La agroecología campesindia, paradigma de repuesto a modelo agroindustrial concentrador de riqueza y generador de millones de pobres

La agroecología campesindia es un paradigma de repuesto no sólo para la agricultura, la alimentación y el cambio climático, frente al colapso civilizatorio que se vive actualmente, con la aplicación de un modelo de agricultura industrial de los agronegocios, colonialista, patriarcal y clasista que se expresa día a día en el campo y la mesa y mantiene a millones de mexicanos en condiciones de pobreza.
Con esta posición contundente que expresaron activistas, productores, investigadores, académicos, se dio respuesta al mensaje que el presidente, Enrique Peña Nieto, dio a conocer durante la lectura de su tercer informe de gobierno, donde habla de un México y un campo que produce y exporta y del cual, los pequeños productores han estado históricamente excluidos.
Al concluir los trabajos del Encuentro Internacional Economía Campesina y Agroecología en América: movimientos sociales, diálogo de saberes y políticas públicas, los participantes hicieron un llamado al gobierno de Peña Nieto a revertir este modelo económico de acumulación sostenida en el despojo de los bienes comunes y desmedida explotación del trabajo.
Denunciaron que este modelo busca: “Un enriquecimiento en aras de un proyecto de lucro en materia energética, minera ,turística, agroesxportadora, que conlleva una nunca vista privatización global de las tierras, una enorme violencia sobre territorios, recursos naturales, ecosistemas, pero sobre todo sobre de las comunidades explotadas en su trabajo a veces en forma semiesclavista”.
En su mensaje trasmitido en cadena nacional, Peña Nieto reconoció que el hasta la fecha, la distribución de recursos a los programas gubernamentales no había sido democrático. Por ello anunció, como parte de su estrategia hacia el campo, recursos para un nuevo programa dirigido a los pequeños productores.
Dijo que con estos recursos se buscará democratizar el campo y elevar la productividad de las pequeñas unidades de producción y su asociación para que logren una mayor escala y rentabilidad. Los recursos para la operación de dicho programa se incluirán en el paquete del presupuesto 2016 que se envía a la Cámara de Diputados para su aprobación.
Por su parte los 310 participantes de 16 países y estados de la República, en su proclama final acordaron, divulgar y compartir el modelo de agroecología campesindia; “abierto, no lineal y diverso” que con sus profundas raíces ancestrales y culturales a todos cobija y abraza, porque fue construido con reflexión colectiva.
Anunciaron la construcción de un movimiento de agroecología campesindia, donde se articulen organizaciones del campo, civiles, académicas, entre otras, que luche de manera permanente por impulsar un modelo económico alternativo y políticas públicas enfocadas en la agroecología.
Uno de los principales acuerdos alcanzado fue poner en alto la agricultura campesina, difundir entre la sociedad entera sus virtudes e impulsar una agenda a su favor en próximas reuniones y cumbres de organismos internacionales.
En el marco de la conmemoración el 20 aniversario de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), los participantes acordaron conformar una red ciudadana que participe en las actividades de la sociedad civil de cara a la próxima Conferencia Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe
Así como en la 13 Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, a realizarse en marzo y diciembre de 2016, respectivamente, ambas en México.
Ello, para “impulsar una agenda a favor del cambio de modelo agroalimentario, con base en los campesinos y las campesinas y la agroecología de cada país”. Esta posición se impulsará también en la próxima COP 21, en París, pues este tipo de agricultura, de prácticas campesinas y alejada de transgénicos y de agroquímicos, ofrece la posibilidad de enfriar el clima, de actuar contra el cambio climático.
Las mesas de trabajo que se tuvieron en el Encuentro mostraron los principales retos del medio rural: “Organización campesina, movimientos sociales y políticas públicas”, “Diálogo de saberes y alternativas tecnológicas”, “Igualdad de género y relevo generacional”, “Agrobiodiversidad y cambio climático” y “Nutrición y soberanía alimentaria”.
En la proclama final del Encuentro se estableció: “Somos conscientes que no sólo la economía capitalista, sino todo el modelo civilizatorio que se nos ha impuesto, están al borde del colapso. Es un monstruo enorme que, herido de muerte, lanza zarpazos que multiplica todo tipo de violencias. Violencias que causan una cantidad nunca vista de sufrimiento, tanto de los seres humanos, como de toda la comunidad de seres vivos y de nuestro planeta, nuestra madre Tierra.
Un acuerdo más es participar, del 10 al 17 de octubre 2015, en los días mundiales de acción contra los tratados de libre comercio (TTIP, CETA, TPP, TISA, la «modernización» del TLCUEM, etc.) e impedir la expansión de un modelo económico que beneficia a las transnacionales por encima de los derechos de los pueblos.