Los sátrapas tropicales
Aperitivo Nacional
Eduardo González Silva
Ciudad de México, 17 de septiembre.- El expresidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, solía decir de Alfredo del Mazo González (ambos ya fallecidos), que era el hermano que nunca tuvo, este último también mandatario mexiquense y padre del ahora ya exgobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza.
Dicho sujeto para quienes más que pensar por ociosidad en que los servicios públicos de salud de nuestro país, fueran semejantes a los que existen en Dinamarca, ojalá y si tuviéramos un sistema de justicia como el de esa nación escandinava, porque sin duda estaría en chirona, incluso con todo y haber regresado los recursos sustraídos de las arcas estatales, que deben estar en las cuentas bancarias fuera de México en manos de sus testaferros.
Soñar no cuesta nada que caray, así que dicho personaje, lo más seguro es que negoció su impunidad de haber saqueado y dejado financieramente en banca rota al Estado de México, a cambio de dejar en términos políticos y del narcotráfico “la plaza”, la entidad que mal administró en casi un siglo el PRI.
Datos revelados un día después de su último informe de gobierno, refieren que el personaje en cuestión, deja una deuda pública para su sucesora en el cargo la morenista Delfina Gómez Álvarez, de casi 59,000 millones de pesos, cantidad que generará anualmente obligaciones por al menos 5,000 millones, de los que 4,000 serán para cubrir únicamente intereses y 1,000 para amortizar el principal.
Como el 2024 es año electoral, no habrá más dinero que para la campaña presidencial, el Edomex tiene el potencial padrón electoral de más de 6.0 millones de votantes de los más grandes de todo el país.
Del Mazo y su grupo delincuencial que estuvo durante su administración, comenzaron con el robo dos años antes de dejar sus puestos, esa administración no hizo los pagos correspondientes a todos sus proveedores en los distintos rubros en materia de salud, educación, seguridad, servicios públicos, etcétera.
No pagó lo que debió hacer, lo que explica que haya sacado las manos del proceso electoral que llevó a Delfina Gómez al cargo de gobernadora, con el descaro que robar a manos llenas los recursos económicos que debió destinar de acuerdo a su responsabilidad como autoridad.
Eso explica los elogios que le fueron prodigados no sólo a él, sino también para su primo el inefable Enrique Peña Nieto como presidente saliente, que ni las manos metieron “ambos dos”, para dar paso a la llegada del partido Morena al poder.
Al grupo político Atlacomulco, la cofradía de bandidos profesionales que heredaron los cargos de gobernador, senador, presidencias municipales, diputaciones locales y federales, en el transcurso de dos siglos, se debe la decadencia de la entidad mexiquense ubicada con los más altos índices de violencia, secuestros, violaciones, desapariciones, cobro de piso, asesinatos, presencia del crimen organizado, la zona oriente de las más peligrosas de la República.
Una burla para la población, enterada de que fue vestido de elogios por la entrega de la plaza, Del Mazo Maza, librará la cárcel y podrá alcanzar a su primo en Europa para juntos continuar con la gran vida, que es como paga el viejo sistema político mexicano a sus sátrapas tropicales.