El presidente de la Comisión de Asuntos Migratorios, Gonzalo Guízar Valladares, sostuvo que las remesas enviadas a México por los migrantes residentes en Estados Unidos, previstas en 23 mil 500 millones de dólares al cierre de este año, se colocan en el primer sitio como proveedoras de recursos económicos.

Dichas remesas, afirmó, contribuyen a mantener la estabilidad financiera del país, ante la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional. Al sostener una reunión con connacionales, quienes recibirán el “Galardón al migrante mexicano de éxito” en reconocimiento a sus historias de triunfo empresarial, económico y político que han logrado en el vecino país del norte a lo largo de tres décadas, Guízar Valladares expresó: “ser migrante no significa ser delincuente ni ilegal”.

Afirmó que la migración no es un problema de “muros” ni un lastre, sino una oportunidad. Es una condición humana con un alto valor agregado, porque seres humanos se fijaron el reto y compromiso de triunfar para obtener un mayor ingreso para sobrevivir, reflejando un mensaje de conquista.

Debe concebirse como un acto racional del hombre ante una situación de crisis, toda vez que México no les brindó oportunidades de desarrollo y trabajo. Eso exige darles un trato humano y reconocimiento porque son excepcionales, por su mentalidad de éxito. Son mexicanos de avanzada y de primer mundo, porque el desarrollo de los países proviene de la riqueza interior de las personas para proyectarla al exterior y triunfar en la vida, precisó.

Guízar Valladares aseguró que cada grupo parlamentario en la Cámara de Diputados está consciente del significado del fenómeno migratorio, el cual en México tiene dos vertientes con un trato desigual: con los connacionales que han triunfado y la atención humanitaria a los migrantes provenientes de Centroamérica en su tránsito por México.

“No somos congruentes, como país tenemos que homologar la conducta hacia los migrantes”, aseveró. El migrante debe verse con un rostro humano y de productividad, porque al final de cuentas repercute en el bienestar y en la unidad para la familia, cuya preservación es elemental para que la sociedad exista y se desarrolle.

Por su parte, el diputado del PRI, Juan Antonio Ixtlahuac Orihuela, se pronunció por legislar para impulsar mejores condiciones de los connacionales en el extranjero y construir políticas públicas más justas.

Es un tema legislativo de índole internacional sobre derechos humanos, precisó. Propuso aprovechar las historias de éxito de migrantes mexicanos para superar el rezago de muchas comunidades, a fin de “sacudirse viejas inercias de resentimiento hacia el país que no les dio las oportunidades” y retomar las experiencias de triunfo que sirvan de ejemplo para los mexicanos que permanecen dentro y fuera de la nación.

La tendencia, afirmó, tiene que ir al revés. “Ahora lo que queremos es un país de oportunidades. Los migrantes que se fueron en una etapa compleja, que aún prevalece, pueden contribuir a lograrlo. La aspiración de los mexicanos que están dentro y fuera de la nación es que México ofrezca oportunidades”.

El “Galardón al migrante mexicano de éxito” será entregado a 15 connacionales que se distinguieron en la empresa, en la política y en lo social durante su residencia en Estados Unidos. Es un reconocimiento impulsado por comunicadores que vinculan a los migrantes con México, su historia y la familia.