TAL CUAL 

Luis Carlos Rodríguez González

Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México festejan el acuerdo trilateral en materia económica que sustituirá al TLCAN y cuyas iniciales en inglés son USMCA.

Pero hasta el momento no se han develado las “letras chiquitas”, los anexos o los acuerdos no escritos en materia migratoria, de muros y seguridad fronteriza, ni mucho menos de combate al narcotráfico. Temas que son del mayor interés del presidente Donald Trump.

Al ser cuestionado por periodistas de la Casa Blanca, horas después de la firma del USMCA, sobre el tema del muro fronterizo y la migración, Trump apuntó “Tenemos muy buenos entendimientos” y “los vamos a estar discutiendo con ellos”.

Subrayó que la seguridad fronteriza, el muro y el narcotráfico fueron elementos importantes para la renegociación del nuevo TLCAN: “Fue un factor, absolutamente, en el acuerdo”.

Sin embargo, hasta ahora, por lo menos en los textos que se han hecho públicos en México, estas referencias no aparecen.

Lo que se enuncia en el documento que fue entregado por la Secretaría de Economía al Senado se refiere que se busca “facilitar el tránsito de personas de los tres países con planes de hacer negocios”

“Se mantienen las preferencias del acuerdo previo, para facilitar la entrada temporal de visitantes de negocios, comerciantes, inversionistas o profesionales, así como para transferir al personal de empresas con presencia en América del Norte”.

En otro capítulo referente al “Comercio Transfronterizo de Servicios”, el UMSCA señala que se busca “lograr un acuerdo con un alto grado de ambición, que permita incrementar el comercio de servicios entre las Partes y, en particular, favorecer el acceso de los prestadores de servicios mexicanos al mercado de Estados Unidos, libres de cumplir requisitos que los discriminen o los pongan en desventaja frente a sus competidores”.

Asimismo en el capítulo referente a “Entrada Temporal de Personas por Negocios” se subraya que se propone “fomentar que las Partes faciliten los procedimientos requeridos para permitir la entrada temporal de personas de negocios a sus territorios, a través de compromisos de transparencia sobre las condiciones de acceso, así como la posibilidad cooperar en el desarrollo de medidas para agilizar o reducir dichos requisitos”.

Es decir, nada diferente de lo que actualmente ocurre. Actualmente  empresas trasnacionales como Ford o Chevrolet, que tienen plantas armadoras en México, es común que trasladen por temporadas con fines laborales o de capacitación a sus técnicos, ingenieros u obreros mexicanos.

Por otra parte, quienes desean hacer negocios o comprar propiedades en Estados Unidos, sobre todo bienes inmuebles, con o sin TLCAN o el USMCA, ya cuentan con las facilidades en materia migratoria que la Visa B-1. Incluso algunos estados como Texas o Florida otorgan apoyos para obtener la residencia en el vecino país si se adquieren casas, terrenos o negocios de un determinado valor económico.

Es decir, para el grueso de los migrantes mexicanos, los que siguen viajando a Estados Unidos en busca de un empleo, cruzando la frontera con todos los riesgos que conlleva, en ocasiones huyendo de la violencia que afecta a diversas y amplias zonas de México, no hay nada que festejar en el flamante USMCA. Habrá que esperar las letras chiquitas del nuevo acuerdo y ver si como dice Trump los temas de migración, seguridad fronteriza y narcotráfico fueron fundamentales para cerrar la negociación.

www.theexodo.com