La política agrícola gubernamental ha sido un  fracaso en lo que se refiere a la  asistencia técnica y la capacitación a más de 3 millones de pequeños productores para lograr un manejo  agronómico e incrementar sustancialmente la productividad agrícola en cultivos como el maíz, producción que se enfrenta al incremento de los altos precios de los insumos, bajos rendimientos y caída de los precios reales al productor, señaló.Gerardo Noriega Altamirano, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.

Por ello, dijo, para impulsar la producción de granos básicos en México,  esta , esta casa de estudios promueve la transferencia tecnológica orientada al cultivo de maíz, con lo que se tiene capacidad para abastecer la demanda nacional de esta semilla, al lograr rendimientos de hasta 18.6 toneladas por hectárea en el Valle del Mezquital, estado de Hidalgo, región considerada en su momento como de extrema pobreza.

Lo primordial es dar atención a productores, mientras que las organizaciones aportan el personal técnico y  la Universidad Autónoma Chapingo, a través del  Programa Especial de Extensionismo y Vinculación brinda el soporte tecnológico al grado de que se está superando a Sinaloa, entidad que presenta cuatro municipios que han mostrado un rendimiento medio de maíz de 10.4 toneladas por hectárea.

Con la propuesta que se viene generando con agricultores del Valle del Mezquital, en Hidalgo, UACh contribuye a restaurar la fertilidad del suelo y fortalecer la producción de maíz a bajo costo y con granos de alta calidad además se adoptan innovaciones tecnológicas en coordinación con técnicos y directivos de organizaciones para transitar a rendimientos sustentables.

Así, a pesar de que México existen 5 millones 325 mil unidades económicas rurales pero la brecha en disponibilidad de la tierra, activos tecnológicos, productividad y acceso a los mercados no les favorece, la Universidad autónoma Chapingo, bajo el rectorado del Sergio Barrales Domínguez se impulsa el proyecto de  Transferencia de Tecnología para la Restauración de Suelos y la Producción Sustentable de Maíz en los Valles alto de México, coordinado por Gerardo Noriega Altamirano, profesor –investigador de esta casa de estudios.

Lo anterior debido también a que, declaró Gerardo Noriega Altamirano, solo 465 mil empresas concentra 74 por ciento de las ventas totales agropecuarias y se hace urgente impulsar a los pequeños y medianos productores mediante agricultura sustentable, un sistema integrado de prácticas para satisfacer las necesidades de alimentos, la restauración de  la calidad ambiental y del recurso suelo; la restauración de los ciclos biogeoquímicos y  contribuir a la mejora de la calidad de vida de los productores.

En entrevista indicó que con este proyecto, se puede garantizar la autosuficiencia de maíz blanco e incluso amarillo en todo el país ya que tan solo hay que considerar que en México se cultivan 7.6 millones de hectáreas de maíz, con una producción de alrededor de 24 millones de toneladas de maíz blanco, con un rendimiento medio nacional de 3.4 toneladas por hectárea.

Además, el consumo de maíz blanco alcanza 23 millones de toneladas y el maíz amarillo alcanza una superficie cultivada de alrededor de 420 mil hectáreas, logrando una producción de 2.1 millones de toneladas, con un rendimiento promedio de 5.3 toneladas por hectáreas; en maíz amarillo se tiene una necesidad próxima a las 11.5 millones de toneladas, dijo.

Insistió en que Sinaloa es la entidad que presenta cuatro municipios que han mostrado un rendimiento medio de maíz de 10.4 toneladas por hectárea, en tanto, en la región centro de la República Mexicana: Distrito Federal, Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro, que cubren 9, 948,571 ha, se ubican los Valles Altos de la Mesa Central en altitudes entre 1900 y 2600 msnm, donde se identifican 3, 635,092 ha de agricultura de temporal, 741,224 ha de riego, 49,823 ha de riego eventual, 12,641 ha de humedad, ello significa  82% con  uso agrícola de temporal y riego, muy viables para la producción de maíz.

Ante esta realidad, el especialista de la UACH declaró que la oportunidad y el reto actual es incrementar la producción de alimentos, particularmente el maíz, donde en esta región del altiplano se encuentran alrededor de 1.5 millones  de hectáreas para cultivar maíz, por ello se debe  impulsar estrategias orientadas a reducir emisiones de carbono, garantizar la alimentación a la población, restaurar los agroecosistemas, en particular del recurso suelo, así como los ecosistemas en general y erradicar la pobreza.

Dijo que en estos Valles Altos, se cultiva maíz, donde el rendimiento de maíz en estas entidades es menor a 3.5 por hectárea, lo cual es bajo, en función del potencial agroecológico de la zona, ello exige la actualización de tecnología agrícola.

Para lo anterior, la propuesta que  viene desarrollando Chapingo con tres organizaciones de productores que integran a 250 productores, se orienta a elevar los rendimientos y disminuir costos de producción, partiendo de un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales de cada parcela, impulsando 11 líneas de acción.

Esta experiencia demuestra, aseguró, que para transitar al desarrollo rural no es suficiente la disponibilidad de las innovaciones tecnológicas, se necesita contar con la participación decidida, consciente y voluntaria de los técnicos, productores, expertos, productores e instituciones que participan en el sector rural.

Además, agregó, se deben abordar de manera interdisciplinaria los factores de la producción; construir un equilibrio entre lo práctico y lo teórico, es decir entre la investigación básica y la aplicada, incluyendo el conocimiento campesino y una política pública que fomente la producción en la agricultura campesina. (CODICS).