La compleja historia de una urna zapoteca
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 24 de agosto de 2016 Las urnas zapotecas constituyen un cilindro o un vaso en forma de una figura que mezcla características y cualidades humanas y animales, ricamente ataviada con atributos personales en la mayoría de los casos y, en ocasiones, cuentan también con glifos grabados.
La pieza representa la principal forma cerámica ceremonial para los antiguos zapotecas de Oaxaca por más de mil años (del 300 a. C. al 800 d. C.), pero su estudio es complicado ya que existen numerosas falsificaciones que se encuentran en las colecciones de diversos museos.
A lo largo de su carrera, Adam Temple Sellen, investigador del Centro Peninsular en Humanidades y en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (CEPHCIS UNAM), ha realizado un importante estudio en torno a las urnas zapotecas que inició desde la elaboración de su tesis de doctorado en estudios mesoamericanos, intitulada Las vasijas efigie zapotecas: los ancestros personificadores de divinidades, merecedora de la medalla Alfonso Caso al Mérito Universitario de la UNAM, en 2002.
El investigador, adscrito al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel I, actualmente lidera un proyecto de exploración profunda y multidisciplinaria en torno a una vasija efigie zapoteca, con el fin de revelar su compleja historia que parte de los Valles Centrales de Oaxaca en el siglo V, hasta llegar al Museo Real de Ontario (ROM, por sus siglas en inglés), en Toronto, Canadá.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cuál es el contexto de la vasija efigie zapoteca que estudia en este proyecto?
Adam Temple Sellen (ATS): Es una pieza complicada, yo le llamo un “Frankenstein” porque es una pieza antigua pero tiene muchas partes contemporáneas pegadas a ella. Proviene de la colección de un inglés que vivió en Oaxaca, y a pesar de que fue hecha en el siglo XX, está compuesta por una médula prehispánica.
Fue vendida al museo junto con otras falsificaciones, y la gente siempre ha pensado que es una pieza falsa, pero en realidad llamarla falsa no es preciso, ya que es una pieza prehispánica con agregaciones contemporáneas.
AIC: ¿Cuál es la importancia de las urnas zapotecas?
ATS: Las urnas zapotecas se encuentran usualmente en el contexto de tumbas en el estado de Oaxaca, donde se empezaron a fabricar aproximadamente 300 años antes de Cristo y, después de mil años de existencia, la práctica desapareció.
Son interesantes porque revelan mucho sobre la religión y la vida ritual de los antiguos zapotecas, pero no han sido estudiadas lo suficiente y todavía hay muchas cosas que no entendemos acerca de su forma y función.
Además, piezas como esta siguen encontrándose en contextos arqueológicos, donde se han hallado piezas de hasta un metro de altura. Sin embargo, su colección data desde hace dos siglos.
AIC: ¿Cuál es la metodología empleada para descifrar la composición de esta pieza?
ATS: En el proyecto se emplearán métodos para el análisis composicional y estructural de la pieza que determinen las técnicas de manufactura y los materiales usados en su elaboración, con el objetivo de realizar algunas propuestas sobre su procedencia, la posible relación con ejemplares en otros museos y, sobre todo, sobre las fechas relativas de sus partes constitutivas.
El estudio es multidisciplinario y emplea métodos de la arqueología, la historia y la geofísica, así como el análisis y conservación de los materiales. Los temas, elaborados a partir de la inspección del objeto, de la revisión de la literatura y de la experiencia profesional de los expertos, serán discutidos por todos. El resultado final será un documento que reúne las observaciones de cada uno de los miembros y de esta forma se recalca la multidisciplinariedad del abordaje del análisis de materiales culturales en el contexto de una colección de museo.
AIC: ¿Qué fases contempla el proyecto y en cuál se encuentra actualmente?
ATS: El proyecto tiene una duración de seis meses y algunos aspectos del análisis ya están concluidos, como el diagnóstico inicial de la pieza, su desmonte, su muestreo, su análisis por termoluminiscencia (TL), rayos X, escaneo de CT, XRD (X-Ray Diffraction), examinación de pigmentos y el estudio petrográfico.
Actualmente yo me encuentro en la ciudad de Toronto para coordinar los esfuerzos del equipo y realizar mi parte correspondiente de la investigación histórica. Asimismo, el grupo de trabajo, constituido por 13 miembros, ha empezado la entrega de sus capítulos para elaborar el e-book. Un borrador de este producto se entregará en septiembre a dictaminar por pares.
AIC: ¿Qué instituciones conforman el equipo de trabajo?
ATS: El grupo de trabajo está constituido por mexicanos, canadienses, estadounidenses y alemanes de instituciones como el CEPHCIS de la UNAM, el Departamento de Geofísica de la UNAM, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH, centro Oaxaca), el Museo Real de Ontario (Toronto, Canadá), Brandeis University (Estados Unidos), State University of New York (Estados Unidos), el Museo Etnográfico (Berlín, Alemania) y el Rathgen-Forschungslabor (Berlín, Alemania).(Agencia Informativa Conacyt).-