Luis Carlos Rodríguez González

La cantidad de atletas mexicanos que participan en los Juegos Olímpicos de Tokio, han evidenciado una tendencia, que los deportistas mexicanos en su mayoría son originarios de estados geográficamente ubicados al norte del país, además de que particularmente cada uno es egresado de alguna universidad. Las universidades en muchas ocasiones son “trampolines” para llegar a competir y destacar nacional e internacionalmente en el deporte.

La universidad que recibe mayor cantidad de subsidio federal es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con un presupuesto de 46,645 millones de pesos (2021), subsidio federal destinado a los Colegios de Ciencias y Humanidades, Escuelas Nacionales de Preparatoria, facultades y escuelas, investigación, cultura, ¿Y deporte?

La máxima casa de estudios, y lo que representan los Pumas de la UNAM mediáticamente en el futbol mexicano, lleva a pensar que es una universidad que apoya al deporte, no sólo en la importante cantera de futbolistas en México, pero formando además a clavadistas, arqueros, nadadores, maratonistas, ciclistas, etcétera.

En los Juegos Olímpicos de Tokio, la UNAM se enfrenta a su cruda y poco comentada realidad, cero deportistas egresados de esta casa de estudios, que participan en tierras niponas, todo como resultado de la poca transparencia en Deporte UNAM y el secuestro del patronato de Pumas.

Para dimensionar la situación de Deporte UNAM, hay que visualizar lo hecho por universidades con menor presupuesto, el ejemplo es la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), con un subsidio federal y estatal que suma 7,200 millones de pesos. Universidad con colegiaturas más altas que la UNAM, pero también con menos preparatorias, facultades y escuelas, y con menor presupuesto destinado para la investigación y la cultura.

A pesar de las diferencias de presupuesto, la UANL exportó 12 atletas egresados de la Facultad de Organización Deportiva, donde ofrecen apoyo y subsidio a deportistas para impulsar sus carreras. Daniel Corral, Kenia Lechuga y Ruth Castillo, son ejemplos de deportistas potenciados por la UANL.

Los representantes indirectos de la UNAM son muy pocos, como lo es el futbolista Johan Vásquez, quien pertenece al patronato del equipo de fútbol, pero no es formado en cantera ni es alumno.  Guillermina García, egresada de la Facultad de Artes y Diseño será jueza en el tiro con arco, al igual que Naomi Chieko, egresada de la Facultad de Contaduría y Administración, y quien será supervisora de gimnasia. En pocas palabras: ningún atleta perteneciente a la universidad.

Parte del equipo de porristas comentó de manera anónima a The Éxodo, la preferencia que hay por parte de Deporte UNAM hacia deportes como el fútbol americano: “Nosotras y nosotros entrenamos enfrente de la dirección donde entrena el equipo de Pumas de futbol americano, donde a ellos les dan cierta preferencia. Cuando queremos ir al baño nos mandan a rodear a otro edificio porque el baño más cercano solo lo puede usar el equipo de fútbol americano”.

“A ellos les dan todas las facilidades para los viajes y les regalan tenis, equipo y uniformes, a nosotras y nosotros no nos dan ni para el camión y tenemos que cambiar nuestros uniformes dos o tres veces por temporada con nuestro dinero”.

La preferencia a deportes como el futbol soccer y el futbol americano es evidente, mientras a los canteranos de Pumas de balompié les prestan automóviles del año y hasta les construyen ya un hotel dentro de las instalaciones de cantera, a los demás deportistas/estudiantes, no los apoyan para fomentar el deporte.

En plenos juegos olímpicos hay realidades diferentes, en Twitter mientras la UANL felicita a sus deportistas que estarán en Tokio, Deporte UNAM promociona su nuevo canal de TIK TOK.

Todo lo que ocurre en Deporte UNAM, tiene raíces en el negocio privado que derivó de la creación de la marca Pumas UNAM, para desviar recursos de la universidad que deberían usarse en la promoción del deporte entre estudiantes.

Diversos medios de investigación como Balón Cuadrado, Aristegui Noticias y Mediotiempo, han alertado cifras exorbitantes de dinero que destina la universidad para el equipo de fútbol.

En agosto de 2019 se lee en el portal de MedioTiempo lo siguiente:

“De 2014 al primer semestre de este 2019, la Universidad Nacional Autónoma de México destinó 305,881.827 pesos al equipo de la Liga MX”.

La realidad es que no existe transparencia total de la UNAM, por decir cuánto se destina particularmente al equipo de fútbol soccer y americano, y cuánto se destina a los otros deportes de la UNAM, pero partiendo de los resultados plasmados en la exportación de deportistas a Juegos Olímpicos, se puede decir que son cifras muy bajas para ser la universidad más importante del país.

Mientras la UANL, ofrece becas deportivas completas y apoyos significativos para que los estudiantes puedan subsidiar sus uniformes y materiales, la UNAM ofrece como oferta becas de 1.000 al mes a atletas de alto rendimiento, dinero que no alcanza ni para unos tenis. No es por comparar, es la realidad.

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