Por Dioreleytte Valis.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca. En la búsqueda de alternar cultivos que beneficien las características del suelo y en apoyo a los agricultores mexicanos, se está implementando la tecnología agroambiental para establecer cultivos alternativos en el estado de Oaxaca, como es el caso del arándano (Vaccinium myrtillus).

El doctor Baldomero Zárate Nicolás, profesor e investigador del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (CIIDIR), forma parte de un proyecto multidisciplinario apoyado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el cual se aprovechan los residuos agroindustriales como la corteza de pino, el bagazo de maguey y la fibra de coco para convertirlos en sustrato de cultivo.

“La tecnología agroambiental permite el aprovechamiento de residuos del campo para mejorar el suelo, como es el caso del sustrato de cultivo que se puede utilizar en producción forestal, ornamental, entre otras. En el caso del bagazo de maguey, la industria opta por quemar el desecho generando contaminación, cuando podría ser usado como compostaje, al igual que la fibra de coco que es utilizada en los hornos de ladrillo”, narra a detalle el doctor Zárate Nicolás.

Los sustratos de cultivo diseñados a partir de desechos agroindustriales deben respetar parámetros físicos y químicos para ser útiles. Por otro lado, es importante alternar cultivos para evitar plagas o romper con el ciclo de las existentes, motivo por el cual la investigación realizada por el IPN y CIIDIR propone un cultivo de relevo y rentable: el arándano.
CULTIVOS

Fruto rentable

El investigador explica que el cultivo del arándano es propio de zonas con clima frío y suelos ácidos, como es el caso de Canadá y Estados Unidos de donde es nativo el fruto. Chile también es un país fuerte en la producción de arándano y destina sus cosechas al mercado europeo, y en México, estados como Jalisco y Zacatecas están incursionando en este cultivo.

Es necesario acondicionar los suelos para lograr el cultivo del arándano, pues naturalmente no son aptos por lo que se recurrió a utilizar un sustrato obtenido de los residuos orgánicos de la corteza de pino, el cual posee un pH (nivel de acidez o alcalinidad) de cinco. Se debe realizar un análisis de suelo e ir modificando según la zona en que se desee establecer el cultivo”, detalla el especialista.

La decisión de inclinarse por el cultivo del arándano surge a partir del análisis de la rentabilidad del fruto, el cual es de alta demanda y su comercialización beneficiaría a los agricultores del estado. Aunado a esto, las propiedades nutracéuticas del fruto son conocidas a nivel mundial, al cual se le atribuye el control de glucosa y propiedades antioxidantes.

El proyecto continúa en desarrollo y se contemplan dos parcelas de cultivo como meta inicial. Por el momento se realizan estudios constantes sobre la altura, grosor, pH, conductividad eléctrica y nivel de fósforo que se presentan en los invernaderos destinados a esta investigación, en los cuales se prevé se realice la cosecha en el mes de junio de forma satisfactoria. (Agencia Informativa Conacyt).