal (Conapesca, Semarnat, Profepa, Conanp y Semar.
Ampliar el Sistema de Monitoreo Satelital de Embarcaciones pesqueras (SISMEP), para a embarcaciones menores y a todas las que naveguen dentro de Áreas Naturales Protegidas (ANP), sin importar el giro o actividad que realicen.
Generar sistema de incentivos fiscales para disuadir la pesca, debido a que el 34 por ciento de las pesquerías en México están deterioradas, lo que significa menores capturas y riesgo a la seguridad alimentaria.
Para ello, es necesario reformar el marco jurídico para facultar a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, restaurar pesquerías. Desarrollar planes de manejo pesquero orientados en la recuperación de pesquerías y sus hábitats.
Priorizar pesquerías con mayor impacto en el bienestar de comunidades desfavorecidas. Proteger sitios de reproducción de especies como manglares y arrecifes de coral.
Garantizar la participación efectiva de las y los pescadores en el diseño y ejecución de planes de manejo pesquero y de recuperación de pesquerías.
De acuerdo a Oceana, la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS), carece de Reglamento desde su publicación en 2007, lo que dificulta la aplicación efectiva de la ley.
Se requiere redactar y publicar el Reglamento que considere: Implementar y ejecutar el ordenamiento pesquero de manera integral y sin sesgos políticos o intereses.
Implementar, convocar y asegurar el correcto funcionamiento del Consejo Nacional de Pesca y Acuacultura, así como los Consejos Estatales de Pesca y Acuacultura.
Asegurar la participación efectiva de pescadores en la planeación, manejo y recuperación de los recursos pesqueros. Establecer procedimientos claros para sancionar actos ilegales. Planear y ejecutar acciones para la recuperación de pesquerías deterioradas.
También hacen falta: procedimientos, criterios e indicadores precisos para evaluar el estado de los recursos pesqueros y garantizar la elaboración de la Carta Nacional Pesquera con información actualizada y lenguaje accesible para todas las personas.
Mejorar los procedimientos y trámites para el aprovechamiento pesquero, con mayor énfasis en la flota ribereña. Facilitar los trámites para el manejo pesquero, considerando criterios de inclusión y no discriminación.
Precisa que: el Ordenamiento Pesquero es instrumento clave para regular y administrar las actividades pesqueras, inducir el aprovechamiento sustentable de los recursos pesqueros con base en su disponibilidad, información histórica de niveles de extracción, usos y potencialidades de desarrollo de actividades.
“Capacidad pesquera, puntos de referencia para el manejo de las pesquerías y que éste sea congruente con el ordenamiento ecológico del territorio”.
“Sin un ordenamiento basado en datos precisos, es imposible gestionar efectivamente los recursos pesqueros y garantizar su aprovechamiento sustentable.
Ante ello, se requiere: realizar un censo nacional de pescadores, concesionarios y permisionarios. Elaborar los planes de manejo de las pesquerías, considerando la disponibilidad de los recursos pesqueros, zonas de captura, volúmenes adecuados y el esfuerzo pesquero”.
Menciona además, incorporar las Zonas de Refugio Pesquero y áreas de protección ambiental y de recursos naturales, como las Áreas Naturales Protegidas. Asegurar la congruencia con los programas de ordenamiento ecológico marino y territorial en todas las modalidades y escalas aplicables.
Actualizar y depurar la base de datos de unidades económicas, títulos de permisos, concesiones de pesca comercial, artes de pesca y flota. Crear un sistema único de información pesquera para uso de Conapesca.
Establecer los sitios y unidades para la presentación adecuada de avisos de arribo y bitácoras de pesca. Incorporar, cuando sea pertinente, las recomendaciones emitidas por el Conapesca y los Consejos Estatales de Pesca y Acuacultura.
En cuanto a las decisiones de manejo pesquero, se deben basar en datos científicos actualizados y confiables para ser efectivas, que permitan medir fenómenos que afectan las pesquerías y adecuar soluciones oportunas.
Mantener la autonomía del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca (Imipas), destinar recursos suficientes para la operación del mismo, con énfasis en las actividades de investigación. Asegurar información oportuna y confiable para la toma de decisiones.
Promover la actualización y fortalecimiento de la plantilla de investigadores. Establecer unidades formales de vinculación con pescadores y otros participantes en el sector pesquero.
Instituir unidades de investigación con pescadores y comunidades, generando y validando la ciencia ciudadana. Integrar, implementar y mantener la Red Nacional de Investigación Pesquera y Acuícola (Renipa). (Continúa parte II. // Redacción MEXICAMPO).